Dayana esa tarde decidió acercarse a su hija, ya era hora de hacerlo, Camila era una joven que no había tenido ningún referente familiar y ahora que se sabía la verdad, tenía que buscar la manera entablar una conversación para saber que pensaba de todo lo que le había sucedido. Decidió abordarla en la oficina de reuniones de la familia. — ¡Camila, necesito hablar contigo! — dijo Dayana mirándola a los ojos. La joven asintió con la cabeza — todo esto ha sido un poco estresante para la familia y pienso que, ha sido muy difícil para ti. ¡Eres mi hija y eso me hace feliz! ¡Me siento orgullosa de ti, de todo lo que has logrado tu sola! … Me duele saber que siempre estuviste sola, abandonada, viviendo en un orfanato como si no hubieses tenido una familia. —Dayana lloraba, mientras acariciaba las manos a Camila. La joven prestaba especial atención a las palabras de su madre, parecían sinceras ... — te dejé en ese lugar y me arrepiento, estaba muy dolida por cómo había muerto tu padre, ten
Felipe observaba fijamente lo que Andrés le está haciendo a Camila. Ninguno se percataba de la presencia de David, quien se acercaba sigilosamente. Para Camila estar en esta situación era aterradora, estaba a merced de Andrés, quien al parecer había perdido la razón a causa de la avaricia, David estaba en la casa, pero estaba recién salido de una cirugía en una de sus piernas y poco o nada podía hacer para salvarla a ella y a los abuelos de las manos de Andrés. Estaba muy asustada, debía luchar con todas sus fuerzas para no permitir que Andrés volviera a abusar de ella. Andrés intentó separar el panti de Camila, e introducirle el arma, pero en ese momento, David le asestó un fuerte golpe con el arma, derribándolo contra el piso, David también cayó a un lado y Camila corrió a levantarlo, el señor Julio se abalanzó sobre su nieto Andrés, quien le hizo un disparo a David, pero hirió fue a su abuelo en un brazo, Andrés con rabia golpeo a Camila, lanzándola contra la pared, luego se fue c
El mismo Julio Reyes llamó a la policía e interpuso la denuncia en contra de sus dos nietos, quienes eran los directos responsables por todo lo sucedido. Los padres de estos dos, no estaban de acuerdo con el actuar del señor Julio - ¡era su abuelo! ¡No era justo que los denunciara ante las autoridades! ¡Se debía imponer un castigo, pero no mandarlos a la cárcel! Dayana, viendo que su madre, ya se encontraba mejor, decidió preguntarle ¿Qué había sucedido? — ¡Mama! ¿Quiero que me digas que sucedió esa noche? Manuela de Reyes era una mujer de 63 años, aún conservaba su belleza de la juventud, se mantenía de dieta en dieta, haciendo ejercicios para mantenerse, según ella, eternamente joven. Altiva, elegante, siempre bella y arreglada para una ocasión especial. Le había dado 4 hijos a su esposo Julio, en sus más de 40 años de matrimonio, había sido muy feliz. Sus nietos le estaban dando la guerra que sus hijos nunca le dieron, eran personas engreídas, arrogantes, egoístas y faltas de human
— ¡Soy yo! – estas palabras le mostraron su realidad a María Antonia, su madre Dayana, le había dicho que Gladis era su verdadera madre. — ¡Soy tu madre! - dijo Gladis con prisa.— ¿Por qué lo hiciste?— ¡Lo hice porque te amo! – Gladis intentó tomar la mano de su hija, pero esta la rechazó.— ¡Tú, no hiciste esto por mí, lo hiciste por ti!- Gritó la joven, enojada. — ¡Soy pobre, no tengo nada más que este trabajo! ¿Qué iba a ser de ti? ¿Serías una simple empleada como yo? ¡Ahora mírate, has estudiado, perteneces a la familia más importante del país, estás rodeada de personas importantes, tienes lujos, dinero! ¿Qué más puedes pedir?—¡He vivido una mentira! ¡Había querido nunca saber la verdad!— ¡No me juzgues, hija, pensé que era la mejor decisión que había tomado en mi vida, yo no tenía nada que ofrecerte, vi en esa familia tu futuro, el mejor futuro! ¡Sé que estuviste bien! ¡Los reyes te dieron todo el amor del mundo, Dayana fue la mejor madre!—¡Mi madre me dio cariño, la famili
Julio Reyes no se había equivocado con su nieta, era una buena muchacha, le gustaba trabajar para ganar su propio dinero, a pesar de ser la dueña del 50% de la fortuna de la familia, no paraba de trabajar para continuar ayudando a las personas que más le importaban, como los niños y sus humildes familias.Para Julio, estar al lado de su nieta, significaba reír, disfrutar, vivir. Camila había cambiado su vida y la de la familia, era una joven con mucha energía, a pesar de haber pasado por tantos inconvenientes en su vida, siempre se le veía feliz. La mayor parte del tiempo estaba al frente de las empresas de la familia y lo estaba haciendo bien, le dedicaba el tiempo suficiente a la fundación Talento de Barrio, donde se mostraban aquellas habilidades y talentos que tenían los niños y jóvenes, siempre había algo nuevo que mostrar y que aprender de los chicos. Estaba empezando a acercarse a la familia, asistía a cenas, reuniones, paseos.El acercarse a Dayana, su madre, se estaba dando de
Para Camila sentir tan cerca a David Reyes, era una sensación indescriptible, su corazón latía tan rápido que sentía que se iba a desmayar, pero David estaba más lejos que las estrellas. Era el chico más guapo, inteligente, adinerado, y sobre todo el más popular de la universidad, también estaba Nani su novia, arrogante, altiva, y muy hermosa. Nani y David, eran hijos de familias muy adineradas, además con mucho poder, esto significaba, ¡no te metas con ellos!. Siempre andaban juntos los ricos, poderosos y guapos, parecía que el mismo Dios, los hubiese juntado para hacer que los demás se sintieran tan pequeñitos como hormigas. Tenían su lugar en la principal mesa del comedor de la universidad, los maestros los trataban con cierta complacencia descarada en cuanto a notas y trabajos.Camila, no conocía muy bien a estas familias, solo sabía que su madre trabajaba para la familia Reyes, ella era la encargada de la fundación, Casa de Reyes, que se dedicaba al cuidado y crianza de niñas ab
La familia Reyes, una de las familias más adineradas de la ciudad, dueña de la agencia Reyes Publicidad, la más prestigiosa e influyente de la capital del país. Helena Reyes, hija mayor, del acaudalado millonario Julio Reyes, dueño de Reyes Publicidad, y, Manuela de Reyes. Ricardo Reyes el segundo hijo, Bernardo Reyes el tercero, y por último estaba Dayana, la más sensata de todos los hijos; Una mujer de carácter, sagacidad e inteligencia para los negocios, era médico de profesión, pero trabaja en empresas Reyes, olvidándose de su carrera profesional. Cada uno poseía su arrogante familia, que se dedicaban solo a despilfarrar el dinero que con tanto esfuerzo habían conseguido los viejos dueños de la empresa, Julio y Manuela.La casa de los padres era el centro de negocios y también el centro de batalla cuando no se ponían de acuerdo con la realización de algún trabajo o cuando sus ideas y opiniones no coincidían.Todos los hijos Reyes, trabajan para mantener la empresa como la mejor,
Para Julio Reyes, haber perdido tan valiosa información, le traería consecuencias lamentables, uno de sus cuatro hijos estaba robando hace muchos años dinero a la empresa, además querían sacarlo de la presidencia de la empresa para tomar el control de todo, estaba investigando por su propia cuenta quien o quienes estaban detrás de todo esto y esa información estaba consignada en ese sobre que había perdido. Tenía que organizar sus pensamientos, pensar con calma, ¿Dónde pudo dejar los documentos? Nadie, absolutamente nadie de la oficina y muchos menos de la familia podía enterarse de esto. Decidió llamar a la cafetería por si algún empleado había tomado el sobre, pero la respuesta fue no, sirvió un vaso de whisky y desde el segundo piso de la gran casa, donde se ubicaba su oficina privada, observaba toda la ciudad, preguntándose ¿Quién habría tomado sus documentos?Pensando esto, entró una llamada a su teléfono móvil — ¿Con el señor Julio Reyes?— Si, con él.— Tengo algo que le perte