¿Qué querrá ahora?
Me orillo a un lado de la carretera y tomo el teléfono. Abro el mensaje con curiosidad.
"¿Te gustaría cenar conmigo?"
—¿Cenar? —murmuro, sorprendida, mientras mi estómago da un pequeño vuelco.
Respiro hondo, intentando calmarme. ¿En serio me acaba de invitar a cenar? Apoyo los codos en el volante y escribo, con los dedos más torpes de lo normal: "Claro, me encantaría!"
La respuesta llega casi de inmediato:
"Perfecto. Te recojo a las 7."
Mi corazón se acelera.
—¡Suena genial! Nos vemos entonces —tecleo rápido antes de que las dudas puedan frenarme.
Sonrío como tonta, guardo el teléfono y regreso a la carretera, pisando un poco más el acelerador. La luz del atardecer pinta el cielo de tonos
El aire fresco de la noche nos envuelve en cuanto cruzamos la puerta del edificio. Jake me guía hasta su auto, un Mercedes que parece sacado de una revista, y me abre la puerta con una sonrisa.—Gracias —murmuró, algo nerviosa, mientras me acomodo en el asiento.Él rodea el auto y se instala en el asiento del conductor. Los minutos transcurren en un silencio cómodo, apenas roto por el suave ronroneo del motor y la música de fondo, que parece elegida a propósito para la noche. De vez en cuando doy pequeñas miradas a su perfil, notando la forma en que sus manos se aferran al volante, fuertes y seguras.Finalmente, él rompe el silencio.—¿Tuviste un buen día? —pregunta.—Algo movido, pero bien —respondo, sin tomarle mucha importancia. No puedo evitar soltar una risita al recordar la clase de hoy—. Digamos que mis estudiantes hoy estaban con una energía... única.Él suelta una pequeña risa.—Me gustaría ver eso algún día.— Apuesto que sí. Antes de darme cuenta, hemos llegado al restau
Jake❁❁❁Luego de asegurarme de que Emma entrara al edificio, regresé al auto, y retomé mi camino. La calle estaba tranquila, con apenas un par de faroles encendidos proyectando sombras largas en el pavimento. Suspiré, sintiendo el cansancio acumulado en cada uno de mis músculos. Una ligera lluvia comenzó a caer mientras manejaba de regreso a casa, pero ni siquiera eso me distrajo. Pensaba en Emma, en cómo me había hecho sentir algo que no había experimentado en mucho tiempo.Clair de Lune de Claude Debussy sonaba en la radio, pero no era eso lo que me tenía atrapado. Era su risa. la forma de sus ojos brillaban al contar alguna anécdota absurda de su trabajo, la forma en que su nariz se arrugaba, cómo se sonrojaba, . Todo en ella me llamaba la atención de manera que no podía ignorar.¿Qué demonios me pasa?La respuesta era obvia, pero no lo admitiría en voz alta.¿Qué tiene esta mujer que me tiene así?El semáforo se puso en rojo y frené. Miré por la ventana, las gotas de lluvia c
Me desperté con el estridente sonido del despertador. Último día de la semana, y una semana larga, por cierto. La luz de la mañana se colaba por las cortinas, llenando la habitación con una calidez extraña. Mientras me desperezaba, me sorprendí recordando la noche del sábado pasado, cuando Jake me dejó en la puerta de mi edificio. Había pasado casi una semana desde entonces, y aunque no habíamos hablado mucho, su imagen seguía rondando mi mente de vez en cuando.Esa noche... Bueno, fue extraña pero en el buen sentido. Fue diferente a cualquier otra cosa que hubiera hecho en mi vida.Pensar en él me causa una especie de vértigo. El problema es que no podía negar que la idea de estar cerca de él, me había hecho sonreír más de lo que había hecho en semanas.Mejor dicho, más de lo que alguna vez el inutil de mi ex logró.Me levanté de la cama y, fui directo a la cocina, mientras preparaba café, traté de ordenar mis pensamientos.El sonido de la cafetera me sacó de mis pensamientos. Me apoy
Mi respiración se detuvo, y el ruido alrededor pareció desvanecerse como si alguien hubiera silenciado todo en ese instante.Lo único que sentía era su mirada fija en mí. No sabía si moverme o quedarme clavada en el mismo lugar, así que opté por la segunda opción. Seguí ahí, congelada, mientras mis ojos finalmente encontraban el origen de esa sensación.Allí, entre las sombras, había alguien, y ¿lo reconocí? Pues claro que lo reconocí, esa mirada la reconocería en cualquier lugar.Mi primer impulso fue fingir que no lo había visto y seguir bailando como si nada, pero ¿a quién engaño? Ese tipo de autoengaño no va conmigo.Intenté calmar mi respiración. Tranquila, Emma, me dije, solo actúa natural. Pero mi cerebro no parecía querer colaborar conmigo.¿Por qué, de todos los días y de todos los lugares, tenía que ser aquí y ahora? Quiero decir, no estaba precisamente en mi versión más “glamorosa” después de haber bailado por más de media hora y sudado lo suficiente.Mis pies, que hasta hac
Siento su mano deslizándose lentamente desde mi muslo, recorriendo mi vientre y subiendo hasta mi cuello, donde se detiene y me sostiene con firmeza.Mientras sujeta mi cuello, acerca su boca a mi oído y susurra, con voz ronca, no me provoques, mi Emma.La manera en que me tiene contra su cuerpo, su mano firme en mi cuello y ese susurro lleno de advertencia... cada centímetro de mi piel se eriza.Les juro, esta es la escena más erótica que he vivido en mi vida.Sus labios rozan apenas la piel de mi cuello, pierdo cualquier rastro de cordura.. Me giro lentamente hasta quedar frente a él, no me da tiempo a nada, cuando siento sus labios encuentran los míos.Al principio es suave, pero un segundo después, el beso se vuelve hambriento.Hmm.. sus labios son una delicia.Mi respiración se mezcla con la suya, enredo mis manos en su cabello, jalandolo ligeramente, sus manos se deslizan a mi cintura, me acerca más a su cuerpo como si eso fuera posible.Nos separamos por la falta del bendito air
Va a ser una noche interesante, pensé mientras acomodaba mi cabello frente al espejo, asegurándome de que cada onda estuviera en su lugar.Habían pasado tres semanas desde aquella noche en el club. Tres semanas en las que las cosas entre Jake y yo habían avanzado poco a poco. Mi mirada se desvió al vestido que estaba sobre mi cama. Había optado por algo diferente a lo que suelo llevar.Es un vestido largo, de un color gris humo con un escote corazón, el vestido es ajustado, sin tirantes. La parte superior del vestido es ajustada,y luego se abre en una falda amplia y fluida que cae hasta el suelo.El sonido proveniente de mi teléfono me sacó de mis pensamientos. al ver quién llamaba, no pude evitar sonreír.—¿Lista para esta noche?—Casi. Pero supongo que eso dependerá de cómo se dé la noche, ¿no?—respondí, mientras me siento frente al tocador y termino de arreglarme el cabello.—Ah, ya veo… ¿sigues con esos nervios por ver a Jake, eh?"— Rachel rió desde el otro lado.Sonreí.. nerviosa
—Siempre.Caminamos juntos hacia la puerta principal, y cuando llegamos, Rachel nos recibió con los brazos abiertos, dándonos un abrazo a cada uno.—¡Por fin! —dijo, sonriendo de oreja a oreja—. ¡Ya me tenían preocupada!—Exagerada, dije mientras me acercaba y le daba un beso en la mejilla.—Hola cuñado.Pero que… me volteo como la niña del exorcista.—Hola cuñada, dejame decirte que estás hermosa.Miro de Rachel a Jake y viceversa.— ¿Qué? ¿acaso no puedo saludar a mi cuñado?—¡A no! Pues disculpe su majestad —dije, haciendo una reverencia.Rachel soltó una carcajada y luego nos hizo una señal para que entráramos.—Vamos, no los hagamos esperar, —dijo guiándonos hacia el interior de la casa.La entrada estaba iluminada con luces suaves y decorada con flores blancas.Rachel nos guía hacia el salón. Al entrar todos se nos quedan viendo o mejor dicho se quedan mirando a Jake.—¡Emma! —exclamó la madre de Rachel, levantándose para abrazarme. — Qué bueno que pudiste venir, querida. Estaba
Ya está… le había confesado a Emma que me gustaba.. bueno.. se me había soltado la lengua. Es que.. Carajo… esta mujer me pone.Trato de calmarme, pero es jodidamente complicado. Mi respiración está acelerada, trato de pensar en mil cosas a la vez para sacarme estos pensamientos de hacerla mía aquí y ahora. Es que su olor me vuelve loco, sentir su piel, su cuerpo pegado al mío… ¡mierda! estoy jodidamente caliente.. espero que no se note lo duro que estoy.Me aparto lentamente, aunque no quiero. ¡mierda! ¿Qué le digo ahora? ¿Te deseo? eso sonaría descabellado ¿no? por lo menos para ella.Me pasó una mano por el rostro, tratando de despejar mi mente, pero es como intentar detener una avalancha con las manos. Maldita sea, todo en ella me atrae, cada movimiento, cada gesto, cada maldito suspiro que se le escapa. Quiero acercarme de nuevo, besarla, joder, no me importa si estamos en la cocina de la casa de los padres de su mejor amiga cuando deberiamos estar en el comedor sentados y rodead