WinterMe levanté muy temprano por la mañana y bajé al primer piso a desayunar con mis padres y hermanas.—Buenos días a todos —casi grité mientras les daba un abrazo a cada uno.—Señorita Winter, en verdad me pregunto la razón por la que estás tan feliz hoy —mi madre preguntó con una gran sonrisa en el rostro.—Estoy a punto de aceptar la propuesta que Devan me hizo días atrás —les indiqué sin dejar de sonreír—Le diré que acepto mudarme con él y que también estoy de acuerdo en casarme en un futuro muy cercano. Así que, es muy posible que me vaya en unas semanas y quisiera aprovechar el momento para agradecerles por todo lo que han hecho por mí. Sin duda alguna, me han enseñado el verdadero significado de una familia y como esta, va a apoyarte en cada paso que des. Todos ustedes son mi vida entera y a pesar que me duele mucho el saber que voy a dejarlos y no continuaré viviendo en esta casa, me reconforta saber que van a estar bien y que yo seré muy feliz al lado de la persona que amo
DevanEn el momento en que caí en la realidad y observé como tu cuerpo posaba en un féretro e ibas a ser enterrada dentro de minutos, me di cuenta que te había perdido y que ya no había vuelta atrás. Te habías ido de un día para otro, y yo comienzo a ser consciente de todo lo que acabo de perder al perderte a ti. Te amaba con locura, aunque yo no te lo demostré lo suficiente. Sí, nos amamos con locura, pero, nos equivocamos una y otra vez, no obstante, siempre terminamos el día amándonos más y comprendiendo lo mucho que deseábamos estar juntos. Yo no quería amarte, tú me enseñaste a hacerlo. Y todos esos besos que me imaginé, ahora vuelven a lugar donde los vi crecer. Hoy, en Saturno, vive todo aquello que nunca tuvimos y que ahora, jamás podremos tener.Estoy destrozado, sumamente herido y afectado por todos los eventos recientes que me han hecho reconsiderar con seriedad todos los planes para el futuro que me veo obligado a enfrentar sin ti a mi lado. Sé, siendo muy consciente, ace
WinterEntré apresurada al edificio, no creía ser capaz de callar todo lo que deseaba y necesitaba decirle a Devan ni un solo minuto más. Con rapidez, ingresé a la oficina de mi novio.—Winter, mi amor, no creí que ibas a llegar tan rápido —se acercó hasta a mí y beso mis mejillas para luego tomar mi cintura con delicadeza. No fui capaz de evitar que en mi rostro apareciera una sonrisa de oreja a oreja.—No puedo contenerme...—susurré prácticamente sobre tus labios—Tengo que decirte alto muy importante para mí ¿Está bien?—¿Todavía más importante que el hecho que hayas decidido mudarte conmigo la próxima semana? —Enarcó la ceja con curiosidad y yo solo me limité a reír.—Sí, más importante que eso —murmuré. Estaba preparada para contarle que estaba de acuerdo en formar una vida a su lado. Esta lista para ser suya hasta el último de mis días y para no abandonar Saturno nunca jamás —Mudarnos juntos es el siguiente paso en nuestra relación, sin embargo, también quiero ir mucho más allá.
Devan—Vida mía, te amo cómo no tienes idea —se acurrucó en mis brazos y no fui capaz de evitar que una gran sonrisa apareciera en mi rostro. —Devan, sabes que siempre me he preguntado por qué me llamas vida mía... —Es porque eres mi vida entera. Eres mi vida, Winter Howland y si algún día llegas a irte de mi lado, juro que sentiré que todo se ha acabado. Te llevarás mi alma si me dejas. —No pienso dejarte nunca, dulzura. No pienso irme de Saturno nunca.Winter Howland aseguró que no planeaba dejar ese mundo que creamos para vivir nuestro romance nunca, aseguró que nunca iba a apartarse de mi lado. Ella cumplió con su promesa, ella quería todo lo que yo quería, pero, la vida no nos dio esa oportunidad y eso es lo que me ha traído hasta donde hoy estoy.Hoy, sin ti y sintiendo tu ausencia todos los días de mi vida. Recordando la primera vez que nuestros labios se tocaron, la primera cena que compartimos, cuando fuimos al planetario, la ocasión en la que trazaste todo el mapa de nues
Hola señor Reed, si estás leyendo esta carta es porque probablemente ya estoy muerta y tú estás soportando el dolor que te he causado.En primer lugar, me gustaría pedirte perdón por haberme ido de tu lado tan pronto, por no haber podido quedarme contigo un poco más y seguir siendo tan felices como lo fuimos. No quiero que estés triste, mucho menos que le permitas al dolor convertirse en el protagonista de tu vida y mucho menos, que conozcas a otras personas que puedan llenar de alegría tu corazón. No quiero que sufras, por favor, porque lo que menos deseo en este mundo es hacerte daño, pues quien ama no daña a la otra persona ¿Cierto? No he podido cumplir aquello, pero, sí puedo asegurarte que te amo infinitamente y que me gustaría que me recordaras como Winter Howland, la correctora que apareció en tu oficina para ayudarte a escribir tu libro y que de un día para el otro, se convirtió en el amor de tu vida y quién se negaba a conocerte con mayor profundidad.El universo nos atrajo h
WinterRodé los ojos, recostada en mi cama, al escuchar cómo mi hermana menor empezaba a escuchar música alta en el equipo de sonido en su habitación. Odiaba cuando ella lo hacía, pues cantaba horrible y me causaba un tremendo dolor de oído además que siempre escuchaba música pop, y aunque yo también la amaba, a veces me hacía dudar al respecto.—¡Quinn, maldición! ¿Podrías cerrar la boca? —Salí de mi dormitorio, en dirección hacia el suyo. Al abrir la puerta, la encontré bailando como una loca encima de la cama— ¿Qué haces? Por el amor de Dios...¡Estás loca mujer, completamente loca!—Estoy bailando, hermanita —no dejaba de moverse al ritmo de aquella música ochentera que tanto le gustaba escuchar. Quinn era mi hermanita menor, pues ella tenía diecisiete y yo había cumplido veinticuatro hace unos meses. Además de ella, tenía otros dos hermanos: Amy de veinte y Edmond de veintiocho.—Quinn, son más de las once. Necesito dormir, porque mañana vamos a asistir a una empresa muy important
Winter—Entonces, para mi punto de vista, el hombre de negocios con el que debo trabajar y estar pegada a él durante los próximos cuatro meses es un egocéntrico y un odioso —escupí mientras mi hermana Amy peinaba mi cabello en su habitación.—Winter, si tienes que trabajar a su lado tanto tiempo como dices será mucho mejor que dejes de hablar más de él y te concentres en todo lo que debes hacer mañana —asentí mientras rodaba los ojos. Ella planchaba mi cabello, aunque este ya fuese bastante lacio por naturaleza, pero, de igual manera, tenía un par de rizos en las puntas—Simplemente no le hagas caso, y concéntrate en hacer tu trabajo de la mejor manera, como siempre has acostumbrado a hacer. Eres muy buena en lo que haces y no le permitas a ese señor Reed que te haga dudar sobre eso. Y eres guapa, en eso sí tiene la razón ese hombre.—No fue para nada profesional ese comentario que hizo acerca que era todo un gusto conocer a una señorita tan guapa como yo..
WinterCrucé las piernas y me senté recta en cuanto el señor Reed consiguió una mesa para ambos. Había comenzado a fijarme en la clase de cosas que le gustaban lucir, a esto me refería con los carísimos trajes que vestía, relojes de las mejores marcas, corbatas de diferentes diseños que le ayudaban a lucir un poco más elegante, el cabello bien peinado y una sonrisa de lado. Por mi parte, siempre optaba por usar trajes de oficina, de distintos colores, tacones altos y bolsos de trabajo que me resultaran cómodos para llevar las cosas que solía usar y maquillaje ligero que no me hiciera parecer mucho mayor de lo que era naturalmente.—Bueno, señorita Howland, en primer lugar, quisiera aprovechar para decirle que me parece que su nombre es muy especial —soltó sin previo aviso, logrando sonrojarme de inmediato, pero, me reincorporé y tragué saliva rápidamente.—Gracias, señor Reed. Mis padres eligieron ese nombre para mí porque nací durante el invierno, exactamente el 17 de febrero —ni siq