— ¿Lo viste? ¡Te lo dije! Te dije que regresarías sin problemas a la mansión, conozco a Adriano, ¡Es un pelele! No aplica mano dura en su casa, y me aprovecharé de eso para hacerlo comer tierra a mis pies, ¡Ya lo verás! Ahora tú harás exactamente lo que te diga, y cuando lo hayas hecho, entonces te daré lo acordado para que desaparezcas y seas libre.Livia sonrió. Estaba enamorada de la idea de la libertad, hacía mucho que soñaba con tener su propia fortuna y hacer lo que quisiera, pero sabía que no podía, sus expedientes policíacos dejaban mucho que desear, de manera que cuando Adriano la recibió en casa pudo tener una vida digna fuera de la cárcel, pero no libre, estaba de nuevo en la mafia.Inspiró profundo y se imaginó en algún lindo lugar disfrutando de la vida, quizás iría a casinos de Mónaco, o a Las Vegas, lo más lejos de Roma que pudiera, pondría mucha tierra de por medio. Tal vez tuviera suerte e incluso encontrara alguien rico que se fijara en ella, todo era posible ahora c
— ¿Qué diablos es lo que está sucediendo aquí? — La voz profunda y poderosa de Adriano retumbó en el pequeño espacio e incluso los animales se incomodaron y comenzaron a moverse dentro de sus espacios.— ¡Adriano! — Angelina exclamó asustada.— ¡Señor! Viene a buscar a la señora, pero la encontré dormida sobre el heno y…— ¡Cierra la boca, traidor!— ¿Traidor? ¿Por qué estás viendo fantasmas siempre en donde no los hay? — Angelina gritó — ¡Cuando tú eres el único sin honor aquí! — El rostro de la chica se cubrió de un rojo carmesí mientras era presa de los nervios y las lágrimas inundaban su rostro.La furia de Adriano se incrementó al escucharla enfrentarlo de ese modo.— ¿Me vas a negar lo que acabo de ver? ¡Este mequetrefe estaba acariciando tu cara, Angelina, ¡Estaba diciéndote cosas al oído y planificaban fugarse juntos! — Las palabras salieron como un tropel por su boca, sin riendas y sin nada que las contuviera hiriendo aún más el frágil y lastimado corazón de la pelirroja.El
Angelina se dejó caer sobre la cama hecha un mar de lágrimas, sentía cómo el pecho iba a rompérsele en dos, ¿Cómo era posible que Adriano pudiera ser capaz de comportarse de esa manera con Antón? Se había trasformado en una fiera, o peor, había dejado salir su verdadera identidad, su careta se desvaneció y ahora mostraba su verdadero rostro.— ¡Dios, ayúdame en este trance! No puedo quedarme aquí un minuto más con él… — Sollozó abrazando a la almohada y aferrándose a su fe.Adriano entró a la habitación en el momento justo en el que ella hacía esa plegaria y la sintió como si lo abofetearan.— ¡Eres una cínica, Angelina! Haces lo que haces, ¿Y luego pides ayuda del cielo? ¿Pero qué clase de creyente eres que puedes traicionar a tu esposo en su misma casa?La pelirroja, apenas si pudo levantar la mirada a medias, no daba crédito a lo que escuchaba salir de la boca del gánster.— ¡Estás enfermo, Adriano! ¡No puede ser que estés hablando en serio!— Lo que no puede ser, ¡Es que tú me hay
Vico se regodeó en la idea de meter el dedo en la llaga de Adriano raptando a su esposa, adema del plus agregado que significaba la chica. No se conformaría solo con secuestrarla por ´puro gusto, no, claro que no, la convertiría en su amante y luego le envía ría las evidencias a Adriano para hacer su vida más miserable cuando lo dejara sin un solo centavo.— Entonces, ¿Crees que ya sea hora de entrar? — Preguntó a Livia para asegurarse.— Absolutamente, si no lo haces ahora, no sé si podrás hacerlo, luego. Recuerda que las guardias en la mansión se rotan por horario, no te garantizo nada después de media noche — Ella le advirtió — No será mi culpa si no puedes hacer nada si lo haces ahora.— Comprendo, tengo todo listo para ingresar, pero esta vez lo haré de otro modo, ni siquiera sabrán que estuve ahí hasta que sea demasiado tarde.Livia guardó el móvil en su bolsillo y, en cuanto se disponía a regresar a su habitación, se tropezó de frente con Vico.— ¡Ah! — ¡Por la madona, Vico! Ca
Angelina sintió cuando era arrastrada por el suelo, pero sus brazos y piernas estaban tan pesadas que parecían estar hechas de plomo, intentó abrir los ojos, pero los parpados se le cerraban y ni hablar de emitir algún sonido, solo podía gemir, pero al parecer ni siquiera Vico se percataba de ello.Para cuando la metieron al auto que esperaba a afuera ya había quedado sumida en tinieblas.Cuando Adriano despertó le dolía la cabeza como el demonio, sentía como si tuviera metida en un enorme tanque metálico y alguien lo golpeara por fuera haciendo un zumbido ensordecedor.Tomó el teléfono y llamo a la cocina para que le subieran un té o un café bien cargado y un medicamento, cualquier cosa que le calmara el maldito dolor y malestar de la resaca.El teléfono sonó varias veces y nadie lo tomo.— Maldición, tendré que hacer cambios radicales en esta casa, nadie me respeta, nadie me obedece, ¡Los mandaré a todos al demonio! — Se dijo mientras hacía amago de levantarse, pero al hacerlo sinti
Angelina abrió los ojos pesadamente, le dolía todo el cuerpo, en especial la cabeza, los parpados pesados apenas si la dejaban poder ver. Miró a su alrededor y no reconoció el lugar. Era oscuro, había una pequeña ventana en la parte superior de la pared que daba a una jardinera descuidada y con la maleza crecida, lo que le hizo pensar que se encontraba en un sótano.— Bueno, solo cambié de lugar — se dijo a sí misma — Pero no de status, sigo siendo una don nadie que no vale siquiera el que me encierren en una habitación común, soy parte de las cosas que menos valor tienen para que me lancen últimamente a los sótanos — se lamentó con profundo dolor en el pecho.Miró hacia todos lados, el opaco rayo de luz que entraba por el cristal sucio iluminaba a medias el lugar polvoriento y lleno de cosas viejas, había manchas verdes y negras en las paredes y el olor a moho le golpeó con fuerza haciéndola estornudar.— Humedad, ¡Lo que me faltaba! Si me mata Vico lo harán las esporas en los pulmo
La nave seguía ganando altura y Sofi tenía atragantada la pregunta que había dejado en el aire, pero tuvo que esperar hasta llegar al helipuerto para que Antón pudiera contestarla.— ¿Vas a explicarme lo último que me dijiste en la mansión antes de salir?— Sí, por supuesto, amor… — Él sonrió — Ella estaba muy herida, dudando del amor de Adriano, es normal, Adriano es un hombre difícil y lleno de traumas. Nunca pensé que pudiera tener una relación tan estable con una mujer como hasta ahora, de hecho, me sorprende…— Estás cambiando el punto.— No, es el mismo punto, ella estaba desesperada, había llorado tanto que estaba dormida sobre la paja en los establos cuando llegué.— ¡Oh!— Sí, la pobre estaba destrozada. Y cuando la desperté para que viniera conmigo, ella comenzó a llorar de nuevo.— Comprendo, quisiste darle esperanzas.— Sí.— Y él lo malinterpretó todo.— Si…— Pero no te creyó a ti que le has salvado la vida tantas veces… eso me duele y me molesta mucho.— Fue un impulso,
— ¡Deja esa cosa, Vico!— ¿Qué? ¿Esto? — Levantando más la víbora y acercándola al rostro de Angelina, de pronto a ella le pareció que la cola del animal se movió por sí sola y lanzó un grito.— ¡Ah!Vico lanzó la serpiente al suelo lejos de ella.— No temas, hermosa, ya está muerta, y no puede hacerte nada. Ahora, después de haberte puesto a prueba, créeme que estoy muy feliz de que pasaras todas las pruebas.— ¿Pruebas?— Sí, no mucha gente sobrevive a este lugar, hay quienes han muerto en la primera hora, tú, en cambio, pasaste la noche y acabaste con dos de los peligros más fuertes que tengo aquí, así que eres una rareza.— ¿Y debo sentirme alagada por lo que me estás diciendo?— Un poco, sí, pero ahora, tú y yo iremos de paseo.— ¿A dónde me llevarás?— A cualquier lugar, preciosa, ¿No crees que cualquier otro sitio es mejor que estar aquí?Allá no dijo nada, pero técnicamente era cierto, cualquier otro sitio en donde no hubiera serpientes sería mucho mejor que ese.Ella asintió