Se había decidido por un vestido largo en color azul, media campana, con tela de encaje para la blusa, el escote dejaba una buena parte de su pecho a la vista, pero nada que pudiera tomarse como inmoral , después de todo no sabía a lo que tendría que enfrentarse esa noche, observó su reflejo en el espejo, realmente le quedaba fantástico, se fijó en el precio de la etiqueta, valía al menos diez sueldos de su antiguo trabajo, de repente se sintió apenada, no entendía el motivo, no era la primera vez que Bruno pagaba su vestuario, pero si era la primera vez que ella lo elegía.
- ¿Está segura que puede pagarlo? – la vendedora preguntó con un tono de voz molesto, era el tercer vestido que probaba, pero el que le había robado el aliento, Bruno estaba fuera no había tenido oportunidad de verla con ninguna prenda que se había probado.
- ¿Perd&oacu
— Ángela – giro su cuerpo al escuchar la voz de Alberto, a su espalda— Alberto – susurro tan bajo que llego a dudar que la hubiese escuchado siquiera— ¿Podemos hablar? – quería negarse— Por supuesto, ¿podemos ir a la cafetería? – Zacarías la esperaba en el auto, le había enviado un mensaje hace diez minutos, así que escribió un y corto mensaje avisando sobre su retraso— ¿Cómo estás? - ¿Qué podía responder? Estaba bien, pero no feliz del todo— Bien y ¿tu? – no quería extender la conversación, tenía que volver a casa— ¿Por qué Ángela? – ella sabía que él preguntaba por su ruptura— Es lo mejor Alberto, te quiero, pero me temo que no lo suficiente para permanecer a tu lado – se
Los susurros y murmullos de los presentes eran tan claros como si lo gritaran, las miradas estaban sobre ellos, pero no les importo, nadie podía opinar o dirigir sus vidas, la fiesta transcurrió entre la falsa moral que muchos pregonaban y otros cuantos admirados de la belleza que tenía Bruno como pareja. Mientras él se sintiera completamente orgulloso de su mujer, las opiniones salían sobrando sobre todo porque muchos de ellos terminaban debiéndole uno que otro favor.—¿Cansada? — negó—No ¿y tú? — sabía que su día había sido difícil, firmas y contratos, papeles aquí y haya.—Puedo soportarlo un momento más —aseguró. Mientras observaron caminar a Barbará y Juan Carlos hacía ellos—Tío, un gusto verte —Estaba incomoda, la mirada de Ángela, sobre ella, odiaba el he
Ángela aparto las sabanas y corrió al baño. Vomito hasta que sintió que ya no podía más. ¿Qué le sucedía? Era la cuarta mañana consecutiva que esto sucedía, casi no había cenado la noche anterior, echaba de menos a Bruno, nunca imaginó que la separación sería tan difícil para ella, añoraba el calor de su cuerpo junto al suyo, desayunar por las mañanas. Se cepillo los dientes, lavo su rosto, el reflejo del espejo la asusto, tenía ojeras y estaba pálida. Culpo a Bruno por hacerse extrañar tanto, se ducho y bajo a desayunar, un poco de pan tostado y naranjada no fue capaz de comer un solo bocado más, tenía que presentarse a clases, su profesor le había dado oportunidad de presentar el examen que había perdido por culpa de Alberto. En esos momentos sentía que lo odiaba.—Señora &iqu
Después de la visita al ginecólogo el día anterior, sus emociones estaban a flor de piel, se sentía feliz y triste al mismo tiempo, no podía explicar con exactitud sus emociones. Había confirmado su embarazo, ¿Cómo se lo diría a Bruno? Los nervios y el miedo a ser rechazada se instalaron en su vientre ¿Qué haría si la rechazaba? No tenía nada que ofrecer a su hijo más que su amor ¿bastaría para salir adelante? Quizá si renunciaba a la Universidad y conseguía algún trabajo de tiempo completo de lo que fuera, no sabía que haría, lo único de lo que estaba segura es que tendría a su hijo, no había sido planeado, pero sería amado. Si Bruno la dejaba nunca más volvería a estar sola, tendría a su hijo con ella.Se recostó un momento, esperando la hora para hablar con Bruno. Se qued&o
—¿Estás loco? No sabes nada de ella, no sabes ni siquiera quienes son sus padres ¿y pretendes casarte con ella? — Juan Carlos, se giró enojado hacia su hermano mayor—¿Has terminado? Te lo estoy comunicando, no estoy pidiendo tu permiso Juan Carlos, eres mi hermano y supongo que puedo contar contigo —se levantó ante el arrebato de su hermano menor—Le darás acceso y poder sobre todo tu fortuna si te casas con ella, al menos haz que firme un acuerdo prenupcial para tener la seguridad que no está solamente detrás de tu dinero.—Es mi dinero, al final de todo, no voy a desconfiar de ella por ti. Nos casaremos en una semana—¡Definitivamente te has vuelto loco! —salió de la oficina dando un portazo, furioso por las locuras de su hermano mayor.⧓ ⧓ ⧓—Zacarías, lleve esto a la oficina del señor por favor
Ángela Beltrán, espero tener una oportunidad de explicarle a Bruno la situación cuando estuviese más calmado, sin embargo no puedo ser así, Bruno se habría marchado, regresando a México sin despedirse, sin darle la oportunidad de nada, sabía que era su culpa, sabía que debió hablarle con la verdad, pero eligió no hacerlo. Motivo por el cual no podía culparlo, había herido sus sentimientos al ocultarla su relación con Alberto y debía afrontar las consecuencias de sus actos…—¿Señora? —Zacarías su fiel amigo, había estado a su lado los últimos cinco días, esperando en vano el regreso de Bruno.—No volverá, Zacarías el no volverá —lloró. Sentada en las gradas de la inmensa mansión, nunca se había sentido más sola que ahora, ni siquiera c
Raúl recibió la bolsa de Ángela, había sido ingresada con urgencia al hospital público de la ciudad, no sabía a quién llamar, por Alberto sabía que Ángela no tenía familia alguna. Se sentó pensando ¿en qué hacer? ¿Y si le pasaba algo? ¿Qué haría? El móvil empezó a sonar, se dio prisa quizá tenía a alguien para avisar en caso de emergencia—Bueno —el silencio le siguió a su contestación—Por favor si hay alguien en la línea es urgente —dijo. Sin saber que más hacer—¿La señora Ángela? —le sorprendió escucha la voz del hombre parecía mayor, ¿sería Bruno?—Ángela sufrió un accidente —le silencio volvió a asustarle —Bueno, bueno por favor, ¿alguien en la l&ia
—Creí que al no ser Alina tu madre estarías a salvo de heredar su ambición, pero me equivoque Bárbara, eres exactamente como ella —Levantó el rostro en desafió, Bruno no era su tío favorito—No eres nadie para juzgarme, porque no le preguntas a tu prostituta —las palabras hirientes de Bárbara solo aumentaron su ira—Dime una maldita vez ¿Dónde puedo encontrar a Alberto?—¡No lo sé!—Dile donde podemos encontrarlo Barbie —Juan Carlos había escuchado la manera de expresarse de Bárbara, era normal siendo que ninguno de ellos era su tío biológico aun así le debía respeto.—Juan Carlos —él sonrió, ante el tono meloso de Bárbara, había deseado tanto que no fueran nada, pero ahora que lo sabía, todo era distinto, nada como lo esperaba.