Christopher
Su pelaje entre mis dedos se siente como si fuera algodón. Tan suave. Tan sedoso. Nunca toque algo más suave que ella.
Ágata.
La primera vez que la vi hace una semana tras el incidente con el vampiro quedé impresionado con ella. Su tamaño. Su seguridad. No es como las demás lobas, ella se asemeja a Zeus en tamaño y desprende poder que podría colocarte a temblar si se lo propone.
Su respiración es constante al igual que su pulso.
– Señor...
Puedo ver por el rabillo de mis ojos las botas de mi guardia, aquel que le disparo el tranquilizante. Mis manos no dejan de recorrerla, desde su lomo hasta su cabeza, tras sus orejas, su cuello. Puedo sentir a Zeus ronronear en mi pecho por tenerla cerca y me intriga. El hecho que reaccione así con ella, siendo que ya no es nuestra mate.
Puedo oler los nervios del guardia. La sangre de Bre
Christopher Troto lo rápidamente subiendo de dos en dos la escalera para salir de las mazmorras, los pasos de mi guardia y Brenin puedo escucharlos a la distancia. Vienen caminando, pero por mas que yo quiera ir lento no puedo. Algo me atrae hacia ella. Me llama. Me es imposible no acudir a ella si lo necesita y eso me esta pasando en este momento, no sé por qué reaccionamos así con Zeus, pero cada vez se me está haciendo más difícil permanecer lejos de ella. La ansiedad y un leve deje de enojo está posicionado en mi cuerpo, emociones las cuales no sé de donde provienen porque no he tenido estímulos como para tenerlas. – Apúrate. – gruñe mi Lobo. – Tranquilo, ya llegamos. – Solo apresúrate. – Sili iprisiriti. – respondo con burla. – Idiota. Estaba a punto de responderle, cuando un fuerte gruñido llega a mis oídos proveniente de la mansión. Mi pulso se acelera y cuando rodeo hasta llegar frente a la puer
IsabellaVeo su espalda desaparecer por el pasillo. Alejándose de mí.– ¿Por qué estaba triste? Hace un momento estaba bien. – habla ágata.– No lo sé.– Vamos a verlo, a darle cariños, amor, quizás así se siente mejor.– No podemos.– Claro que sí yo lo quiero.Se que lo hace, porque yo también lo hago, aunque me esfuerce por ocultarlo o negarlo. Lo quiero tanto que duele, porque aun no soy capaz de decir la verdad, de dejarme llevar. De acercarme, cuando muero por hacerlo. Besarlo, sentir sus labios otra vez.– No me vuelvas a tocar cuando él este presente. – dice Brenin ocasionando que lo mire.– ¿Qué?Su vista también esta fija en el pasillo por donde Christopher desapareció hace unos segundos.– É
ISABELLACamino tras él admirándolo. Desde que me pregunto si quería ir con él y comenzó a caminar no ha volteado una sola vez a vernos, sé que puede escuchar que voy tras suyo, pero quisiera que volteara, aunque sea una vez.Pasamos por el pasillo y Brenin seguía en la misma posicion, de brazos cruzados mirándonos con curiosidad.– ¿Qué sucede? – pregunto en mi dirección, pero viendo como Chris seguía caminando sin detenerse.– Brett despertó.– ¿iras con él?– Sí.
IsabellaEl día paso como si no hubiera existido. Hoy era el día de la gala, exactamente en hora y media. La mansión era un caos, ayer en la tarde comenzó a llegar la gente de catering y todos aquellos encargados de dejar todo presentable. Con Brenin fuimos hoy en la mañana a buscar nuestros atuendos, no fue difícil, tenían gran variedad de cosas, pero aun así no tengo ganas de asistir.Christopher no se ha despegado de la mujer que llegó ayer, solo la ve a ella, a mí no me ha dedicado ni siquiera una pequeña mirada. Es como si no existiera. Y ahora me encuentro frente al espejo de mi pieza, envuelta en una bata debido a mi reciente baño, armándome de valor y de ánimos para arreglarme y bajar.Unos golpes a mi puerta llaman mi atención y me dispongo a caminar hacia ella para abrirla. Mi corazón pega un salgo y los nervios se hacen pres
ChristopherLa mansión está repleta de gente, como cada gala. Hechiceros de todas partes del mundo y miembros de otras manadas viene a celebrar. El color plateado y turquesa predominan en las decoraciones. Flores de arboles de cerezo, ligeras nubes y destellos adornan el cielo, flotando y moviéndose sutilmente todo junto, cortesía de Brenin.Hay Alphas de distintas manadas, tanto norte como sur, algunos de edad mas avanzada y otros novatos como yo.Recorro toda la habitación con la mirada a la espera de poder verla, aunque sea de lejos. He estado evitándola, dándole libertad, sin molestarla con mi presencia. Se que no soy de su agrado y lo que menos quiero es que la estadía que esta manteniendo aquí se vea afectada por mi culpa.Han pasado casi dos semanas desde que llegaron y no ha habido señales de algún posible ataque, no han aviso avistamientos, cuerpos
ISABELLA Liam. Una risa irónica sale de mis labios al darme cuenta de que tenía razón. La espalda de Christopher me cubre perfectamente, aún no me ha visto y la verdad, aunque me viera no me reconocería. Todos están en posiciones de alerta, Marcos esta de brazos cruzados a un lado de su Alpha con la mandíbula tensa. Si bien los superamos en números ellos tienes al menos 4 hechiceros en sus líneas, un par de vampiros y el resto son Licántropos. Intento mirar sobre el hombro del hombre frente a mí, pero me es imposible, así que optando por una segunda opción miro por entre sus brazos, que se encuentran un poco despegados de sus costados dándome un pequeño espacio para espiar. Puedo escuchar superficialmente una conversación que manti
ISABELLALas líneas de Liam avanzan rápidamente hacia nosotros traspasando nuestras fronteras, algunos de nuestros guardias se transforman en sus lobos y otros simplemente se quedan en forma humana.Si bien nosotros los superamos en número, él tiene vampiros y brujos de su lado. Los gruñidos comienzan a hacer presentes llenando el ambiente. Mis ojos no se apartan del lobo gris de Liam, sus dientes están expuestos en mi dirección y sus ojos muestran claramente sus emociones. Las ganas de tiene de matarme.Una sonrisa burlona tira de mis labios y ese es el incentivo suficiente para que comience a correr en mi dirección. De reojo puedo ver como Christopher vuelve a adoptar la forma de Zeus y antes de que el se mueva comienzo a correr en dirección a Liam interceptándolo a mitad
Omnisciente. Los pájaros cantan y los insectos revolotean alrededor de lo que hace unos cuantos minutos era un pequeño campo de batalla, ellos siguen su vida, sin saber que una posible tragedia esta por suceder. Marcos corre como puede a pesar de sus heridas y golpes hacia su Alpha, su mejor amigo, su hermano, el cual se encuentra acostado de costado en el suelo siendo ayudado por uno de los guardias que estaba cerca de él en el momento que la tragedia sucedió. Isabella sigue en estado de shock por ver a su mate en ese estado, intenta ponerse de pie, pero los síntomas de su magia a punto de descontrolarse le pasan cuenta. Brenin corre en su ayuda, le agarra la cara observándola detenidamente y con un profundo miedo posicionándose en su pecho al ver a la muchacha en ese estado. No quiero perderla, no puede p