Hola!
Tiempo sin aparecer por aquí, no sé si aún tienen guardada la historia en sus bibliotecas, PERO, sí es así... les quería comentar que finalmente tenemos la segunda parte de esta historía. Sé que algunos la han estado esperando, sobre todo despúes de los extras con los que terminamos asi que al fin la espera ha terminado.
Claro que los protagonistas serán otros... creo que ya deben imaginar quienes y sí no, aquí una pequela pista... es una pelirroja y un brujo de ojos verdes...así que vayan a darle amor y apoyenla.
Ya he subido un par de capitulos, así que nos leemos por allá.
Nos vemos!
Bienvenido a una nueva historia. Tal como las otras, nuevamente te adentrarás en mi pequeño mundo de fantasía y lobos. Recordarles que todas mis historias son borradores, así que se encontraran con faltas ortografías y posibles errores. Además a pesar de que la historia tendrá similitudes con otras sobre cosas de lobos aquí igual yo invento y agrego cosas sobre ellos. Cabe mencionar, que en esta historia no sucederá nada explicito hasta que sea mayor de edad nuestra Aurora y bueno... si es que llegase a pasar algo, no lo sabremos hasta leerlo. Bueno y creo que no está de semanas aclarar que está pertenece a la saga de recházame, pero se centrará en Brenin y Aurora. No es necesario leer el primer libro, pero si quieren saber de algunos personajes o cosas que nombrarán aquí, si podrían leerlo. Para aquellos que encuentren turbio el hecho de que ellos sean mates, simplemente no la lean sino quieren, pero no tiren hate. Y para aquellos que los shipean, bienvenidos sean. •❀∘✿∘❀∘✿∘❀∘✿
PRÓLOGO. La miré con atención, somo siempre lo he hecho. Admirando su belleza, impregnándome ese delicioso aroma que desprende. Indicándome solo una cosa, gritándome solo una palaba, Mía. Su semblante no es el de siempre, está enojada y lo sé. Está triste y lo sé. Se está rindiendo y eso, también lo sé. Porque ella lo ha dado a entender, con cada oportunidad que busca y no obtiene nada. Pero lo peor de todo, es que yo podría mejorarlo todo, hacer que deje de sentirse como lo hace, que sus ojos vuelvan a verme con el brillo que solían hacerlo, que me abrazará como solía hacerlo y que yo fuera la primer persona que buscara cuando algún problema le surgía como solía hacerlo, y no ser una extraño para ella como ahora lo soy. Mis ojos recorren su bello rostro, sus labios suaves y rosados, las pecas sobre su nariz, sus delicadas cejas, las mejillas sonrojadas y finalmente los pozos azules que me ven con intensidad. Mis manos pican por tocarla, por encerrarla entre mis brazos y olfate
BRENINLas luces parpadeantes claramente lograban su cometido, que es el subir aun más mi ebriedad, claro que, si también le sumáramos el hecho de que en mis venas corren polvos de hadas igualmente se podría llegar a la conclusión del porque no puedo ni siquiera mover mis dedos.–Creo que ahora sí te excediste –me regaña Antón–. Mejor vamos a casa y estamos con la bebé.Sacudo la cabeza para despejar mi mente cuando siento unas uñas recorrer mi brazo.–¿Qué tenían esos polvos? –pregunto girando mi rostro hacia la rubia a mi lado.Una sonrisa ladina se instala en su rostro mientras sus uñas siguen recorriendo mi brazo, el cual de un movimiento brusco saco de su alcance.–Solo somníferos y una mezcla de afrodisiacos.–¿Somníferos? –arrugo el ceño–. ¿Por qué mierda le pondrían somníferos?–Porque así te relajas –se encoge de hombros e intenta volver a tocarme.–No me toques –gruño agarrando su muñeca con fuerza–. No me gusta que te toquen.–Eso he oído, solo quería comprobar –se zafa de
BRENINUn mes después.La brisa agita suavemente mi cabello, se puede escuchar a los pájaros comunicarse entre ellos con sus cantos, los grillos igualándolos en el pasto que nos rodea y mis sentidos totalmente alertas como sucede cada vez que la tengo a ella cerca.Aurora. Tan pequeña, tan frágil, tan llena de vida. Sentada en el medio de una manta junto a su madre en medio de nuestro jardín trasero rodeadas de los juguetes de ella. Con los rayos del sol reflectando en sus cabezas rojizas y sus sonrisas.Jamás pensé que podría llegar a ver a Isabella tan feliz, ya que cuando llego a la manada de Fabian todo en ella irradiaba tristeza. Sabía que se sentía sola y perdida, que necesitaba un empujón para lanzarle a vivir la vida. Aún recuerdo las noches que la escuchaba llorar, murmurar el nombre de Christopher en sueños, pero poco a poco comenzó a brillar y descubrirse a ella misma lejos de todos los prejuicios y miedos inculcados en su mente.Aún recuerdo cuando la diosa luna apareció
BRENIN 2 MESES DESPUES.Me paseaba de un lado a otro por el patio de la escuela viendo que ninguno de mis alumnos saliera lastimado. Si bien han tenido un gran control de su magia hasta el momento, el elemento de fuego siempre es complicado y engañoso.Un pequeño rose con algún material inflamable y se puede generar el caos, sobre todo porque ellos aún no lo manejan bien y entraran en pánico apenas alguna prenda de sus ropas se incendie.Lo bueno es que nada a nuestro exterior podría resultar perjudicado, ya que mi campo de fuerza los protegía. Tanto a los animales o personas, como la naturaleza en sí.Ahora solo era un grupo de 5, los separé en dos grupos para evitar riesgos.Manuel intentaba formar bolas de fuego, me he dado cuenta de que es su fuerte, formar figuras redondas con su magia.Los otros solo crean llamas.Y Amalia, es otro caso distinto. Su fuerte es darle forma de animales a sus poderes. Como ahora, que pequeños zorros rojos corren a su alrededor.Lo inicial de la sec
BRENIN3 meses después.Recorrí con ansias cada rincón de la tienda. Tenían de todo lo que uno podría elegir, en variedades de colores y formas.–¿Qué podríamos llevar? –preguntó Antón.–No lo sé –deslice la yema de mis dedos por una tela–. Hay muchas cosas.–Debe ser algo único y lindo.–Lo sé –suspire indeciso con tantas cosas a mi alcance.Volví a recorrer una vez más y me detuve frente a un pequeño estante observando las piedras brillantes.–¿Algo en lo que te pueda ayudar? –una voz femenina llegó a mis oídos.Voltee la cabeza en dirección hacia ella y una morena me sonreía con coquetería.–Solo observo –deje de verla–. Gracias.–Bueno... pero podría orientarte –sentí que se acercaba más y mi cuerpo se tenso ante su cercanía–. Haz estado mucho tiempo merodeando, quizás necesitas que te ayuden. Yo podría ayudarte en cualquier cosa que necesites.–No vayas a caer en sus insinuaciones –gruñó Antón.Negué e intenté alejarme, pero sus dedos se aferraron a mi brazo erizando cada poro de
BRENIN2 años después.Puedo perfectamente escuchar sus pasos venir por el pasillo, calmados pero firmes. Como pequeñas plumas que hacían caricias en el suelo, pero que eran mis peores tormentos.Sabia lo que venía, lo que sucedería.Inconscientemente mi cuerpo reaccionó ante ello, mis palmas sudaron y mi respiración se acelero ligeramente. Pensé en esconderme, pero siempre me encontraba y luego era peor.Escuché como el pomo era girado y la puerta se abría. Mi cuerpo hormigueó inmediatamente ante el conocimiento del sucedo que estaba próximo a suceder.Escuché el cierre la puerta y del pestillo, cerré los ojos y tragué saliva pesadamente.Odiaba lo que ella me hacía, odiaba a mi padre por haberse casado con ella luego que mi madre muriera y odiaba mi cuerpo cada vez que ella lo tocaba.Sentí sus pasos acercarse, la proximidad de su aura contra la mía.Abrí los ojos en cuanto la sentí a mi espalda, no moví ni un musculo y solo dejé que se acercara. Sus dedos alcanzaron mi cabeza sumer
BRENIN5 años después.Desde lejos observo como mi pequeña pelirroja intenta mover unas pequeñas rocas con su magia. Desde que nos mostro indicios de ella cuando tenia apenas 3 años supimos que debíamos entrenarla, no podíamos permitir que se descontrolara, menos cuando a tan corta edad ya la poseía.Un pequeño berrinche y podría ocasionar caos.Por suerte, eso nunca sucedió. Su magia era sumisa, no la dominaba y si bien había veces en las que sus berrinches o enojos eran fuertes su magia nunca salió a flote.Todo era bueno, le enseñe unas cuantas cosas inofensivas, como a hacer las burbujas que siempre le gustaron. Me encantaba hacer magia para ella y ver el asombro en sus ojos. La felicidad en ellos por algo que nosotros hicimos por ella.Hasta que Isabella decidió que alguien más debía entrenarla, alguien que no era yo.Usando como argumento que por el apego que tenia con ella no seria racional con su aprendizaje, que nunca la llevaría al límite o expondría. Y si no hacia eso, jamá