CARISSA BRITOS
-¿Cómo te sientes con eso? Se que después de lo que pasaste debe de ser difícil- Mi terapeuta, un hombre de alrededor de sesenta años está más enterado de los acontecimientos de mi vida que yo misma. Gracias a mi querida familia que aún cree que necesito terapia-Estoy bien. Marina es mi mejor amiga y me siento feliz por ella- Respondo sin vacilar intentando que él crea que ya lo he superado-No tengo dudas sobre eso, pero tú sabes cuál es nuestra preocupación. Lo que viviste no fue sencillo- Asiento incapaz de decir algo más. He perdido la cuenta de las veces que me derrumbé en éste mismo diván-No volveré a intentar desaparecerlo de mi mente. Su recuerdo siempre estará conmigo, pero ahora estoy feliz por Marina- El psicólogo solo asiente sin una pizca de credibilidad ante mis palabras-Tienes mi número. Si tienes nuevamente esos pensamientos llámame. Estoy aquí para ayudarte- Me pongo de pie al saber que ya acabó mi sesión-Estaré bien, pero gracias- Me despido y salgo con un nudo en la gargantaCreen que es sencillo seguir viviendo. Todos dicen "supéralo" "ya pasó mucho tiempo" "deberías casarte". Perdí a mi mejor amigo, a mi prometido, a la única persona que me conocía más que yo misma.He luchado contra su recuerdo cada día y me he derrumbado la misma cantidad de veces que me puse de pie. Aún su muerte me acecha, su cuerpo sin vida, sus últimas palabras. Él intentó salvarme, salvarse, pero solo me condenó con su suicidio.Nadie sabe todo lo que siento, pero mi intento de rehacer mi vida después solo fue un error que solo Marina sabe. No sé cómo es que sigo viviendo, ni siquiera encuentro razones para seguir adelante. Supongo que estoy perdida, tan rota por dentro y tan asustada de intentar morir y fallar que he dejado de intentarlo.Así soy a mis veintiocho años. Alguien que intenta vivir un día a la vez. Una mujer que ha estado los últimos cinco años de su vida visitando un psicólogo por orden de su familia ante el miedo de que intente nuevamente suicidarme.Me encerré en mi misma y me negué a hablar sobre él, sobre ellos y sus recuerdos. Me dijeron que vuelva a intentarlo y hasta mencionaron emparejarme con alguien por medio de un contrato. Mi familia sigue creyendo que necesito un hombre a mi lado, pero tienen tanto miedo como yo. Una parte de mi se alegra de que hayan desistido en la idea de buscarme pareja, pero otra parte de mi se pregunta por cuánto tiempo seguirán tranquilos respecto a eso.Voy a una florería y me dirijo al cementerio para hablar con él, con la esperanza de que él me escuche y me entienda aunque físicamente no esté a mi lado. Tendríamos ahora cinco años de matrimonio y una vida incompleta, pero se que hubiera estado tranquila.Llego a su tumba y miro su fotografía, la última que le tomé y comienzo a llorar.-Te extraño Jason. Debiste quedarte, debimos resolverlo juntos- Él recuerdo de su cuerpo sin vida vuelve a golpearme-¿Por qué me dejaste sola?- Le reclamo-Quisiera estar contigo. Para mí no era un problema, no te amaba así, pero eres lo más cercano al amor que tuve- Acaricio su fotografía y la miro fijamente intentando quitar el recuerdo de su cuerpo sin vidaSalgo del cementerio y voy a mi penthouse. Se que dije que iría a ver a mi familia, pero hoy no soy capaz ni de lidiar conmigo misma.Voy a mi balcón y veo mis amadas plantas. He aprendido tanto sobre ellas pensando en maneras naturales de quitarme la vida. Tengo todas mis plantas por eso. Ellas tienen tanto poder, tanta vida. ¿Qué tengo yo?El recuerdo de Jason me hace daño. Me prometí jamás decir lo que sucedió realmente, no quiero que lo sepan. ¿De qué serviría eso? El joven de veinticinco años que evitó casarse con su mejor amiga por encontrar el amor en alguien de su mismo sexo. Solo una vez estuvimos juntos y le causó dolor. Estando entre mis sábanas reafirmó su sexualidad y yo lo entendí, lo acepté, lo quise aún más.Jason no quería condenarme a una vida a su lado, lo sé. Tampoco quería estar conmigo y sentirse muerto en vida, presionado.Nuestra unión se hizo más fuerte cuando el me confesó que estaba enamorado. Yo no lo amaba, no de la manera en la que debía. Inicialmente creí que podríamos ser felices, hacíamos todo juntos. Éramos buenos juntos, una gran pareja, dos personas tan afines que se complementaban. Verlo a él era como ver el reflejo de mi misma, pero era demasiado bueno para ser verdad. Inocentemente creí que tal vez estando juntos una vez, todo podría ser mejor y los dos podríamos obtener respuestas.Fuimos a la habitación y aunque lo hicimos, supe que él no sintió más que un mínimo placer por una respuesta biológica de su cuerpo y a mí me pasó lo mismo. Fue nuestra primera vez juntos así como también la de cada uno de nosotros. Él jamás había estado con una mujer por no sentirse lo suficientemente atraído y yo no había estado con ningún hombre por no sentirme lista, por falta de interés, por pensar demasiado.La fecha que nuestras familias habían planeado para casarnos se acercaba y nosotros no estábamos listos. Jason se veía muy ansioso y deprimido, cada día aún peor. Yo intentaba animarlo y decirle que todo estaría bien, pero tampoco era capaz de brindarle seguridad si yo misma no sabía lo que sucedería. Someternos a un divorcio después sería aún peor, más aún cuando Jason en un futuro lejano rehiciera su vida. Aún así, prefería tenerlo a mi lado antes que donde se encuentra ahora.Llegó a visitarme un día antes de suicidarse. Cenamos juntos, hablamos y luego comprendí que él se estaba despidiendo de mi. Lamenté no haberme dado cuenta antes, pero luego de tener un mal sueño lo llamé muy temprano por la mañana. Al no obtener respuesta fui a su apartamento con una sensación horrible en mi pecho. Al entrar con mi copia de la llave lo ví. Una silla caída y su cuerpo colgado sin vida. Grité, lo sostuve con todas mis fuerzas intentando que no se lastimara más. Llamé a emergencias como pude, pero era demasiado tarde.Me mantuvieron cedada, no fui capaz de darle el último adiós. Comencé a tener pensamientos suicidas y luego dejé de pensarlo para comenzar a intentarlo. Tomé píldoras para dormir en cantidades más de una vez pero siempre fui encontrada a tiempo.Ahora que mi mejor amiga va a casarse la preocupación por mi salud mental crece. Nadie sabe que Jason era gay y que mis intentos de suicidio no fueron por no tener la boda de mis sueños con él, sino por sentirme sola después de su partida. Solo él me entendía.Marina siempre fue la típica chica feliz que ríe sin motivo, la persona más espontánea que he conocido en toda mi vida. Ella es la más despreocupada, la que ha tenido más de un novio y varios amantes de una noche hasta que conoció a Tadeo, el único capaz de hacerla poner los pies sobre la tierra y de hacerla sentir más feliz que nunca antes.Me siento feliz por ella, aunque los recuerdos de mi vestido de novia y de los planes de mi boda con Jason regresan con fuerza. Lo intento, esto se trata de ella y yo tengo que ser fuerte para compartir su felicidad.CARISSA BRITOSCuando Marina me dijo que Tadeo le había propuesto matrimonio lo hizo con temor. Ella no sabe que mi matrimonio con Jason, de haber ocurrido, jamás hubiese funcionado como cualquier otro. Me siento terrible por ser así, porque ella debiera hablarme con tanto cuidado por temor a que me desmorone nuevamente. La abracé y me sentí inmensamente feliz por ella. Se que mi felicidad con alguien está condenada, pero ella merece ser feliz y disfrutar las cosas buenas de la vida. -La despedida de soltera será en Tentaciones, ¿Recuerdas el club del que te hablé?- Me preguntó y comprendí que fui la última en enterarse de su próxima boda -¿En el club fetichista? ¿Tus amigas locas planean someter a los bartenders?- Le pregunté logrando que sonriera y que también se tranquilizara respecto a la noticia que acababa de darme-Todo puede suceder, ya las conoces. Allí hacen fiestas temáticas, ¿Te disfrazarás?- Observé lo feliz que estaba y como sus ojos brillaban con intensidad, todo lo
CARISSA BRITOSLa despedida de soltera de Marina se acerca y mis nervios no hacen más que crecer. He estado trabajando demasiado para adelantar los pendientes laborales que tengo. Estar al mando de una compañía de cosméticos destinados a embellecer a las mujeres de todo el país no ha sido tarea fácil. Debí luchar contra la sociedad machista y también por los prejuicios en cuanto a mi edad. Me decían que yo era demasiado joven, pero les demostré que podía con una responsabilidad semejante. Sin mi compañía yo sé que no estaría aún aquí entre los vivos. Me he mantenido lo suficientemente ocupada trabajando para olvidar o para llenar el vacío que llevo por dentro. Sería una vil mentira decir que superé a Jason porque no lo hice. Se que no habrá jornadas laborales extenuantes que lo quiten de mi mente, pero al menos trabajando lo visualizo sonriendo, diciéndome que no trabaje tanto y no sin vida.He mantenido su secreto a salvo, aún cuando me ha lastimado. Soporté tantas cosas debido a la
CARISSA BRITOS Me pongo el antifaz que combina con el color de mi vestido cuando estoy a algunas cuadras del club fetichista. Sostengo en mi mano una tarjeta de invitación y los hombres tatuados de la entrada me dejan acceder al interior. Veo un hombre que me evalúa y luego me da un papel que posee un alfiler de gancho. -¿Para qué...?- Interrumpe mi pregunta señalando un cartel como el mío pero con un nombre que dudo que sea el suyo -Escoge un nombre y póntelo- Pienso un minuto y escribo Shadow en el cartel En inglés Shadow significa "Sombra" y creo que es una palabra que me define. Entro al club y busco con mi mirada a mi amiga y a las damas de honor. No es difícil encontrarlas. La de cabello negro se disfrazó de fondo del océano. Sus pechos están cubiertos por un sostén que parece tener conchas marinas y la falda es tan corta... definitivamente es una de las damas. La rubia es una sirena que podría protagonizar una película para adultos. Su disfraz no cubre mucho. Me siento f
CARISSA BRITOSMientras la despedida de soltera continúa y las damas de honor enloquecen y se desinhiben más a cada momento a causa del alcohol, yo sigo hablando con Marina. Se que está preocupada por mi extraña petición, aunque intenta mostrarse segura en cuanto a mi extraño pedido. Veo como las damas bailan sin importarles si lo hacen bien o no. También besan a algunos hombres y se mueven contra sus cuerpos al ritmo sensual e insinuante de la música. Una de ellas nos hizo un gesto de despedida y tomó la mano de un hombre de piel morena que la condujo a la zona de los cuartos. -No me siento capaz de ser como ellas- Comento y bebo de mi copa -Jamás hubieses podido ser así Cari. No eres el tipo de chica que se vaya con un desconocido en búsqueda de una aventura. Tu eres más precavida, seria- Marina sonríe y se que se está conteniendo de decir lo que realmente piensa-No tengo personalidad y soy demasiado aburrida para estar con gente como ésta, como ellas- Miro a las damas de honor
CARISSA BRITOSMarina me dió los pases de invitada al club fetichista. Me dijo que se celebrará una fiesta animal en el club. Ella no cree que iré, pero yo estoy segura de hacerlo. Se que ese ambiente no lo llevo en la sangre como muchas personas que destilan seguridad mientras caminan en su oscuridad; pero aún así necesito aferrarme a esta emoción que me hace sentir mínimamente normal y viva. Voy a la misma tienda donde compré el vestido azul y pido uno negro. La vendedora espera detalles para comprender lo que deseo, pero no sé cómo debería vestir. -Iré a un club con amigas y no quiero nada que enseñe todo lo que oculto a diario- Ella sonríe -¿De qué largo lo desea?- Eso es lo que me genera más inseguridad -Creo que un largo similar al del vestido que compré antes estaría bien. No mucho más corto- Ella va a buscar lo que tiene para ofrecerme y yo siento como las palmas de mis manos sudan. Quisiera verme linda, pero más que nada lucir segura de mi misma-Estos son exclusivos, juv
DUSTIN ULIBARRI Venir al club se ha vuelto rutinario y poco interesante. Estar encerrado por horas no es realmente algo que disfrute, ¿No fue por eso que también decidí alejarme de la empresa de mi padre? Aquí soy libre de socializar, de salir de la oficina, pero eso me aterra porque se que podría volver a equivocarme y tener una causa más que justificada para ser despedido sin contemplaciones. Salgo de la oficina cuando necesito beber algo y también para ir al baño. Las conversaciones me cuestan porque hay dos tipos de personas en el ambiente. Veo muchas personas bailando, tocándose sin pena, besándose. Nadie aquí es virgen, no esperaba eso, pero si un poco de pudor tal vez. Aquí comienzan los juegos previos que yo haría en la habitación con Mireya. ¿Les excita que los miren? Yo me sentiría incómodo y sería incapaz de mantener una erección. Cuestionarlos a ellos y a su falta de vergüenza es reafirmar que no pertenezco aquí ni que lo haré. Ver los espectáculos que esta gente sin p
DUSTIN ULIBARRI Los últimos días, Mireya y yo no estuvimos mucho tiempo juntos en calidad de pareja porque está preparándose para rendir. No hemos tenido relaciones ni hemos salido. Ella desde que se despierta hasta que va a dormir está sosteniendo un libro. Me he encargado de los quehaceres para que ella tenga más tiempo. Veo como su rostro tan blanco tiene ojeras muy marcadas y siento pena por ella, pero también ternura y admiración. Ella se está esforzando. Cuando fui al club ella estaba estudiando y al regresar la vi dormida en el sofá con un libro abierto tapando su rostro. Mis padres cuando iniciaron su familia lo hicieron por partida doble, dándonos la vida a Audrey y a mi. Años más tarde completaron a su familia con la idea de tener un solo hijo, pero con una bendición por partida doble, allí nacieron Brad y Camilo. Tengo muchas fotografías de nosotros en las paredes y sobre los muebles. En nuestros casos, siempre hay un mellizo bueno y uno demasiado travieso. Mientras lim
CARISSA BRITOS Me dirijo a la clínica, aunque no tengo ganas de ir. Se que esto es lo mínimo que puedo hacer por mi madre después de todo el sufrimiento que le he causado. Veo a uno de los médicos que me hace preguntas de rutina normales, me hace subir a la báscula, checa mi presión arterial, escucha mi corazón y finaliza dándome distintas órdenes médicas para ir al laboratorio a qué me practiquen análisis de sangre y orina. Mi madre me llama para preguntar si fui o no a la cita y le respondo.-Tendrías que ir al ginecólogo también. El doctor Ferro es el mejor. Pide una cita- Esa sugerencia no me gusta nada-Ya me atendí con el doctor al que me enviaste mamá- Digo firme, no deseo que me revise íntimamente ni un médico ni nadie -Pediré una cita yo y te acompañaré entonces- Maldigo y voy a pedir una cita -Es la última vez que hago lo que desees madre. Te lo advierto- Cuelgo la llamada molesta y avergonzada Después de haber sufrido la violación a manos de ese despreciable ser humano