— ¡Ah! El placer es mío – dijo no muy convencido.— Me alegra, aunque eh sido un poco atrevido. – Dijo avergonzado.— No pasa nada – desestimó más relajado y recordó que lo habían llamado por su nombre - ¿Adella ha hablado de mí? Digo, usted sabia mi nombre y eso me lleva a pensar que ella tal vez me haya mencionado- preguntó inquieto no queriendo verse muy curioso y emocionado.— Si, lo ha mencionado. ¿Qué tal si lo invitó a pasar? Anda un poco triste y tal vez usted pueda ayudar a reanimarla – dijo Boris rápidamente dejándolo captar solo lo más importante.Ella está triste.— Tenemos suficiente comida. – Comentó Boris terminándolo de convencer.— Pasare allí en un momento. – El chico sonrió complacido.— Perdona la demora, estaba cambiándome la ropa y llamando un taxi. – Dijo Luna disculpándose.— ¿No te hace falta nada? – le preguntó con una sonrisa triste.— No. Ya tengo todo.— Bor
— Sí, pero sé que es solo una estrategia publicitaria – se defendió Dominic.— ¿Ella te lo dijo? – preguntó extrañado el rubio.— No… lo supe por accidente. - Explicó.— Bien, esto lo facilita todo.— No entiendo.— Sé que suena mal de mi parte hacer esto. Es como si estuviera arrojando a mi hermana a tus brazos – frunció el ceño -, pero lo que quiero es que la enamores, solo de esa forma no se dejara manipular por Jett.— Esto es ridículo… - dijo Dominic comenzando a cabrease.— No, no lo es. Conozco a Jett y conozco a mi hermana. Cuando decidí preguntarte esto lo hice tomando la responsabilidad. ¿Qué te detiene? ¿No es mi hermana lo suficiente mujer para ti, o tienes a alguien más que quieras?— Adella es del tipo de chica que no se enamoraría de un idiota, menos de alguien como yo. Y yo me estoy dando un tiempo con mi novia, no va bien la relación, pero eso no significa que haya acabado…—
“La cualidad más notable de la suerte es que puede ser buena o mala.” – la frase se dibujó en la mente de Adella. Dejando a un lado lo referente a la suerte, desempacó lo indispensable, luego se unió con las chicas en el sofá para ver la película que Andrea eligió anticipadamente. Nadie pudo decir que no a “Pesadilla antes de Navidad” pero la tarde se puso mejor con “El Padrino”. Más tarde se detuvieron en una gasolinera, Ren y Eric tenían una cámara de video lo cual le pareció curioso cuando entraron a la pequeña tienda a comprar chucherías. Ren se posesionó de la cámara y Eric se convirtió en el entrevistador en el momento en que ella tomaba una soda dietética de la nevera. — Déjenme presentarles a esta hermosa chica, que se nos unió a nuestro viaje. Y aquí tenemos a nada menos que a la cantante Pop del momento, Adella Howard. La cámara se acercó mucho a su cara y aunque la puso nerviosa un instante luego sonrió. — Hola chicos – dio un beso volado a la cámara
Derek se sentía observado, una observación que en vez de molestarle le gustaba. No era que fuera un ególatra ni nada por el estilo, pero cuando Andrea lo miraba se sentía de alguna manera importante, ella lo quería a pesar de todo. Esto le hizo sonreír. Ella era tan dulce y hermosa, pero se merecía alguien mejor que él mismo, y duramente se dio cuenta que lo tenía. Sintió celos, pero jamás haría algo por tenerla, ella estaba vetada, estaba prohibida.Aun recordaba la tarde que llegó a su casa para cambiarse de ropa ya que saldría con una amiga a disfrutar de lo que quedaba del día. Se había encontrado a Andrea en el pasillo de las habitaciones cuando de manera súbita le había dicho que estaba enamorada de él y lo quería. Egoístamente lo tomó como algo pasajero, ella se olvidaría de él pronto, se dijo, pero las cosas fueron complicadas desde ahí. Era consiente de Andrea, de su presencia, de su ausencia, de su sonrisa, de sus cabellos rojos y ese rubor natural que hacia su aparición cua
Pararon a almorzar al medio día en un restaurante de carretera muy sencillo, ya les faltaba muy poco para llegar a RockCity. Dominic babeó antes de poder entrar al restaurante cuando vio a Adella acercarse a él en jeans negros ajustados, botas cortas, blusa blanca –muy fresca para el caluroso día- y sombrero negro, lo que se veía malditamente bien con su rubio cabello suelto.Dominic solo deseaba poner sus manos en esas caderas y pegarle a él para saborear más de esos labios que sonreían traviesamente provocándolo. Él sonrió e inclinó el cabeza divertido, esperándola.— Hey – saludó Adella.— Hola, preciosa.— Oh, no me llames así. Puedes hacerlo mejor.— ¿Cómo quieres que te diga? – le siguió el juego. Ella parecía pensárselo.— “Linda”, eso suena menos a galán de carretera.— Ese denotativo no te hace el respeto que mereces.Adella soltó carcajadas y él se sintió trillado y patético por haber dicho eso, aunque ya le daba ig
Dicho, no perdieron tiempo en quitarse la ropa quedando en Adella en solo una tanga negra de encaje y en Dominic en bóxer azul oscuro pegados a su piel y a la erección llamándole la atención a la rubia que no podía quitarle la mirada de encima mientras se mordía el labio. Dominic muy de lo mismo recorrió con la mirada cada porción de piel que se le ofrecía, se quedó idiotizado en las formas de los senos de ella amando el color cremoso de los pezones ilusionándose a su vez por enrojecerlos con la boca.Dominic la besó con lujuria en los ojos, feliz de que ella le correspondiera de la misma forma e intensidad. Cayeron en la cama, él sobre ella. Dominic bajó por su cuello regando besos y luego más abajo llegando al paraíso de aquellos dulces y suaves duraznos. Pasó la lengua por encima del montículo probándola, Adella se arqueó. Con la otra mano amasaba el otro pecho pellizcando con sus dedos la aureola, gozoso de tenerla gimiendo. Ella se estiraba y ofrecía sensible al placer mientras D
— Gracias. –Le dijo tomando su mano y besándola sin poder evitarlo.— Eso me hace sentir menos usado… - murmuró él y aunque le molesto un poco el comentario por las connotaciones de aquel echo dejo claro una cosa.— Habíamos dejado todo claro antes de empezar. Creí que entendías las reglas.— No te estoy acusando de nada. Soy yo. –Aclaró, sentándose a lado de ella arreglándole el cabello y evadiendo la mirada. – No me había acostado con nadie además de mi novia en más de un año. Antes todo era diferente, eran chicas de una noche, luego de un concierto cuando más excitado estaba o una chica de la universidad que presentaban en fiestas por lo que muchas veces no preguntaba ni el nombre de ellas. Era un imbécil y creí que sería igual esta vez –dijo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. - Estaba equivocado… después de tus palabras hace un rato me sentí como un estúpido.— Nunca fue mi intensión hacerte sentir de esa forma –contestó Ad
Luna descansaba a su lado en la cama profundamente dormida. Dominic aún no entendía como de un momento a otro las cosas se pusieron de aquella manera. Ya se sentía como un idiota con Adella, más cuando unos tontos celos se apoderaron de él cuando la vió con su novio. Pero nada lo preparó para ver un mensaje en su teléfono móvil con una foto que daba poco lugar a las dudas. Luna estaba en aquella foto con otro hombre desnudos besándose en un jacuzzi. El mundo se le calló a los pies y el corazón se le rompió en mil pedazos cuando el imbécil que le envió la foto le informó que la escenita era de hace ya un mes.Lo primero que hizo fue llamar a Luna pidiéndole explicaciones. Ella solo respondía que le explicaría todo cuando llegará, que por favor la esperará. Cuando colgó Derek le subió el animó poco, aunque no había nada que evitará dejar de sentirse como el más cornudo de todos. Hace un mes era el hombre más fiel y devoto de su novia de lo que había sido nunca, no entendía que había suc