Casi un minuto en silencio, la tensión que crecía entre ellos era casi palpable. Lee Joon se pasó una mano por la cara. Su furia era tal que sus ojos parecían despedir chispas._ Eres una ramera_ murmuró entre dientes_ Estuviste en mi cama que aún tiene tu olor, y te metes en la cama con otro hombre casi que inmediatamente, y luego te regodeas en mis narices_ le espeto_ Solo me deseas a mí ¿y lo sabes?Y la trajo hacia él para demostrarle que su cuerpo solo reconoce sus caricias. Cuando se agachó para besarla su propio deseo volvió a traicionarla; deseaba tocarlo, abrazarlo, sin que por una vez le importaran las consecuencias.En lo más profundo de su conciencia Merida sabía que debía apartarse, pero mientras aquellos increíbles labios estuviesen puesto sobre los suyos, ella sería incapaz hasta de recordar su nombre.Abruptamente la puerta principal del apartamento se abrió, dando paso a la señorita Eun-Young, quien iba seguida de uno de los guardaespaldas de Lee Joon quien tenía expr
_ Ya le dije que no quiero su dinero señor_ le respondió Merida con desprecio .El padre de Lee Joon estaba enojado, y aunque conservaba la calma, sus emociones eran evidentes. Merida sentía como su corazón latía a toda velocidad, quería contener la ira que crecía dentro de ella, ya eran demasiados insultos por una noche._ Señorita Vicenzo_ dijo el hombre tomándola por el brazo.Merida se obligó a mirar sus ojos oscuros, era un hombre apuesto y poseía un aire de autoridad al que era imposible sustraerse. El rostro del hombre se enfureció. Su mirada la recorrió lentamente de manera insultante._ Sea razonable no quiere terminar como sus padres_ le dijo el hombre con desdén.La chica cerró los ojos y sintió como las lágrimas se le escapaban de los ojos, se las seco rápidamente al momento que se apartaba de aquel hombre._ Guárdese sus amenazas, no será necesario señor Gho_ contesto ella.En ese momento entro Lee Joon con mirada preocupada._ Creo que ya es suficiente padre_ le gritó el
_ Sabes conocí a un chico guapo anoche en el hotel, me prometió información de primera mano sobre el tal proyecto niebla, me dijo que así le habían etiquetado. Muero de curiosidad de saber que trama esa gente _ continuo su amiga resuelta._ Zoe no!_ le dijo Merida a su amiga alarmada_ Puede ser peligroso, además tú eres reportera de farándula, que rayos te puede importar eso._ Merida por Dios, imagínate que hará un reportaje así por mi carrera, la haría despegar hacía las nubes_ le respondió Zoe girando alrededor de ella, para colocarle suspenso a sus palabras._ En realidad preferiría que te mantuvieras con los pies bien puestos sobre la tierra. Zoe prométeme que no seguirás con esa idea _ le suplicó Merida a su amiga._ Estaré bien no te preocupes. Ahora dime ¿qué pasa entre tú y Lee Joon?_ le soltó su amiga sin poder aguantar más la pregunta que tanto le quería hacer desde que la vió en la mañana.Merida estaba colorada y no era precisamente por el rubor que Zoe le estaba aplicand
Habían pasado dos semanas desde el último encuentro con Lee Joon. Merida trataba de concentrarse en el trabajo pero cada día le dolía más su ausencia. Su vida volvió a la normalidad, los días pasaban lentos y cada tic tac del reloj le recordaba lo sola que estaba.Era día domingo, afuera comenzaba a caer algo de nieve, así que Merida pensó en dejar su sufrimiento de lado y aprovechar la luz del día y el escenario invernal para ir a tomar algunas fotografías. Era su forma de escapar de la rudeza del mundo y de su presente lleno de vacío y soledad. Así que tomo su recién adquirido abrigo, se recogió el cabello, y con bolso en mano, se dirigió hasta la puerta. Pero antes de que pudiera salir, se encontró de frente con él chico que ocupaba sus pensamientos, con una expresión desolada en el rostro. Merida al mirarlo sintió como el calor regresaba a su cuerpo, como su corazón silencioso comenzó a latir frenéticamente, quería echarse en sus brazos, sentir sus labios en los suyos, saciar esas
Habían pasado dos semanas desde el último encuentro con Lee Joon. Merida trataba de concentrarse en el trabajo pero cada día le dolía más su ausencia. Su vida volvió a la normalidad, los días pasaban lentos y cada tic tac del reloj le recordaba lo sola que estaba.Era día domingo, afuera comenzaba a caer algo de nieve, así que Merida pensó en dejar su sufrimiento de lado y aprovechar la luz del día y el escenario invernal para ir a tomar algunas fotografías. Era su forma de escapar de la rudeza del mundo y de su presente lleno de vacío y soledad. Así que tomo su recién adquirido abrigo, se recogió el cabello, y con bolso en mano, se dirigió hasta la puerta. Pero antes de que pudiera salir, se encontró de frente con él chico que ocupaba sus pensamientos, con una expresión desolada en el rostro. Merida al mirarlo sintió como el calor regresaba a su cuerpo, como su corazón silencioso comenzó a latir frenéticamente, quería echarse en sus brazos, sentir sus labios en los suyos, saciar esas
Lee Joon la besó suavemente, casi como si tuviera miedo de tocarla, como si tocarla después de semanas separados fuera solo un espejismo.A medida que bebía la miel de sus labios, su pasión iba creciendo hasta que su lengua se apoderó de su boca.Merida le paso los brazos por el cuello al sentir la prueba de su excitación en su vientre y se dejó llevar pensando que, tal vez tuvieran una oportunidad de ser felices.Pero se apartó de él, tenía que saber la verdad. Una cosa era la pasión y otra el amor porque las relaciones duraderas no podían basarse nunca exclusivamente en el deseo del momento._ ¿Estás seguro lo que sientes? Tú padre, tú madre y tú… Eun-Young, se encargaron de decirme que cada noche llevabas a tu cama a una mujer distinta y que yo solo era una más._ Cariño, no he sido un monje _ sonrió él con malicia_ Pero desde que te conocí no he estado con ninguna otra mujer_ ¿No te estoy demostrando acaso que no miento?_ le dijo señalando la bragueta de su pantalón y su visible e
Merida tenía el sueño intranquilo, él la observaba mientras dormía, se movía inquieta entre las sabanas, Lee Joon la acunó entre su cuerpo para que sintiera la seguridad de estar protegida entre sus brazos, como deseaba tenerla para siempre. Pero seria para siempre, el tiempo suficiente para estar juntos, porque a él le parecía no serlo, desde que conoció a Merida había empezado a desear que las manecillas del reloj se detuvieran, se sentía ansioso, asustado de que algo tan perfecto como el amor que sentía por ella, de pronto la lastimara, le hiciera daño a la mujer que amaba con toda el alma. Evitaría a toda costa que su padre la metiera en sus planes para llegar a manipularlo, y así lograr obligarlo a que se casara con la señorita Eun-Young Gho. El señor Gho era un enemigo muy peligroso, aun no entendía como sus padres llegaron a inmiscuirse con él y el porqué estaban tan deseosos de pertenecer a su familia. Ya habían arruinado la vida de su hermano mayor Do-yun, lo obligaron a casa
Lee Joon llego al edificio del Gerald a recoger a Merida en su motocicleta a la hora del almuerzo, justo como habían acordado, espero a que saliera, pero como se tardaba tanto se acerco al oficial de seguridad que custodiaba la entrada y le preguntó por la joven, el oficial le dijo que la chica se había ido con un hombre que paso a recogerla. El joven frunció el ceño confundido, y le marcó a su teléfono móvil, pero al primer tono saltaba a la contestadora. Entonces pensó en irla a buscar a su casa, pero en ese preciso momento le comenzó a sonar su móvil, y él contestó rápidamente pensando que se trataba de la chica. Pero no se trababa de Merida y su desilusión fue obvia cuando escucho la voz de su padre al otro lado de la línea. _ Hijo ven a mi oficina, necesitamos hablar_ le dijo su padre. Lee Joon iba a colgar la llamada con fastidio. _ Se trata sobre la señorita Vicenzo_ le dijo el señor Gho rápidamente. El chico inmediatamente se puso en guardia. _ En un momento estaré ahí_ di