Capítulo treinta y cuatro. Lo único que quiero.— — — — Narra Amy Carlson — — — —Han pasado dos días desde que vivimos a aquí ha estar solos, a tener una especie de luna de miel y hemos estado volando por los aires en una especie de sueño tomados de la mano.Pero la aventura termina ahora y tenemos que volver, muy a mi pesar. La vida debe continuar o más bien arrancar ahora que estamos casado y felices... a la vez.Cuando salgo del baño miro la cama deshecha y recuerdo los momentos que pasamos aquí, y se me dan muchas ganas de lanzarme a ella de nuevo con Brad encima de mi haciéndome suya otra vez.—Dime que nunca vas a dejarme.De repente me toma en sus brazos y me recuesto en su cuerpo contra la pared al lado de la puerta por la que pronto saldremos.—No está anotado en mi agenda —bromeo aunque él se ve serio y no tiene pinte de que le haga gracia mi chiste, entonces matizo —. No pienso dejarte, Brad. No tengo porqué hacerlo y me he enamorado de ti, ya lo sabes. ¿A qué viene esa p
Capítulo treinta y cinco. Quiero que nunca acabe. — — — — Narra Amy Carlson — — — — Me despido como puedo del lugar donde he sido feliz por unos pocos días. En toda mi vida esta ha sido la primera vez que he probado la felicidad sin reservas. Ha sido la primera vez que verdaderamente he estado a gusto sin miedo a cuanto me cobraran si las cosas cambian de rumbo. Brad ha conseguido que confíe en él como si mi propia vida dependiera de ello y me siento agradecida de que me haya recibido en la suya aquel día y que ahora me esté regalando momentazos como los que acabamos de vivir estos días que hoy mueren y van a formar parte del eterno recuerdo de nuestros días felices. Sí, hay un poco de amargura en mis pensamientos pero es que siento que esto ha sido una especie de punto de inflexión en nuestras vidas y que pronto volverán el caos y las amenazas. —Cambia esa cara, cariño —siento los nudillos de Brad rozar mi mejilla con cariño —. Te prometo que todo estará bien. Estamos juntos
Capítulo treinta y seis. Dejemos todo atrás.— — — — Narra Amy Carlson — — — ——¡Por favor, Amy, te lo imploro!La vocecita de puchero que pone mi suegra al teléfono, es persuasiva. Ella de entre todos los familiares de Brad es quien más me llama la atención, no entiendo porqué no ha podido tener una especial relación con su hijo, me resulta inquietante eso. En una familia que debería adorar a mi marido nadie es bien llevado. Es muy raro y me rompe el corazón no poder tener por fin lo siempre había querido tener. Eran perfectos para mi, así como la mía no había servido para nada, pero puedo ver claramente y a la perfección que el rumbo de las relaciones amorosas históricamente es lo que ha hecho que todo se estropeara. —No vamos a tener una relación saludable Arthur y yo, no puedo ni verlo. Sabes que es doloroso para mí. No me puedo creer que esté tratando de convencerme para algo así. Y mucho menos hacer extensiva esa relación a mi marido. No hay ni que preguntar para saber que
Capítulo treinta y siete. La amenaza continúa.— — — — Narra Amy Carlson — — — —El calor de su cuerpo contra el mío es una promesa silenciosa de que, a pesar de todo, seguimos aquí. Juntos. Pero sé que el problema no ha desaparecido, solo ha sido empujado a un rincón oscuro donde la pasión nos permite fingir que no existe.Después de un rato de dejarnos llevar, Brad se levanta del sofá y me ofrece su mano para ayudarme a incorporarme. Hay una sombra en su mirada, un peso que no desaparece a pesar de sus caricias y sus besos.—Tenemos que tomar una decisión, Amy —dice con voz firme—. Y esta vez, sin que nadie más nos manipule.—Lo sé —murmuro, abrazándome a mí misma mientras trato de ordenar mis pensamientos—. Pero, Brad, no quiero que esto nos separe. No quiero que nuestra relación se vea afectada por lo que ellos intentan.—No lo permitirá —su tono es tajante, decidido—. Pero necesito que entiendas algo. No hay forma de que yo haga las paces con él. No puedo ni imaginarlo. Es un mal
Capítulo treinta y ocho. La trampa perfecta. — — — — Narra Arthur Aramendi — — — — El muy iluso de mi hijo cree que puede ganarme. Observo la carta que le envié a Amy y sonrío. Puedo imaginar su reacción, el miedo en sus ojos, la desesperación en su voz al mostrársela a Brad. Y sé que él, con su terquedad y su sentido de justicia patético, no se quedará quieto. Planea algo. Lo siento en el aire, en las llamadas que hace, en la forma en que mueve sus piezas con la intención de destruirme. Pobre imbécil. No entiende que yo siempre voy un paso adelante. Años de experiencia, de manipular a quienes me rodean, me han enseñado que la mejor defensa es un ataque bien ejecutado. Y si Brad quiere jugar a ser mi enemigo, entonces lo convertiré en mi víctima. Me reclino en mi escritorio, tamborileando los dedos sobre la madera mientras mi mente trabaja a toda velocidad. Necesito algo grande, algo que lo saque de mi camino para siempre. No basta con desprestigiarlo; no, tiene que ser algo má
Capítulo treinta y nueve. Lo has matado.— — — — Narra Amy Lancaster — — — —Por más que intento ver el futuro de nuestra relación me cuesta. No consigo entender si la vida nos está haciendo trampa, o nosotros somos la trampa de nuestras propias vidas. Manejar los reveses que tenemos continuamente es muy difícil.Es extremadamente complicado sobrevivir a esta cantidad de infortunios que se nos presentanParecemos los protagonista de una obra de teatro dramática. Por más que tratamos de salir adelante, de sobreponernos de todo y de todos, nos persiguen allá donde vayamos y he podido oír mientras subia, que las cosas allá abajo no serán fáciles para Brad. Cuando él y estamos juntos la vida es más bonita, es casi sencillo vivir a su lado a pesar de que en los inicios no parecía que fuera a ser así pero solo basta con que nos mezclemos con alguien e su familia o la mía para que todo se estropee y ambos sabemos que así no se puede vivir... al menos no en armonía.Abro los armarios y saco
Capítulo cuarenta. Lo único que le agradezco.— — — — Narra Brad Lancaster — — — —No sé como he podido contenerme ni como le he hecho para no mirar su cuerpo al irme.Me concentré en la mujer entre mis brazos, me aferré a las cosas que me ha hecho y le ha hecho a ella, incluso a las que ha intentando seguirnos haciendo para poder pasar por alto el hecho de que soy un posible asesino. Esto podría verse como un crimen pasional pero no es así... es mi padre el que ha agredido sexualmente a mi esposa, es mi padre el que ha hecho promesa tras promesa de acabar con nuestras vidas y es mi madre la culpable de todo esto porque gracias a su poca fuerza de voluntad, a su amor ciego por semejante escoria y a lo poca madre que ha sido... gracias a ella es que ese tipo aún habita mis días y si voy a ir a parar a la cárcel, ella es mucho más culpable que él, incluso que yo... de todo lo que ha pasado.—Aquí tengo la nota que me envió Brad, y tengo también los mensajes de texto amenazandonos, teng
Capítulo cuarenta y uno. Está vivo.— — — — Narra Amy Carlson — — — —Cuando Brad hace semejante pregunta le quito el teléfono del oído y pongo el altavoz. Quiero oir exactamente lo que le van a comunicar y tomar las decisiones oportunas con él, pero teniendo toda la información. No quiero correr el riesgo de que por protegerme, se guarde cosas.—Está vivo —escuchamos juntos y yo trago en seco, Brad solo me mira —. Ahora quiero decirte algo —anuncia el abuelo con parsimonia y aumenta mi desesperación por que nos cuente todo —, cuando se lo llevaron al hospital recobró la conciencia y aunque su estado es muy malo, nos pidió a todos expresamente que no dijéramos nada. Ha pedido que se le diga a la policía que estaba solo en ese cuarto cuando pasó y que nadie vió nada —Hace una pausa como esperando a que Brad diga algo pero ante el silencio de mi marido, añade —. Yo creo que ha sido un acto de buena voluntad por su parte, hijo. Deberías junto a tu esposa reconsiderar todo y volver. Quizá