Irihs llegó a los aposentos de Olivia, quien se veía bastante concentrada en aquel libro que le había dado su primo fénix, hace unas semanas, en las que está al parecer amaba leer, puesto que siempre en sus tiempos libres la veía completamente concentrada en aquello y parecía ser ese el único medio de aquella chica lograra sentirse a gusto en todo su nuevo entorno
--¿creía que ya estabas lista para la fiesta de esta noche? —la azabache dio un respingo al escucharla, puesto que no había percibido su presencia, la verdad era que aquellas mujeres ya no se llevaban como perro y gato, se podría decir que había una linda relación de amor odio entre ella, algo que a ambas le agradaba
--¿creía que demorarías más...? ¿No sé, tal vez hasta que acabara aquella tontería...? --Olivia no sabía que se celebraba, puesto que sie
La reina Blair, no podía creer lo que estaba haciendo en esos momentos, pero quien se oponían a los deseos de los dioses quienes no dejaban de mostrar imágenes de su hija, quien no dejaban de atormentarla y llenarla de pensamientos llenos de tristeza, y de los cuales no se dejaba de sentirse culpable, la reina estaba segura de que aquello era obra de la diosa luna, quien era astuta, y sabía dónde atacar, no por nada era mujer, la reina busco a su alrededor lo que necesitaba de manera urgente, y allí estaba junto a su hija, se encontraba su nieta, la mismísima imagen de su hija, la chica era la viva imagen de faith, su hija había hecho un excelente trabajo al traer un tan perfecto ser que resplandecía de belleza al mundo, y ahora ella la coronaria, y no permitiría que fuese humillada por nada, ni nadie que osara a sentirse superior, pues aquella niña era la princesa de todas las shaware del mundo, era la&nbs
Olivia volvió junto a su ahora tía y abuela, con quien hablaría al terminar aquella fiesta, pues quería respuestas, respuestas que solo estas podrían darle, y solo esperaba de corazón que no fuesen tan dolorosa, además de que quería saber quién era aquel hijo de quien la castaña había hablado, ya que al parecer tendría otro familiar allí—mi futura reina... será la princesa de Atemira... la princesa Olivia de Atemira...--para nadie fue un secreto, o una novedad aquello, pues lo habían notado de aquella manera en la el rey observaba a la chica en cuanto se acercaba con el regalo de Atemira, además de que aquella sonrisa que le regaló, fue la confirmación a los escépticos en lo que muchas demostraron indignación, y otras lo aceptaron con todo el dolor que podían abarcar su corazón, pues no solo habían perdido la o
En el salón del trono se encontraba aquella azabache, quien no se había separado de fénix en ningún momento, ya que este alegaba que no se despegaría de ella hasta que el rey estuviera más tranquilo, pues su majestad el rey, se encontraba despidiendo a cada uno de los invitados, la verdad había sido un lunar realmente largo, y lo peor era que aún no terminaba, para Olivia todo era tan complicado, pues no solo se había enterado de que su madre pertenecía a aquel extraño lugar, se había enterado de que su abuela era la reina de un lugar llamado Atemira, donde supuestamente nace toda shaware, además de que aquella mujer que en un principio llego a creer odiar era tu tía, sin contar que el chico de cabello grisáceo el cual le parecía haberlo visto en algún otro lugar y sentir una terrible conexión era su primo, todo era un caos completoy como cereza
--¿puedo hacerte una última pregunta…?--¿por qué soy tan joven…? --esta asintió, aunque aquella no la había dejado terminar su cuestionamiento—las shawares no envejecemos de la misma forma que lo hace un mortal místico, o incluso otros místicos, nuestra vida es demasiado larga, y por ende tenemos cuidado a quien elegimos como una pareja… pues al estar con nosotras, estos adquieren nuestra forma de envejecer, un regalo de los dioses por nuestro servicio al ser su vínculo…--aquello la dejo sorprendida, pues no imaginaba aquello--¿pero y por qué estás sola…? ¿Qué hay del abuelo o porque no tienes una pareja…? --aquello hizo que el corazón de la reina se quebrara un poco más, al recordar a su amado, lo que hizo que la chica se arrepintiera por su imprudencia--tu abuelo… el padre de mis hijas…
Olivia observaba hacia el enorme lago azul, el cual ahora tenía una enorme fuente de agua rebosando gracias a sus habilidades, no había duda que ahora se sentía poderosa e increíblemente fuerte, desde que había conocido los límites de sus poderes gracias a Irihs, sentía que podía hacer cualquier cosa, la verdad era que lograr algo como aquello la hacía sentir fuerte e intocable, le agradaba, le gustaba sentirse fuerte y de aquella maneraAquello era a lo que más le temía, temía que todo lo que vivía le agradara tanto, temía olvidar a la única persona que a pesar de no ser su sangre la cuido y la amo cuando sus padres murieron, temía olvidar a su hermana, pero entonces las palabras fénix venían a su cabeza, era cierto ella no debía temer a lo desconocido, a gustarle lo que vivía a allí, no debía temerle a su gran amor h
El rey se despidió de su primo, quien se quedó en la biblioteca intentando arreglar aquel lío que habían dejado luego de buscar por horas lo que sería el mejor regalo para la familia de la novia, en la que tenían que bendecir su raza y su cultura, dando así a entender que nunca le negarían a Olivia ser quien es, y con ello recibir la bendición de la familia, en la que darían la fecha de la cena de botos, y con ella empezarían los cuarenta días, después del regalo que el rey tendría que entregarle a su futura solar y lunar, agradeciéndole por la bendición de la unión, pero aquello no era tan fácil como se escuchaba, pues si el regalo no era agradado por la chica, ella podría romper la unión, ya que al parecer su futuro amado no sería digno de sus respetos, y con ello solo se llevaría a la desgracia a la familia real, además d
Reino de oscuro hace muchos siglos atrás --Egan corre… ya pronto la diosa Luna se alzará en el horizonte, y ya quiero ver las luces… --un Egan sonriente corría detrás de una bella niña de cabello oscuro, quien estaba completamente ilusionada por todas las maravillas que vería durante el iluminar del siglo, pues era aquella época en la que él dios sol y la diosa luna se unían cubriendo el lugar; dando allí la bienvenida de un nuevo milenio, muchos se emocionaban en las nuevas bendiciones que traerían consigo el los dioses, otros temían haber ofendido a los dioses, pues aquello también demostraban su ira en aquel momento, por lo que ofrecían grandes ofrendas a los dioses para compensar aquellas malas acciones que habían hecho durante su vida, aunque para muchos eran solo formalidades, pues lo cierto era que aquel lugar había llenado de tantos insultos a los dioses que sentían que eran poderosos como los dioses, por lo tanto para ello solo eran luces e ilum
Las palabras tensaron a todos en aquel lugar, pues los arcaicos eran sanguinarios, malignos, eran monstros llenos de sed de sangre y almas, a ellos no les importa quitar una vida, aquellos seres son considerados la oscuridad del mundo y que Olivia les compadeciera no era muy bien visto, además de que no era muy común, de hecho era casi imposible que les compadecieran, pues esos seres no solo eran odiados, también eran realmente temidos por todo el mundo místico--Olivia… no sé qué viste, pero tal vez Egan manipulo tu mente… no debes dejar que te guíe un sueño ¿está bien…?--Olivia observo a Irihs, y aunque no estaba del todo de acuerdo asintió con la cabeza--mi hermosa shaware, no sé qué tan cierto sea lo que viste, pero no debes sentirte mal por ellos, las historias que yo sé de ellos, es terrible, hablan de seres que incluso en su forma místic