Olivia observaba hacia el enorme lago azul, el cual ahora tenía una enorme fuente de agua rebosando gracias a sus habilidades, no había duda que ahora se sentía poderosa e increíblemente fuerte, desde que había conocido los límites de sus poderes gracias a Irihs, sentía que podía hacer cualquier cosa, la verdad era que lograr algo como aquello la hacía sentir fuerte e intocable, le agradaba, le gustaba sentirse fuerte y de aquella manera
Aquello era a lo que más le temía, temía que todo lo que vivía le agradara tanto, temía olvidar a la única persona que a pesar de no ser su sangre la cuido y la amo cuando sus padres murieron, temía olvidar a su hermana, pero entonces las palabras fénix venían a su cabeza, era cierto ella no debía temer a lo desconocido, a gustarle lo que vivía a allí, no debía temerle a su gran amor h
El rey se despidió de su primo, quien se quedó en la biblioteca intentando arreglar aquel lío que habían dejado luego de buscar por horas lo que sería el mejor regalo para la familia de la novia, en la que tenían que bendecir su raza y su cultura, dando así a entender que nunca le negarían a Olivia ser quien es, y con ello recibir la bendición de la familia, en la que darían la fecha de la cena de botos, y con ella empezarían los cuarenta días, después del regalo que el rey tendría que entregarle a su futura solar y lunar, agradeciéndole por la bendición de la unión, pero aquello no era tan fácil como se escuchaba, pues si el regalo no era agradado por la chica, ella podría romper la unión, ya que al parecer su futuro amado no sería digno de sus respetos, y con ello solo se llevaría a la desgracia a la familia real, además d
Reino de oscuro hace muchos siglos atrás --Egan corre… ya pronto la diosa Luna se alzará en el horizonte, y ya quiero ver las luces… --un Egan sonriente corría detrás de una bella niña de cabello oscuro, quien estaba completamente ilusionada por todas las maravillas que vería durante el iluminar del siglo, pues era aquella época en la que él dios sol y la diosa luna se unían cubriendo el lugar; dando allí la bienvenida de un nuevo milenio, muchos se emocionaban en las nuevas bendiciones que traerían consigo el los dioses, otros temían haber ofendido a los dioses, pues aquello también demostraban su ira en aquel momento, por lo que ofrecían grandes ofrendas a los dioses para compensar aquellas malas acciones que habían hecho durante su vida, aunque para muchos eran solo formalidades, pues lo cierto era que aquel lugar había llenado de tantos insultos a los dioses que sentían que eran poderosos como los dioses, por lo tanto para ello solo eran luces e ilum
Las palabras tensaron a todos en aquel lugar, pues los arcaicos eran sanguinarios, malignos, eran monstros llenos de sed de sangre y almas, a ellos no les importa quitar una vida, aquellos seres son considerados la oscuridad del mundo y que Olivia les compadeciera no era muy bien visto, además de que no era muy común, de hecho era casi imposible que les compadecieran, pues esos seres no solo eran odiados, también eran realmente temidos por todo el mundo místico--Olivia… no sé qué viste, pero tal vez Egan manipulo tu mente… no debes dejar que te guíe un sueño ¿está bien…?--Olivia observo a Irihs, y aunque no estaba del todo de acuerdo asintió con la cabeza--mi hermosa shaware, no sé qué tan cierto sea lo que viste, pero no debes sentirte mal por ellos, las historias que yo sé de ellos, es terrible, hablan de seres que incluso en su forma místic
Olivia invoco el lugar y fueron transportadas de inmediato al hermoso y reluciente castillo de Atemira aquel que era llamado el castillo de la luna, en lo que puedo notar como su abuela estaba rodeada de aquellas hermosas mujeres, que se trataban del concejo del reino de Atemira, quien al ver la presencia de la princesa e Irihs, hicieron una reverencia y decidieron dar su saludo--bendita sea la luna y el sol al darnos su presencia majestad, que sus soleares y lunares sean bendecidos por nuestros creadores…--Olivia dio un asentamiento con la cabeza y observo a su abuela con gesto bastante gracioso para la reina, pues la verdad era que Olivia no se acostumbra aquella manera de saludar de cada persona que la observara, pues aquello era una regla muy estricta de la corte de cada reino, demostrando así cada saludo a cada rey y manifestando el respeto de ser elegidos por los dioses a liderar, aunque la azabache intentaba indicar que no le agradaba, todos hab&ia
Los nervios del rey estaban rebosándolo, estaba tan aturdido y nervioso que no sabía qué hacer en aquellos momentos. allí estaba él en la gran sala del trono sentado en su enorme y brillante lugar demostrando su imponencia y fuerza ante todos los reinos invitados, que quien lo viese podría observar aquella máscara de rudeza y frialdad que siempre lo acompañaba para con todos, pero lo cierto era que Elek se encontraba en esos momentos, precisamente como un gran cachorro asustado, estaba tan nervioso que temía por él, temía por lo que pudiese hacer, temía por llegar a actuar de alguna manera que lograra hacer desistir a su bella azabache de ojos de zafiro, estaba tan temeroso, que podría jurar que incluso jamás había tenido tanto miedo como lo había tenido en aquel día, es más ni siquiera se había sentido de aquella manera el primer día de batalla
La cena empezó sin ningún inconveniente es más, se podría decir que fue realmente fortuito pues la verdad ella se había divertido a montones, hubo canto felicitaciones de todo, y mientras estaba sentada a la derecha del rey pudo sentir la mirada de la princesa kora, y aunque Olivia pensaba que esta no era de su agrado no pudo evitar sonreírle al verla algo incómoda y fue entonces que recordó las palabras de Irihs, en lo que decía que no había sido ella la que había dicho todas aquella palabras y había hecho aquellas acciones, y aunque no podía decir que estaba tranquila y la había perdonado ella entendía que no era su culpa y por ende decidió llevar la fiesta en paz, la comida había sido exquisita y aunque ella no conocía la mayoría de los animales había decido o preguntar pues mucho sabían algo peculiar a los de su mundo, por lo que no d
--Si le temes a tu propio poder, te indico Olivia que no podrás contra el…--la reina Blair dijo aquello mientras ayudaba a levantar a Olivia de su dolida sesión de entrenamiento, en el que la reina se anima demostrando a su nieta que sin duda hacía mucho tiempo no había shaware que lograra hacerle frente como lo había llegado a hacer su hija mayor.--Lo dices como si fuese lo más sencillo, pero lo cierto es que una cosa es ver esas esferas y todo eso, pero otra es hacer que ellas te obedezcan, parece que tienen mente propia, siempre lo intento pero cada vez es más complicado…- la reina la observó con una mirada llena de miles de pensamientos, de nuevo su hija rodaba por su cabeza, cada vez era más difícil para ella lograr lidiar con aquellos acontecimientos, pues Olivia solía tener muchos comportamientos tan parecidos a los de faith que hasta la misma reina podría jurar que
--¿Qué haces con un destructor en brazos?—las palabras de la reina Blair resonaron en todo el castillo, mientras todos parecían observar horrorizados el hecho de que la princesa de Atemira tuviese aquella bestia envuelta en una manta y lo cargara como si fuese una pequeño bebé del que debían tener mucho cuidado--Lo encontré en el antiguo lunar cuando salió con Elek, ¿no es lindo?—la reina parecía horrorizada, parecía querer de inmediato asesinar a aquella bola de pelos blancos que Olivia tenía en sus manos, pero sabía que por la manera de su nieta observarlo ella no permitiría que le hicieran daño, a lo que observo a Irihs llena de enojo buscando una explicación, pero la rubia parecía igual de incomoda que ella por la presencia de aquella bestia.--No sé qué hace esa bestia aquí, pero no la quiero, tuvimos muchos probl