Capítulo treinta
El heredero de la Mafia Rusa
Le han herido. ¡Dios! Mi sexto sentido no me engañaba. Miles de preguntas se asoman en mi cabeza, pero por lo pronto, opto por guiar a mi esposo hacia la habitación y quitarle la ropa con la ayuda de Dimitri.
Mis labios tiemblan sin control y me quedo paralizada por unos instantes al ver el orificio por el cual brota la sangre.
—¡Te han disparado! —jadeo con un agudo chillido.
—Estoy bien —mi rusito me da una sonrisa poco convincente—. Ayúdame a limpiarme en lo que Dimitri busca un médico.
—¡¿Buscar un médico?! —grito histérica—. ¡Necesitas un hospital!
&n
Capítulo treinta y unoMi decisión, mi destino«Mafia»Acaba de decir mafia...«No es cierto», intento convencerme, pero su gesto serio indica que habla con toda sinceridad.¡Oh, por Dios! Mi esposo está relacionado con la mafia. No, mi esposo es un líder de la mafia.El corazón me late desbocado, creo que dejo de respirar y mientras mi cerebro me grita «corre», mi cuerpo se mantiene estático.—¿Y ahora qué? —encuentro las palabras al fin—. ¿Qué piensas hacer ahora, Alexandre? ¿Te convertirás en un delincuente? ¿Comandarás un ejército de asesinos? Porque eso es lo que so
Capítulo treinta y dosLa última nocheSus labios barren los míos sin pausa y sin compasión. A duras penas soy consciente de cómo recorre mi cintura con sus manos, desciende por mis caderas, acaricia mis muslos y por fin, llega a mi trasero para alzarme en brazos.Incapaz de hacer o decir algo, me remito a seguirle la corriente y rodearle la cintura con mis piernas.Mi espalda golpea la pared antes de sentir su boca directamente en mi cuello. Lame, besa y muerde como si fuera un vampiro ansioso por drenar hasta la última gota de sangre en mi cuerpo.Tiemblo sin control aferrada a su pelvis en tanto mis caderas inician el sutil contoneo, ansiando calmar el ardor.Me encuentro inundada por tantas sen
Capítulo treinta y tresYa no hay vuelta atrásLa piel no deja de arderme con la boca que barre todo mi cuerpo a besos.Sus dedos recorren mis piernas, ascienden con una tortuosa lentitud y después de lo que parece una eternidad, llegan a la cara interna de mis muslos para tocar mi ansioso y palpitante sexo.Los gemidos agudos acompañados de los gruñidos masculinos resuenan en la habitación en una especie de melodía sensual.Un fuerte jadeo escapa de mis labios al sentir una juguetona mordida en mi muslo, muy cerca de mi entrada. Los besos no se detienen y de un momento a otro, me encuentro recibiendo el mejor oral de toda mi vida.Mis uñas se clavan en su piel, aferrándose a la carne en tanto su boca no me d
Capítulo treinta y cuatroEsto es lo que soy*Alexandre Ivanov*Beso los labios de mi mujer y me deleito en su dulce sabor.¡Dios! Estaba tan jodidamente arrebatadora esta mañana que resultaba imposible quitarle los ojos de encima.Luce como toda una reina... porque lo es.—¿Cuántos hombres tiene tu ejército? —pregunta de manera distraída, dibujando pequeños círculos en mi espalda con sus dedos.—Los suficientes —contesto encogiéneome de hombros para luego ir por la camisa encima del sillón—. Livia te enseñará la casa completa y recuerda que puedes cambiar todo lo que quieras.—¿Todo todo? —inquiere ponié
Capítulo treinta y cincoLarga vida al Pakhan*Alexandre Ivanov*Apenas la maniobra termina, me saco los tampones que cubren mis oídos y mando a contabilizar los heridos o muertos. Necesito saber que no queda nadie y que uno de los clanes se ha desactivado, un terreno más para mí.Poco a poco me voy haciendo con todo. Mi mujer me espera y yo estoy loco por ir con ella. Ya quiero volver a oler su piel, perderme en su boca y poseerla hasta dejarme vencer por el agotamiento.Todo se encuentra sumido en un silencio amenazante, como si se tratara de la calma antes de la tempestad. Como si me encontrara en el ojo del huracán para después ser consumido por el desastre y efectivamente, el infierno se desata.Las balas comienzan a l
Capítulo treinta y seisUn día de chicasSiento un recorrido de besos en mi piel y sonrío aún somnolienta. Me estiro antes de dar una vuelta en la cama para quedar boca arriba, con el cuerpo de mi esposo encima.—Buenos días, bragas de zanahoria —dice antes de tomar mi boca con el hambre matutino activo.Mis manos recorren su espalda desnuda en tanto su entrepierna dura como una roca roza la mía anhelante. Ni siquiera he despertado del todo y ya le deseo.Desde que conocí a Alexandre Ivanov muchas cosas en mi vida cambiaron, ya fueran propiciadas por él o por la traición del infiel de mi ex novio. Sin embargo, terminé descubriendo una Vanessa que no tenía idea de que habitaba en mí. Hoy soy más madura, decidida, segura de mí misma, una excelente madre y sí, también soy una depredadora sexual h
Capítulo treinta y sieteMatar o morirRebeka continúa hablando sin parar y yo la sigo detrás a paso lento ignorándolo todo. No puedo explicar lo que siento, pero es la sensación más horrible que he experimentado nunca.Entramos a la tienda y mi cuñada comienza a tomar prendas al azar para tirármelas encima y luego animarme a probármelas.Es cuando estoy en el vestidor que mi móvil suena con una notificación. Medio desnuda, reviso la pantalla y entonces me encuentro con un mensaje que no tiene ni pies ni cabeza, pero me pone los pelos de punta."Pronto estaremos juntos, amor. Tú, los niños y yo, para siempre"No tiene remitente y por supuesto, no conozco el númer
Capítulo treinta y ochoTenemos ProblemasA pesar de que ya han pasado varias horas desde lo sucedido, aún sigo en shock. Por mi mente viaja cada segundo dentro del caos y la persecución. Es como un bucle sin final.Alex ha preparado la bañera. Me desnuda suavemente, recorriendo mi cuerpo en busca de alguna lesión. Al ver varios rasguños y moretones se pone furioso, aunque intenta disimularlo un poco para no alterarme más de lo que estoy.En el baño reina el silencio. Presiento que ninguno de los dos sabe cómo lidiar con esto. Somos nuevos en este mundo y aunque me siento segura entre sus brazos, no puedo dejar de pensar en los ojos sin rastros de vida que dejé tirados en aquel trágico lugar.El agua caliente me reconforta al igual que las ricas esencias que el ruso