Instalar a Diego en la clínica le causó a Gilliam una sensación de profunda tranquilidad, no pudo evitar las lágrimas que inundaron sus ojos al sentir que su hermano estaría bien, la clínica gritaba lujo y tecnología, sabía que aquello sería muy costoso, pero Sebàstian le dijo que no debía preocuparse por nada ahora y ella quería hacerle caso, ya tendría tiempo de pensar en los gastos generados, mientras Diego pudiese recuperar su calidad de vida, todo estaría bien. Allí le permitieron quedarse únicamente con un acompañante, así que sería Gisella quien acompañaría al pequeño, la madre no paraba de agradecer al hombre que había gestionado todo, la habitación de Diego, tenía también una cómoda y pequeña cama para ser ocupada por su acompañante, así que Gil se sintió feliz de saber que su madre también estaría cómoda para acompañar al pequeño Diego. —¿Tendré un nuevo corazón, Gil?— preguntó el niño con los ojos llenos de alegría y esperanza, de ser cierto, su más grande sueño se haría
En cuánto todos se retiraron de la habitación, Hugh se acercó a la cuna, dónde depositó a su pequeña hija, quién dormía plácidamente. —Te amo, Hugh Scott, pero hoy quise acabar contigo, ¿Desde cuándo eres imprudente?, ¿Cómo se te ocurre preguntar por John?—¿Por qué no podría hacerlo?— él caminó hasta sentarse al borde de la cama, tomó las manos de su esposa y depositó un beso en cada una de ellas— se supone que es el novio de Gil, ¿Que hice mal?—Ustedes los hombres parecen no notar nada nunca.— respondió Rita rodando los ojos— es obvio que haber nombrado a John fue una imprudencia, ¿Acaso no notaste el ambiente de tensión inmediata que se generó?—Si—admitió— fue bastante raro, pero sigo sin entender, mi amor, , ¿Han terminado?, ¿Tiene una relación Gil con su nuevo jefe?, ¿Acaso John y Gilliam tienen problemas?—No exactamente, pero no hemos podido hablar muy bien del tema, recuerda que fue en nuestra reunión que entré en trabajo de parto, pero... Creo que a Gil le gusta mucho su je
Una enorme sonrisa lobuna se dibujó en los perfectos labios de aquel hombre, revelando el morboso placer que le producía aquella noticia. Sebàstian hubiese querido sentirse mal por ese tal John, pero ciertamente le alegraba su golpe de suerte. —¿Qué significa exactamente eso, Gilliam?, ¿Darse un tiempo es igual a terminar, para ti?, ¿Quiere decir que eres ahora una mujer soltera y sin compromisos?— le sonrió de manera misteriosa. —No sonrías de ese modo, es evidente que lo estás disfrutando—le dijo suspirando— la verdad me sentí terriblemente mal, John está pasando por un duro momento, no es justo lo que hice, al menos no ahora, sin embargo... tampoco es justo no estar al ciento por ciento para él — se encogió de hombros y un dejo de tristeza brilló en su rostro— en estos momentos están pasando demasiadas cosas en mi vida, y no quiero tener que lidiar con emociones que no puedo resolver, hay demasiadas cosas por poner en orden y es muy duro tener que lidiar con mis sentimientos. Gra
Gilliam suspiró profundamente, intentando llenarse de ánimos para tener aquella conversación con su progenitor. —No te recordaba tan chismoso, padre— le dijo en tono cariñoso. —Sólo si es algo relacionado con mis hijos, eres mi princesa, mi orgullo, mi tesoro Gilliam, solo quiero saber que estás bien— ella lo miró con toda la adoración que sentía por él. —Creo que estoy viviendo una etapa difícil, papá, siempre he querido mucho a John y tu lo sabes, él es como... como ese hombre al que todas idealizamos, en ocasiones no sé si sea demasiado bueno para ser verdad. pero, es e hombre que cualquier chica le presentaría orgullosa a sus padres, tendría su aprobación inmediata y... —¿De qué vale la aprobación familiar?, lo que importa es lo que tu sientes, queremos mucho a John, sobre todo tu madre— sonrió— lo cual me resulta sorprendente considerando que se mueve en el mismo mundo de bibliotecas y libros, pero lo que más nos importa es que tú estés bien, que tú te sientas bien, que seas f
Sebàstian padre guardó silencio por mucho rato, le doli, realmente le dolía ver cuánto dolor había causado su ex esposa en el corazón de su hijo, y le dolía ver qué, por mucho que se esforzó porque él no guardara rencor, su hijo no era capaz de perdonar la falta de amor de su madre. —Padre, ¿sigues allí?—Aqui sigo, hijo mío — respondió con voz entristecida. —No hagas ésto, ¿si?— le rogó. —¿A qué te refieres, Sebàstian?— preguntó el cansado viejo. —No le permitas a esa mujer que interfiera entre nosotros. —No lo hago por ella, todo esto se trata de ti, hijo mío, de la necesidad de perdonar. —No tengo un corazón como el tuyo, jamás la perdonaré, gracias a ella no hay en mi dulzura, cariño, amor... y no, no te confundas, has hecho un excelente trabajo como padre, solo que hay cosas, vacíos en la vida de un niño, que solo una madre puede llenar. No quiero verla, padre, por su propio bien que se mantenga alejada de mi.—Pero...—No siento nada bueno por ella, la desprecio, la detesto
Sebàstian la tomó de la mano y la encaminó al baño, cerrando la puerta tras ellos. —¿Estás seguro de ésto?— preguntó dubitativa. —Dame el mando pelirroja, yo sé que hacer— en un rápido movimiento, la pego a la puerta del baño y se apoderó de sus labios en un beso hambriento, el gemido de Gilliam fue ahogado por la masculina boca y pronto el calor comenzó a expandirse por todo su cuerpo, las manos de él, se movían con pericia sobre ella, acariciando, apretando, acariciando, Gilliam contenía gemidos mientras le devolvía las caricias...Le encantaba, le encantaba que él la tocara. Se separaron y él rápidamente se quitó la chaqueta, la corbata y la camisa, dejándolo todo perfectamente acomodando. Gil hizo ademán de desvestirse, al verlo con el dorso desnudo, pero él se lo impidió. —No guapa, no lo hagas. Esta vez me resulta aún más sexy así. — caminó hasta ella y se puso de rodillas,la respiración de Gil se aceleró, y lo observó desde su posición... las masculinas manos comenzaron a as
Connie había despertado de muy buen humor, después de haber pasado la noche en brazos de Adam, había regresado a su casa a media mañana, una larga y tibia ducha la había sacado de combate, durmió quizás un par de horas o, probablemente dos pares de horas, se levantó, comió algo y ya estaba lista para irse con Rita, estaba loca por ver a la pequeña Leslie, tomarla entre sus brazos y llenarla de arrumacos... ¿cómo se puede querer tanto a alguien que acabas de conocer?, no lo sabía, y así era su cariño por Leslie, grande e inexplicable. Después del sustancioso almuerzo, tomó su bolso y las llaves de su auto, se dirigía a la salida cuando se topó con Mirna, una de las jóvenes del servicio. —Señorita Connie, fuera hay una joven que pide verla. —¿Una jóven?— la rubia frunció el ceño. ¿Quién podría ser?, solo tenía dos amigas y evidentemente no era ninguna de ellas. — bien, veamos de quién se trata.—su sorpresa fue enorme cuando se encontró con los ojos de la mujer a la que había golpeado
El teléfono de Gilliam sonó, reclamando la atención de todos, la pelirroja se sobresaltó con el sonido. —Permiso...— pidió sacando su celular y alejándose un poco. Se percató de que era John, conteniendo un suspiro. —Hola— respondió John de inmediato. —Hola, John. ¿Cómo estás? —Muy bien Gil, bastante feliz, mi hermano está mucho mejor, quizás en un par de días lo den de alta, así que todos estamos muy contentos. —Es una excelente noticia— se escuchó la voz de Gilliam llena de una genuina felicidad— estoy muy feliz por ti, John. Aquí también hay buenas noticias, han operado a Diego y tiene un corazón nuevo—dijo llena de emoción. —¡Qué buena noticia Gil!, Lamento tanto no estar allí para acompañarte en este momento tan importante, pero me alegra y me hace feliz saber que al fin Diego estará bien. Lamento no estar a tu lado. —Lo comprendo— le aseguró. —Espero nos veamos pronto, te extraño mucho Gil, me hace falta estar contigo, verte... sé que ya no estamos juntos, pero... me hac