La luz se hizo en el enorme vestidor.
Un hombre alto, de brillante cabello negro, ojos verdigrises y en ajustados bóxer negros, echa una ojeada por todos sus trajes.
No hay ninguno que destaque más que otro pues todos son de un apagado gris plomo o negros como la noche.
Dando varios pasos se plantó ante una de las muchas hileras para paseando los dedos por cada uno de sus trajes, escoger uno.
Sacándolo de la percha salió del vestidor y apagó la luz.
Despacio comenzó a vestirse, empezando por la camisa blanca.
Después se coló los pantalones.
Pulcramente metió los faldones de la camisa por dentro de éstos para después abrocharlos.
Una vez se calzó anduvo hacia un espejo de cuerpo entero y se miró en él.
Abotonando, uno por uno, los botones, dirigió la mirada hacia donde guardaba sus corbatas y caminó hasta la cajonera para abrir el primer cajón.
Montones de corbatas, todas ordenadas según la tonalidad de gris o negro, aparecieron ante sus ojos.
Escogió una y regresó frente al espejo.
Colocándosela alrededor del cuello de la camisa comenzó a anudarla.
En segundos estaba listo.
Acercándose a la cama cogió la chaqueta y se la puso.
Se alisó un par de veces mientras que, mirándose al espejo evocó una
tenue sonrisa diciéndose:
-Perfecto-
Luego abandonó el dormitorio.
Con paso firme bajó las escaleras hasta llegar al amplio salón.
Cruzándolo alcanzó su maletín al vuelo, el cual reposaba en el mismo sofá.
Caminando hacia la puerta principal salió de su dúplex.
Una vez en la calle, un coche negro y un tipo con pinta de chófer le esperaban.
Quitándose la gorra, el chófer saludó al otro:
-Buenos días, señor Bale-
-Buenos días Ian- respondió el moreno abriendo la puerta trasera para subir al coche.
Ian, rodeando el morro del coche, subió al asiento del conductor, arrancó y se alejó de allí.
Alguien llamaba a la puerta de su pequeño apartamento.
Entre estornudos y quejidos, la chica llegó ante ésta y abrió.
Un joven apareció delante de sus narices.
-Gracias por venir...a...atchús- estornudó ella.
-Estás hecha una pena- sonrió el otro.
Haciéndole un gesto con la mano, la chica le hizo entrar a lo que éste, obediente, la siguió.
-Necesito que me hagas un fa...fa...a...atchús...favor- desplomándose en el sofá, la chica miró al joven.
-Tú dirás - empujó a hablar el chico.
-Verás, ¿Recuerdas que estaba emperrada en entrevistar a Dominic Bale?-
-Ese es...¿Uno de los accionistas que subvencionan nuestra facultad, no?- inquirió el otro.
-Mas...más que "un accionista" es el "ACCIONISTA" ...a...a...atchús...de nuestra facultad - explicó ella.
Limpiándose la nariz prosiguió diciendo:
-A lo que iba, pude concertar una ci...i...atchús...cita con él -
-¡Genial!- exclamó con alegría el joven.
-Je, no, nada...nada de genial...atchús...ay Señor...- ella volvió a limpiarse la nariz.
Mirando al chico repuso:
-La cita es para hoy y mira como he amanecido-
-Oohh, lo siento mucho, de verdad Holly- se lamentó él.
-Joel, yo...me...me gustaría que...si no te importa y puesto que has acabado tu...tesis...me...me preguntaba si tú podrías ir en mi lugar -
-¿Que yo qué?-
-Por favor Joel, es una oportunidad de oro, no...no te lo pediría si no fuera importante - Holly le miraba con ojitos tristones.
-Ho-Holly yo no estoy en el periódico de la facultad -
-Eso no importa -
-¡Yo no tengo ni idea de hacer una entrevista!- exclamó nervioso Joel.
-No...no tienes de qué preocuparte, mira- levantándose de un brinco, Holly se apresuró hacia la mesa donde tenía montones de papeles desperdigados.
Encontrando el que quería regresó junto a Joel.
-Las preguntas te las doy yo, tú solo tienes que leerlas y...grabarlas- la chica puso una grabadora en su mano.
Joel, pasmado, miraba el papel y la grabadora.
-Holly, no...no sé si sabré...-
-¡Por favor, por favor, por favor!- suplicó ella que agarrándole del rostro, imploró -Me juego mi matrícula de honor, esta entrevista hará que Harris me otorgue la nota más alta y me sumará puntos para dedicarme a lo que quiero -
Joel se mordió los labios.
-Y...¿Y si la pifio? Y...¿Y si no quiere que le haga yo la entrevista porque te espera a ti?- inquirió seriamente.
-Estoy segura que no pondrá pega alguna- angustiada, Holly repetía sin cesar -Por favor, por favor, dime que lo harás, por favor-
Rodando los ojos, Joel resopló y contestó:
-Está...está bien, iré a hacerle tu entrevista-
-Gracias, gracias, eres un sol- echándose a su cuello, Holly se abrazó a éste -Eres un amigo -
-Sí, sí, a qué hora quedaste con él y en donde-
-A las once y tienes que ir a su oficina-
-¿¿A las once?? ¡Holly, eso es dentro de dos horas!- se alarmó Joel.
-No te preocupes, no queda lejos- sonrió ella.
-¿A no?- se extrañó él.
-No, tiene...es...es el gerente de la empresa Holding Gates & Bale-
-¿Es...es el dueño de...Hol...Holding Gates & Bale?- se asombró Joel.
-Er...sí -
-¡Madre mía!- jadeó el joven.
-Tú...sé educado, amable y céntrate en las preguntas ¿Eh?- forzó una sonrisa Holly.
Poniéndose en pie, Joel aseveró:
-Que conste que lo hago porque eres mi amiga que si no lo iba a hacer tu madre-
-Lo sé, lo sé, y de veras que te estaré eternamente agradecida- asintió ella.
-Eso no te quepa duda- caminando hacia la puerta, anunció -Me voy o como me espere no encuentro aparcamiento-
-Este viernes te invito a lo que quieras- dijo la chica.
Joel giró la cabeza.
-Pues ya puedes estar preparando pasta porque te voy a desangrar- y tras decir ésto, salió del apartamento.
Holly, más contenta que unas pascuas, se sintió mucho mejor.
A toda prisa, Joel subió a su coche.Metiendo la llave en el contacto, masculló:-Anda que las pintas que llevo...va a pensar que soy un dejado-Ni tiempo le daba a ir a cambiarse.Menos mal que antes de ir a correr había decidido ir primero a ver qué quería Holly.Se incorporó a la calzada.Mientras conducía se miraba fugazmente a sí mismo.-¡Madre mía, madre mía! ¿Qué va a pensar cuando vea que quien le va a entrevistar no es Holly y encima es un chico con chándal? ¡Madre mía, madre mía!-Durante todo el trayecto iba lamentándose y quejándose de su aspecto a pesar de que era un chándal bastante moderno.Pero era un chándal.Paró el coche entre otros dos y miró la hora.A toda prisa salió del vehículo y cruzó al otro lado de la calle.Entró como una exhalación al edificio haciendo que algunos hombres se le quedaran mirando y no era de extrañar.¿Cuándo se ha visto a un chico en chándal en una
-Eh, chico- llamó la mujer de detrás del mostrador a Joel. Éste se giró hacia ella -¿Sí?- -Puedes subir- respondió ella -Última planta - -Gra-gracias-A todo correr, se dirigió al ascensor, entró de un salto y pulsó el último número. Las puertas se cerraron. Dianne aguardaba al chico. No tardó en oír subir el ascensor para después abrirse sus puertas. Un joven en chándal, mirada nerviosa y bastante temeroso, apareció ante ella. -¡Ay Dios mío!- exclamó Dianne al verle aguantándose la risa. Joel, dando un paso adelante, salió del ascensor mientras que Dianne lo hizo hacia él.-Hola, me llamo Dianne Goghitly, soy la asistenta personal del señor Bale- saludó amablemente -Yo...yo soy Joel O'Brian, perdón por mis pintas pero no pensaba que hoy me tocaría hacer una entrevista y...--No te preocupes- quitó importancia ella. Señalándole hacia la puerta que permanecía cerrada,
Resoplando y respirando agitado, Joel llegó junto a su coche. Apoyando las manos en el techo del vehículo, intentaba recuperar el aliento. -¿Qué demonios ha sido eso?- se preguntó a sí mismo. Su corazón aún latía de manera acelerada. No era muy normal cómo se había sentido al verse bajo la mirada de Bale. Moviendo la cabeza, quiso borrarlo. Luego abrió la puerta del coche y subió. Dejando la grabadora y el papel con las preguntas en el asiento del copiloto, se agarró del volante con ambas manos y fijó la vista en el salpicadero. Soltando un suspiro, metió la llave en el contacto, la giró y el motor despertó. Se incorporó a la calzada. Durante lo que duró el trayecto hasta el apartamento de Holly, Joel no podía borrar de su mente cómo le había intimidado Bale. Exactamente no había sido tal cosa sino algo similar hacia algo prohibido.Como cuando de niño te prohíben, por activa y por pasiva,
-¿Le gustó la entrevista a su amiga?- preguntó Bale después de que le trajeran el pedido. -Aún no le he preguntado- respondió Joel mareando el café. -Cuando le preguntes házmelo saber- sonrió éste. -Claro, le mandaré un fax- rezongó, sarcásticamente, el joven. Una tarjeta apareció delante de sus ojos -¿Qué...qué es ésto?- inquirió señalando la tarjeta -Mi tarjeta, ahí está mi número personal- -No la quiero, gracias - rechazó tal, Joel. -Cógela - el moreno no sonaba a petición sino más bien a orden. A regañadientes, Joel la cogió y se la guardó en el pantalón de chándal. La sonrisa regresó al rostro del hombre -Está perdiendo el tiempo conmigo - dijo el castaño, completamente seguro de sus palabras. -Eso deja que lo decida yo- repuso Bale. -Como quiera- dibujó una mueca de desgana Joel. Dando un sorbo a su café, Bale preguntó: -¿Tu vida gira en torno a tu carrera y
Puntuales como un reloj, ambos amigos junto con Ricky, esperan en el hall del hotel. Joel denota nervios mientras que Holly está totalmente relajada. Ricky, mirando al primero, siente curiosidad por su estado de nervios.-Parece como si tuvieras miedo de algo- le dijo. El castaño, dejando de dar paseos de un lado a otro, le miró fijamente.-No, estoy...estoy bien - Nada más decir tales palabras, oyeron unas voces que se acercaban hacia ellos. Holly se enderezó. Ricky se situó a su lado. Joel , tragando saliva, dirigió la mirada hacia delante. En segundos vio aparecer a Bale quien era acompañado por otros tres tipos. Charlaban distendidamente hasta que el moreno descubrió al joven. Sonriendo, dio unas palmaditas en el hombro al hombre que estaba más cerca suya. Después estrechó la mano al otro. Éstos se despidieron de Bale. Aproximándose a los tres amigos, el moreno s
-Espero que haya desistido de la idea de “tirarme los tejos”- repuso Joel mientras movía su café. Uniendo sus manos, el moreno contestó: -No- -Pues debería – dejando la cucharita en el plato de la taza, el universitario dio un sorbo y volvió a depositar ésta en el platito. -Nunca desisto de lo que me encapricho- aclaró Bale. -Pues lamento decirle que conmigo lo tiene complicado- sonrió Joel. -O eso es lo que tú quieres que crea- los labios del hombre formaron una fina línea. Riendo con ironía, el castaño aclaró: -Oiga, no…no es solo que yo no sea gay- -¿Y entonces qué es?- -Que no le conozco – -Pues conóceme – repuso Dominic. Al joven se le disparó el corazón y rápidamente se levantó -Lo-lo siento he…he de irme-Como un vendaval cruzó dirección hacia la puerta de la cafetería. Bale, imitándole fue tras él. ¿Por qué diantres insistía? Normalmente no s
Descamisado, entre dos luces y un vaso de whisky en su mano, Bale le daba vueltas al casi beso que a punto estuvo de darle al joven. Unos milímetros. Eso había faltado para fastidiarlo todo.Soltó el vaso a un lado y dio un suspiro. ¿Por qué con éste le costaba tanto controlarse? ¿Por qué no lo olvidaba y buscaba a otro? Así lo había hecho cuando se les resistían pero con Joel no quería desistir. Dirigiendo la otra mano hasta su móvil, buscó un número. Tras marcar dio al manos libres y esperó. Una voz, al otro lado, le contestó: -“Buenas noches, señor Bale”- -Buenas noches – dijo éste -¿Algo más que hayas averiguado del chico?- -“De momento que estudia en la facultad del estado y que es soltero, nada Más, lo siento pero en tres días es complicado”- -De momento esa información es suficiente, sigue investigándole y no le pierdas de vista – -“Como di
"I'm pagin' Aroma, pagin' Sada Had lil' poom-poom, she called me dadaKiss the poom-poom, so oochie-walla Praise the fatha, praise the fatha, praise!..." Entre risas y la mente en blanco, los tres se lo pasaban en grande. Bailaban completamente entregados a la música. Entre bailoteos y diversión, el alcohol iba y venía. Joel empezaba a notarse mareado. Holly y Ricky estaban más acostumbrados a beber como cosacos y solo habían alcanzado el puntito justo. La vejiga del castaño le avisó que o iba al aseo o reventaría de tanto líquido como había ingerido. De un trago se acabó su whisky y acercándose a Holly anunció: -Voy al...al aseo, hips- -Madre mía pero ¡Si estás borracho!- rió ella -Yo no soy un...hips...alclohico como tú y...hips...éste - habló Joel trabándosele la lengua. -Se dice alcohólico - reía Holly. Su amigo hizo un gesto de no int