-I'm on my fourteen carats
I'm fourteen caratDoing it up like MidasNow you say I got a touchSo good, so goodMake you never wanna leaveSo don't, so don'tGonna wear that dress you like, skin-tightDo my hair up real, real niceAnd syncopate my skin to your heart beating...La canción de Selena Gómez resonaba con eco dentro del baño. Cantaba a todo pulmón como si de un concierto privado se tratara. Había decidido tomar una ducha después de unas horas cansinas de baile.
Una llamada de Helsey, mi mejor amiga interrumpe la canción y mi concierto el cual estaba en su mejor momento, muy a mi pesar salgo de la ducha, tomando un albornoz en el camino para colocarlo sobre mi cuerpo húmedo. Tomé el móvil, llevándolo a mi oído mientras salgo del baño.
-Escucho.-murmuro entrando a mi habitación y dirigiéndome al armario para tomar un pijama.-Vamos a una fiesta-dice, nada más hablo. Rodeé los ojos con cansancio.-Sí, Helsey, tuve un buen día, gracias por preguntar-digo con notorio sarcasmo en mi voz.¿Dónde demonios dejé mi pijama? No la encuentro.
-Venga, Sam, nunca salimos juntas- la súplica predomina en su tono de voz y apostaría un ojo a que está haciendo un puchero.
Y así seguimos los próximos cinco minutos; ella suplicando y yo diciendo que no mientras me lamentaba por haber puesto mi pijama de invierno a lavar.-Ya, está bien-cedí al percatarme de que nunca iba a parar si no le decía que sí.-Vamos a la condenada fiesta, pero solo una hora y nos vamos-advertí.El chillido que pegó hizo que alejara mi oído del móvil.- ¡Sí! Eres la mejor del mundo mundial.Bufé antes de ver la hora en mi celular.
20:00pm.
Genial (notase el sarcasmo) tengo una hora para prepararme.
Yo era una de las personas más indecisas del mundo y tener tan solo una hora para escoger algo que ponerme era una desgracia para mí.
Con desdén me dirigí al closet nuevamente para ver que me podía poner. Ojeé este, mirando las prendas y prendas que nunca había utilizado, pero que por algún motivo estaban allí.
Mirando la hora y viendo que ya habían pasado veinte minutos desde las ocho me apresuré a tomar algo. Me conformé con una falda negra suelta que me llegaba por encima del muslo, una camiseta roja de manga larga que se ajustaba a mi busto y unas botas altas hasta las rodillas que nunca he utilizado. Miré por mi balcón hacía afuera, la noche parecía fresca así que tomé una chaqueta de cuero.
Miré mi cabello aún húmedo y decidí dejarlo así, tomando una liga para atarlo más adelante.
Antes de salir de mi habitación me cercioré de que tenía todo en mi pequeño bolsito de mano; y con todo me refería al móvil, dinero y llaves.
Bajé las escaleras de dos en dos y una vez en la cocina dejé una nota a mis padres para que, si llegaban antes de su viaje no se preocuparán, aunque no creía llegar muy tarde a casa.
Salí por la puerta trasera hacía el porche donde esperé sentada en uno de los escalones de la escalerita a Helsey.
El sonido del claxon de su coche hizo que levantara la mirada hacía ella.
Sin esperar mucho y para no tomar más frío me subí a este.
-Hola, guapa-dice mi amiga nada más subir, dejando un beso en mi mejilla.-Hola, preciosa-digo mientras volteo para colocarme el cinturón de seguridad, ella es una bestia conduciendo.Tardamos más o menos 14 minutos en llegar a la casa donde la fiesta se llevaba a cabo.
Supondría que, recién comenzaba teniendo en cuenta la música baja y la poca gente que se encontraba allí.
(2:00am)
El reloj marcaba las dos de la madrugada, había tomado dos cervezas y un gin-tonic y ya me sentía con mucho sueño como para seguir.
El alcohol la mayoría de las veces no me hacía efecto rápido, sí me daba bastante sueño.
En fin, busco a Helsey con la mirada entre la gente, pero al no tener éxito decido mandarle un mensaje.
Samara: ¿Dónde estás?
Hels-hels: En el baño, ¿ya te vas?
Samara: Creo que sí, tengo sueño, nos vemos mañana ¿sí? Cuídate, cualquier cosa me avisas.
Hels-hels: Vale, vale. ¡Te quiero!
Con una sonrisa salí de la casa, que, en cambio a como estaba antes ahora estaba atestada de gente.
Llamé a un taxi, que no tardó ni diez minutos en venir a recogerme. Le di la dirección a la mujer que lo conducía y en un abrir y cerrar de ojos había llegado a mi casa.
Pagué el transporte y con un cansancio subliminal subí a mi cuarto. Como era de esperarse
mis padres no había llegado aún.Una vez en mi habitación me coloqué me pijama, muy a mi pesar, ya que no era el pijama de invierno que tanto anhelaba ponerme.
Mi pijama consiste en una camiseta de mi hermano que me queda enorme y unos shorts algo cortos. Me dirijo a el baño y cepillo mis dientes, peino mi cabello y hago mis necesidades una vez lista me acuesto en mi suave cama y caigo en un profundo sueño.(...)La canción de Shingeki no kyojin de la segunda temporada hizo que abriera los ojos rápidamente.
-¿Quién llama a esta hora de la mañana?-murmuro, tanteando en la mesita de noche para coger mi móvil.- ¿Si?-digo, una vez tengo el celular en mano.
-Hija, ¿estabas durmiendo?-la voz de mi padre irradiaba fastidio, a veces creía que me odiaba.
-Mmm... ¿no?
-Eso fue un sí-gruñó. Pff, ni que fuera tan grave ¿Qué hora es?
Me levanté, aun en la llamada y busqué mi reloj por el escritorio que había en frente a mi cama. M****a, eran más de las doce, ya ni siquiera era mediodía.
-Se me hizo un poco tarde.-admití. Mi padre solía ser muy (demasiado) quisquilloso con los horarios.
-Ven en diez minutos-fueron sus últimas palabras antes de colgar. Que maleducado.
Suspiré dejando el móvil en mi escritorio y puse el cronometro en cinco minutos, era obvio que no llegaría en diez minutos, pero al menos lo intentaría.
-¿Me bañaré ahora, o de tarde?- dije, oliendo mi camiseta. Ayer fui a una fiesta...debería.
Rápidamente me adentré al baño, y comencé a desvestirme con una mano mientras que con la otra abría la ducha y esperaba que el agua se calentara. Una vez dentro me apresuré a lavarme el cabello, sin mucha preparación. Enjaboné mi cuerpo y sin más preámbulos, salí de la regadera, coloqué una toalla en mi cabello y otra en mi cuerpo y salí hacia mi cuarto viendo que el cronometro marcaba los cuatro minutos y medio.
Me adentré en el closet, tomando un pantalón deportivo negro junto a una sudadera con capucha del mismo color. Tomé mi ropa interior y como un rayo me vestí.
Ni siquiera me había peinado cuando ya estaba fuera de casa con unas zapatillas deportivas en mano y el móvil en la otra.
Para mi suerte el taxi llegó rápido y no tuve que esperar demasiado. Tardé tres minutos y medio en llegar a la oficina de mi padre.
-Muchas gracias, que tenga buen día- le dije al taxista después de haberle pagado y bajado de su coche.
Miré el edificio que se cernía a lo alto.
Iba a mirar mi móvil cuando un brazo rodeó mi cintura y una mano tapó mis ojos iba a gritas, pero las palabras no salían de mi boca, gracias a que mis pulmones no tenían aire, las piernas me quedaron entumecidas. ¿Qué demonios me dieron...?
Lo único que escuché fue;
-Jefe, ya la tenemos.
Hasta que todo se volvió negro.
Narra Samara.Abro mis ojos encontrándome con una luz muy fuerte haciendo que los cierre nuevamente, intento hacerlo otra vez y la vista se va aclarando poco a poco hasta que puedo visualizar mejor lo que tengo alrededor. Lo primero que veo es un techo blanco, lo segundo que puedo notar es que estoy acostada en una cama extra grande, lo tercero estoy en un cuarto. Este tiene las paredes negras y los muebles en tonos grises y blancos.Mi garganta está algo ronca y mis labios se encuentran secos, miro mi vestimenta y veo que traigo una camiseta extra grande negra y no la que llevaba puesta. Hago una mueca al intentar levantarme, mi cabeza va a explotar. Me siento en la suave cama y después de unos minutos todo viene a mi de golpe.Antes de que pueda si quiera intentar pararme y salir corriendo la puerta se abre ha
NarraSamaraLe dediqué una mirada severa Elijah y golpeé su mano en mi hombro para que me soltara.Fui escaleras arriba sientiendo su presencia detrás de mí.Cuando por fin subí la infinidad de escaleras, su figura me acorrala contra la pared.¿Y este...?-Déjame-digo en un susurro, ya que me estoy hartando demasiado. Noto como quiere acorralarme aún más y le pego un puñetazo, este se echa hacia atrás agarrándose la nariz; Es obvio que no soy más fuerte que el pero mi puño lo ha tomado desprevenido.
NarraElijah Veo como Samara se desvanece y antes de que caiga al suelo la tomo en brazos, pasando una de mis manos por debajo de sus rodillas y otra por su cintura.-M****a-volteó la cabeza hacia un costado y no veo nada ni a nadie. Esto es una jodida trampa.-Hey Elijah sabes porque no hay nadi... ¡PERO QUE COÑO!-grita Jace corriendo hacia nosotros, desesperado.-Una bala-digo viendo la herida en el estómago de Samara-Alguien le ha pegado un tiro-aclaré intentando apaciguar la sangre que caía.-No me digas ¿En serio? Pensé que se le había caído un paquete de arroz encima y por eso está medió muerta-dijo con notorio sarcasmo en su voz.-Jace-gruñoSalimos corriendo del edificio, encontrándonos con todos los chicos, incluido el idiota de John.Mike al ver a Samara desangrándose en mis brazos corre hacia nosotro
NarraElijahSalgo de mi despacho furioso, dando un portazo. Un segundo, no pienso dejar a Samara con ese...Cachivache. Doy media vuelta dirigiéndome a mi despacho, al entrar tomo a Samara de el antebrazo y la llevo conmigo escaleras abajo.-Elijaaah-me llama de atras-Vas muy rápido tioo-refunfuñaMe paro estático en el final de las escaleras y suelto su brazo.-Que te paso-pregunta poniéndose delante mio.-Tenemos que hablar Samara-le digo resignado. Ella asiente confundida, y me toma de la mano para ir a la sala de estar.-Bien, pues habla-d
NarraElijahJodida y puta vida. Aunque os parezca raro le había tomado cierto cariño a Samara.Entro a la mansión cerrando la puerta de un portazo.-Y-y Samara?-pregunta temeroso Mike-Se fue-digo cortante-Y no volverá.-Pero Elijah ella...-dice acercándose-PERO NADA-gritó estampando mi puño en la pared-ELLA SE FUE-otro puño-Que coño esta pasando-dice Jace exaltado-Esta teniendo un ataque de ira-le responde Mike.-Yo me piro-dice Jace alejándoseSigo golpeando la pared y tirando todo lo que esté a mi alcance.-Tío, Elijah para-dice Mike tomándome de la cadera.NarraSamara
NarraSamaraElijah se aleja para contestar su móvil el cual estaba sonando. Suspiro. Estoy demasiado nerviosa.El vuelve un con la mandíbula tensa y las pupilas algo dilatadas.-Me tengo que ir, y tu vendrás conmigo-niego frenéticamente con la cabeza y aprieto mis labios.-Yo...Yo no quiero ir contigo-digo decidida-Iras por las buenas o por las malas-Y esas son las últimas palabras que escucho para después caer en una profunda oscuridad.Narra
NarraSamaraMe quedo petrificada ante las palabras de Elijah. Santa Madre. Lo miro a los ojos, esos ojos verdes que te hacen perder en ellos, esa mirada penetrante e intimidante pero a la vez dulce e inigualable.-Elijah...yo-debo admitir que le he tomado demasiado afecto pero no puedo decirle "te quiero" esas palabras son tan fuertes, tan imponentes que al decírselas puedo causar esperanzas hacia nuestra relación.Antes de que pueda continuar Elijah sonríe.-No hace falta que me contestes ahora-dice mordiendo levemente su labio-Solo déjame conquistarte-asiento asimilando lo que acaba de decir.-Vale-susurro.Apoyo mi frente sobre su pecho y rio.-Te acabo de mandar a la friendzone- siento el pecho de Elijah vibrar, signo de que se está riendo. Sus brazos me rodean.
En la vida hay momentos incómodos y momentos sumamente incómodos.Bueno pues yo estoy viviendo el Segundo.Mi ex ligue, amiga con derecho, novia ficticia o como coño queráis llamarle está en frente mío y a un costado de Samara.Os cuento. Juliette era muy importante para mi hasta que me traicionó, desde entonces la relación -𝘴𝘪 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘭𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘳 𝘢𝘴𝘪- que teníamos se desintegró.De hecho, ni me acordaba de ella.Miro a Samara la cual está algo pérdida y suspiro.-¿A que se debe tu visita, querida?-digo sarcástico. Sabe que tiene que avisar antes de venir, todo el mundo lo tiene que hacer.Sonríe y peina su cabello en un movimiento seductor, según ella.-Me preguntaba si, podrías acogerme en tu casa-su tono era divertido y cauteloso.-¿Teng