Stefan¿Se puede ser de verdad tan inhumano? ¿Se puede ser tan insensible hasta ese punto tan enfermizo? ¿Se puede ser tan maldito hasta con las personas que según quieres? La respuesta era si a todas, siento ganas de vomitar, no de asco, sino de impotencia, de desesperación, Renata vivía en el infierno, paso por años de torturas físicas y psicológicas que ya hubieran orillado a alguien a suicidarse sin duda, ahora entiendo, su comportamiento cuando llego aquí. Sus ganas infinitas de encontrar la muerte, eso era mejor que regresar con ese demonio, ahora lo entiendo, la comprendo totalmente. Creo que nadie se ha topado con el verdadero diablo que ese hombre puede llegar a ser, más que ella, mi alma llora por Renata, las injusticias por las que tuvo que pasar, la vida fue lo que le sigue de injusta con ella y por culpa de ese maldito ella perdió todo, hasta sus ganas de vivir, era una muerta en vida, sin emociones, sin propósitos. Jamás había deseado tanto arrebatarle la vida a al
Renata Después de hacer el amor en la tina de baño Stefan y yo permanecimos más tiempo en la bañera, hablando de cosas tan simples y cotidianas, pero para mí fue una plática de lo más agradable, en cierto sentido, éramos polos opuestos, a él le gustaban más las cosas saladas a mí lo dulce, disfrutaba de la música fuerte y alocada y yo prefería las cosas bajas y suaves, le gustaba hacer ejercicio y yo apenas y tenía fuerzas para aguantar mi existencia cada mañana.Cuando salimos de la ducha él se envolvió en una de las toallas para ir a su habitación por ropa limpia, yo me cambie y me quedé en espera de que él regresara, mis emociones... es complicado explicar como me siento ahora, aún estoy un poco afectada por el descubrimiento de ayer, saber que Armando era al culpable de la muerte de mi madre y hermano, siento tristeza, pero las lágrimas de dolor no los van a revivir, ya lloré su pérdida en el pasado, lo que siento es un odio que crece, rencor que alimenta llamas en contra de Arma
Ya había caído la noche, Stefan aún no llegaba a casa. Me pasé toda la tarde en compañía de Alessandro, sorprendentemente no se la pasó haciendo comentarios sobre mí y Stefan, al contrario, me contó como le fue en su viaje a la fiesta de su amigo Darel y se lamentó al decirme que piensa que ya perdió a un buen compañero de cacería, porque todo parece indicar que ese chico está enamorado de una chica a la que está cuidando ahora en su casa, no pude evitar pensar en mí y Stefan. Salgo del baño y me siento en la cama para cepillar mi cabello, ya está bastante largo, recordé que fue muy cómodo tener el cabello corto como aquella vez que usé esa peluca para la fiesta de máscaras, la primera noche en que Stefan y yo estuvimos juntos, lo recuerdo con nostalgia como algo lejano, cuándo en realidad solo han pasado un par de días, con Stefan el tiempo se va, muy rápido. — Es mi día de suerte, pensé que te encontraría dormida.- sonrío al escuchar la voz de Stefan y sus pasos avanzando a donde
— Con todo respeto... esa cosa se mira asquerosa Renata. Mi cabeza se vuelve como un latigazo en dirección a Alessandro, ambos estamos manchados de harina y masa en la ropa, debo admitir que Alessandro sin su traje se mira un poco más mortal, aunque no deja de verse elegante.Ya han pasado 3 semanas desde la fiesta en la que Stefan y yo nos dejamos llevar por los sentimientos y emociones, los días han pasado como un suspiro y cada vez parecemos más como... una pareja. Aún no hemos hablado sobre el tema, claramente nuestra relación no es ningún secreto para los trabajadores en el interior de esta casa, lo que pasa en el exterior es ajeno para mí. Aunque estoy encerrada, indiferente al exterior así como con Armando, me parece que la situación está años luz de ser parecida, aquí me encuentro cómoda, y feliz. Preparé unos pastelillos para Stefan, él, es tan detallista, siempre me trae algo cuando sale, he incluso si es un chocolate diminuto para mí es muy significativo, quise hacer algo
Me siento satisfecha con el resultado, de nuevo Stefan contrató profesionales para que me cambiaran de look, opté por de nuevo elegir la peluca de cabello oscuro, lacio y corto, me maquillaron a la perfección, de atuendo fue una camisa de vestir blanca de mangas largas, sobre ella un blazer oscuro a juego con los pantalones de vestir y botines oscuros. Al bajar me encuentro con Stefan esperando por mí en la puerta de entrada, mi gran sonrisa se va borrando poco a poco al llegar a él, tiene un rostro algo tenso y nervioso. — ¿Todo bien?.- no puedo evitar que se me escape el tono de preocupación en mi voz, él me sonríe. — Sí, es solo que te quiero llevar a un lugar muy público, por seguridad necesitas usar esto.- me tiende unos lentes oscuros.- No quiero que pienses que me da vergüenza que nos vean en la calle, no quiero que te reconozca alguien de... — Entiendo.- tomo los lentes y me los pongo, me acerco al espejo que está en el pasillo.— No te preocupes yo no tengo problemas, mira
El camino es tenso, silencioso e incómodo, Stefan no deja de teclear a gran velocidad en la pantalla de su celular. Estoy tratando de mantener la calma, pero me es imposible, siento que está pasando algo muy malo si Stefan esta de ese modo. En ningún momento me quité los lentes, y traté de levantar la voz lo menos posible, es una lástima que este día que prometía ser maravilloso como los demás tomara este rumbo. Llegamos a casa, Stefan sale del auto y me tiende una mano para ayudarme a salir, está ansioso, muy nervioso, curiosamente no sé le nota en alerta como otras veces, más bien parece que tiene pánico, como si estuviera lleno de miedo. En cuánto entramos a la casa uno de sus hombres lo esperaba, tenía una pequeña caja en las manos. — Señor... le mandaron esto, ya lo revisamos y... bueno, tenía esta nota. El hombre le tiende un papel a Stefan, después la caja que él la toma como si fuera una bomba que está a punto de explotarle en la cara, y bueno, ya pasó una situación simil
Stefan Mis pesadillas acaban de cobrar vida, estoy experimentando nuevamente aquel sabor del miedo, aquella impotencia y desesperación en niveles alarmantes que me impiden pensar con claridad, Armado la tiene en la mira, no sabe que se trata de Renata, ha de pensar que es solo una simple mujer con la que estoy saliendo, pero ya la notó; mandar el vestido de Marisa solo es una advertencia, Renata tiene que marcharse, alejarse de mí lo más pronto posible.Esa idea me lastima en lo más profundo del alma, mi corazón duele y protesta ante la idea, pero la culpa llega arrasando con todo a su pasó, sin dejar lugar a otra cosa que no esa ella, no puedo dejar que Renata tenga el mismo destino, no puedo dejar que la lastimen, si para mantenerla a salvo, tengo que mandarla lejos de mí eso haré aunque me queme el alma.Ella está tan afectada como yo, me encantaría poder consolarla en mis brazos, pero estoy tan hecho trizas que no podría hacerlo, nuestras miradas se encuentran, sus ojos y los mío
Renata Me encerré en el baño para llorar en lo que las empleadas empacan mis pertenencias en las maletas, tengo ambas manos en la boca para que no escuchen mis sollozos, las lágrimas corren empapándome los dedos y cayendo sobre mis muslos. Me duele el pecho con cada respirar, es como si estuviera aspirando flamas ardientes, el corazón me lastima con cada palpitar no puedo creer que de verdad esté pasando esto. Me permití emocionarme con las palabras de Alessandro cuando me dijo que para Stefan lo que había entre nosotros no era algo momentáneo, algo pasajero, que cuando él amaba se entregaba por completo y de eso no me queda duda. Se encargó de hacerme feliz y hacerme sentir especial cada momento que estuvimos juntos, me llenó de detalles y bonitas palabras que se grabaron con fuego en mi mente, pero todo principio tiene un final y este es el nuestro. La situación nos sobré pasa, tanto a él como a mí, no quiero marcharme, no quiero separarme de su lado e irme a quién sabe donde par