Epílogo Me miro en el espejo, la curva que se forma en mi abdomen me hace sonreír. Siento como una pequeña mano me jala el vestido. —¿Qué sucede Martín? ¿Por qué traes tu ropa tan sucia? —Él solo se ríe y no hace nada más. —Sabes que le dije que no se lanzará al lodo —dice mi Martín acercandose a la puerta—. Mi amor, estás de nuevo mirándote al espejo, por que no te dejas el primer vestido. Con ese vestido te ves espectacular. —Tu siempre tan halagador, pero yo sé que lo dices para que no me sienta mal por la enorme panza. —Él de da un beso —¿Enorme panza? yo lo que veo allí son mis bebés, que los amo con todo mi corazón. —Él se agacha y me besa el estómago. —Bueno, ya llegaron los invitados, por lo que veo hay muchas personas allí abajo. —Mire por la ventana y le dije—. Vamos o nos vamos a quedar acá mirándonos. —Por mi, no hay problema alguno. Por mi te miro y te miro, una y otra vez. Ese es mi pasatiempo favorito, eso es lo que más me gusta hacer. —Me abraza para besarme
Estando acostada junto a mis dos hermanos me despiertan unos gritos, me asomo al balcón del segundo piso y miro que en la sala está mi mamá discutiendo con mi padre, porque la falta de dinero se nota a gritos; el dinero que gana mi padre estando en las fuerzas armadas se lo gasta en bares con sus amigos del ejército en mujeres y licor, sin tener conciencia de que mis hermanos y yo los necesitamos, mi padre sale y se va muy enojado como si nosotros tuviéramos la culpa de su mala suerte, mi madre si sienta en un sillón, rompiendo en llanto que hace que se me rasgué el alma al verla así que bajó corriendo por las escalas y la abrazo muy fuerte.—Tranquila mamá que nosotros saldremos adelante, como sea aquí estamos luchando —le digo a mi mamá en llanto—. Desde que yo pud
Bueno no tenemos qué más hacer, fuimos con el señor Thomas en el auto, después de tanto tiempo en el auto estábamos muy nerviosos pero debíamos arriesgarnos a ir con el señor Thomas, porque no teníamos más que unos vegetales en un bolso viejo y deudas en hoteles, «lo que nos está sucediendo con el señor Thomas es lo máximo, siento en mi corazón que todo estará mejor solo debo estar muy pendiente de mis hermanos que no les pase nada».—Hemos llegado mis muchachos está finca es mía, ustedes podrán vivir acá y alimentarse de ella —dijo Thomas.—Es muy bonita —dijo Julio.— Sí y también muy grande —dijo Antonio.
Ya ha pasado bastante tiempo después de la última vez que estuve con Robert y lo mejor aun que fue cuando lo conocí, todo esto fue claramente a escondidas de Thomas, lo recuerdo como si fuera ayer, debo tener claro que donde Thomas se entere me puede ir muy mal.. Inicio flashback. Estábamos en uno de los viajes planeados de Thomas, como siempre él diciéndome qué hacer y como lo debo hacer, Thomas me hace sentir mal en medio de una de las reuniones, no le gusto que yo opinara y de un grito me mandó a callar y me prohibido volver a interrumpir, me levanté muy furiosa de la mesa y sin decir palabra alguna me retiro, salgo de la reunión y golpeó fuerte con mi mano la puerta, estaba tan enojada que me salían lágrimas, no esperaba que Thomas algún día fuera a hacer eso conmigo, pero claro él por darselas de muy barón y que él es quien me domina y tiene poder suficiente en mi, entre en el ascensor, con mis m
Voy rápido al apartamento, para pensar que pudo pasar, alguien me tuvo que haber seguido, no es normal que eso suceda. Debo descubrirlo lo más pronto posible.Entró y miró por la ventana, no se ve nada. ¿Será que fue Robert quién me traicionó? Muerdo el interior de mi mejilla por la incertidumbre, un ruido hace que me ponga alerta. Sacó el arma que tengo en mi espalda baja, caminó hasta una habitación pero no veo nada. Voy más al fondo hasta que veo que Thomas me está apuntando. Esta sentado sobre un mueble, su mirada se ve fria y tiene el nudo de la corbata suelta.Miró el rostro de Thomas y definitivamente está enojado, no bajo mi arma él me apunta con malicia.—Baja eso Cinthya,
Entra aquel hombre y me es difícil dejar de apreciar semejante escultura.—Buenos días, lamento mi llegada tarde, uno de mis socios se quería escapar a España con buena parte de mi dinero y tuve que poner fin a tal desbancó de mi organización, todos mis socios lo saben y el que no lo sepa le debe quedar muy claro, que nadie se puede burlar de Máximo Russo, de antemano lamento mis palabras señorita Cynthia muy pocas veces sucede esto, pero soy uno de que no da a espera por cobrar las faltas que cometen hacia mi, estoy muy feliz de poder hacer negocios contigo, y más después de tantas llamadas que me hizo el señor Thomas de recomendación, al parecer él te quería mucho, Ante todo lamento mucho eso y déjame decirte que pongo a tu disposición a todos mis hombres
Apenas tengo tiempo de hacer que llegue un amigo mío, quien me brindó su ayuda en el pasado, para pagarme un favor que le hice de prestarle dinero, con el cual salvó su vida, él en agradecimiento se me ha ofrecido para cualquier eventualidad, y más que se le facilita por su apariencia elegante adaptarse rápidamente, él estaría presente donde yo le diga, él es mi buen amigo Raúl, que a sus cuarenta años se ve tan joven como si solo tuviera treinta, lo llamó para saber dónde se encuentra y lo hago llegar, le doy indicaciones y quedamos en vernos mañana en horas de la tarde, estoy muy ansiosa en que él llegué.Me levanto y es una de esas mañana frías, estoy en el balcón, con mi mano derecha llevo a mi boca la taza de café que acostumbro a beber cada mañana, y
Llegó la noche y los nervios no faltaron, suena la puerta y voy lentamente hacia la puerta, tomo aire, me tranquilizó un poco y le abro la puerta con una sonrisa gigante en mi cara.—Hola Robert, que apuesto te ves, luces guapísimo — hablo muy coqueta.—Mira Cynthia este pequeño detalle que te traje, sé que te va a gustar mucho. —Robert y sus detalles, desde el primer día que lo conocí ha sido igual.—Pero entra Robert, estás en tu casa, eso sí deja tus hombres afuera porque no sé tú pero yo no quiero que me vean desnuda —le habl&oacut