Miro a mi alrededor y son alrededor de 6 hombres armados, dos camionetas, Martín me toca la mano, supongo que piensa que me va a proteger o algo así. —Espera bonita. Vamos a ver que quieren esos hombres —dice y ruedo los ojos. Tratando de bajar del carro. —No, no se te ocurra bajar. Te pueden matar. Se acerca uno a la puerta para bajarme, Martín se alerta de una vez y abre la puerta primero. —¿Qué quieren? No tenemos dinero acá pero si lo que quieren es dinero se los puedo entregar, solo hago una llamada. —Ellos se miran y se ríen. —No, nosotros no queremos dinero, la queremos a ella. —Martin me mira y me cubre con su brazo.—Tendrán que pasar por encima mío —habla Martín decidido. —Él no tiene nada que ver, si me quieren a mí, acá me tienen, déjenlo que se vaya. —Martin me mira y niega con su cabeza. Ellos se acercan y comienzan a pelear con Martín, le dan unos cuantos golpes, mientras tanto, yo tomo mis zapatos y comienzo a golpearlos, preciso hoy dejé mi arma, por todo lo qu
Raúl entra y cuando me ve se tensa de inmediato. Mira a aquel hombre y le entrega los documentos. —Aquí tiene, ahora que están completos. Necesito que la suelten y la dejen ir, así quedamos todos al tanto. —Raúl le habla con tanta determinación, aquel sujeto solo se ríe. —Ustedes dos no me vienen a decir que hacer, yo soy el que toma las decisiones y si decido no dejarlos salir pues eso haré. ¿Está claro? —mira fijamente a Raúl, mientras a mi fiel amigo le temblaban las manos de la impotencia. —¿Estás seguro? Mira cuánto puedes perder si me tienes en este lugar. También medita cuánto puedes ganar si me dejas salir. Él me da una leve sonrisa, creo que tanto Raúl como yo, nos estamos conteniendo para no golpearlo. —Esta bien, lo hago porque a una mujer como tú, sería una pena verla tirada en una fosa se desperdiciaría mucho. Puedes irte, bueno, ustedes dos pueden irsen. Espero no verlos por acá, al menos que sea para obtener una respuesta, tienes dos semanas preciosa para que cumpl
MartínAlguna vez escuché por allí, que cuando es la hora de que te llegue tu complemento, no te salvas ni aunque te escondas. Eso siento que es Cynthia para mí, mi complemento, mi media mitad, si lo decimos de una forma cursi. Jamás, nunca en mi vida me había clavado tanto con una persona, pero es que su olor, su personalidad, su rostro, su belleza, tiene algo que me atrae de una forma descomunal. Definitivamente no me arrepiento de nada con ella, en especial al ver que es correspondido, cuando las cosas son recíprocas son mucho mejor, y adicional valen la pena. Ver esa escena, cuando esos hombres nos interceptaron, me hizo activar un recuerdo, uno de hace muchos años, cuando era un niño muy pequeño y llegaron algunos de la misma forma, colocando revolver por todo lado a mi papá, muchas veces pensé que iba a ser su fin, pero bueno, ahora que soy adulto comprendo que él no hacía nada bueno. Me hubiera gustado haberla defendido, que ella sintiera que estoy para cualquier momento, que
MartínLuego de llegar de montar, fui directo hasta mi habitación, ella aún seguía durmiendo. Me hice al lado de ella, mirándola, quisiera quitar esas etiquetas que han puesto pero es imposible, mi pasado tormentoso no me lo permite. Ella abrió los ojos y me sonrió, se sentó y recogió su cabello.—¿Saliste? Sentí que te levantaste pero el sueño era bastante agotador —dice con una sonrisa en sus labios.—Si quieres despejarme un poco, ¿quieres ir a comer conmigo algo? Me gustaría que tuviéramos una cena romántica. —Toque su nariz. —Claro me encantaría, necesito dinero Selena llamada y salimos.—Oye bonita ¿Cuánto tiempo va a durar tu amiga acá? —Necesito que esté lejos, no la quiero tener cerca a mi, esa fue una promesa que hice hace muchos años.—Ella se va hoy, solo me pidió que la dejara quedar dos días. ¿Luego sucede algo entre ustedes dos? Martín quiero que seas muy honesto conmigo, ¿todavía te interesa ella? —No, pero debes entender que fue un golpe para mí verla aquí. Ella me
Cynthia Quizá cambiar mientras que estoy con él no es mala idea, siempre he vivido muy reacia al amor y ahora que lo conozco, que lo tengo conmigo y sobre todo para mí, quiero disfrutar. Quiero disfrutar de él en su totalidad, pronto tendré que deshacerme de él, así que creo que merezco algo lindo antes de que acabe. Seco mi cabello en el baño, nos mojamos demasiado, debo decir que se vio lindo, aunque un poco cursi. Al volver a la mesa, él estaba pidiendo algo, me senté y tomé su mano. El mesero nos trajo la comida y charlamos mientras comíamos rico. A la hora del postre, él se puso de pie y me llevo hasta la ventana, allí había un grupo de músicos que decían mi nombre en cada tonada, se acercaron y comenzaron a cantarme de frente, Martín se hizo atrás mío, escuchar esas frases, como dedicaban cada estrofa a todo lo que somos hacía que mi ojo se aguara, no soy sensible pero debo decir que él está generando eso en mi, está haciendo que todo eso salga a la luz. Lo que quedaba de la v
Llegó el día de la vendimia, toda la semana han estado recolectando las uvas para mañana hacer la conmemoración y todo el proceso de producción de vinos de forma manual. Hace años donde se realizaba la misma celebración y Thomas estaba acá, no me dejaba hacer mucho, tan solo estar cerca a él. Por eso esto ha sido tan especial para mí, me siento tan libre, me siento tan única. Bajo las escaleras, las personas de servicio están terminando de organizar para recibir a los invitados. Por parte mía está claro que no va a venir nadie, no puedo ni quiero invitar a Russo, aunque se lo prometí debo decir que no me conviene para nada que se dé cuenta que estoy saliendo con Martín. Recuerdo muy bien su amenaza, mientras esté teniendo relaciones sexuales con él no puedes estar con alguien más, y si lo dice es porque algo de cierto debe tener. Debo admitir que estos días con Martín han sido espectaculares, él y su forma de tratarme me tiene completamente enamorada, Por más que me quise a resist
Le indico que me siga, vamos hasta un lugar más lejano, de algunas personas. Es claro que los trabajadores de aquí podrían ir con el chisme a Martín de lo que hable. Nos fuimos lejos de los viñedos me giró a mirar a Russo, tiene en su rostro una expresión indescifrable.—Veo que no has desaprovechado el tiempo para nada, ya eres la dueña y señora de la casa —dice con una risa irónica. —Eso no es de tu incumbencia, es mi vida personal —dije mirándolo a los ojos juntos—Claro que si es de mi incumbencia, porque sencillamente, tú tenías una misión y era quitar de esta propiedad a él, sin contar qué tú no puedes estar revolcándote con uno y otro mientras estés marcado conmigo. No has entendido eso verdad tú, Cynthia no puedes prescindir de lo que haces, tu cuerpo me pertenece. —Sus pupilas se oscurecen.—Russo… Yo… —¿Por qué me estás traicionando? Te cuesta serle fiel a la persona que te está dando dinero, a la persona que te da placer como ningún otro, te parece eso bien porque a mí no
MartínLa dejé sola con él, las miradas iban y venían y la verdad necesito corroborar que esté presentimiento es solo un error, llegué a la casa y me serví una copa, pude ver como él la tomaba de la cintura, de forma muy comprometedora; tal vez debería haberlos seguido, pero no puedo no quisiera ver cosas que me causan algún daño. Tengo la firme convicción de que es una gran mentira lo que mi cabeza está procesando, sin embargo, los celos y la desconfianza me pueden más. La gente pasa y pasa llevando alguna cosa, hoy en particular se celebra la recolección de uvas así que prefiero pensar en otra cosa qué tenerla metida en mi cabeza.—Martín —Mi tía llama mi atención. —Si, dime. —Me dijeron que ella se estaba besando con tu invitado, espero que con eso te quede claro que ella no te quiere, y que debe irse. —Bajo mi cabeza y me sirvo otro gran trago. —Ve y haces otra cosa, de mi vida personal me encargo yo —dije de forma arrogante, me duele hablarle así pero me duele más esto. Que ve