Llegó el día de la vendimia, toda la semana han estado recolectando las uvas para mañana hacer la conmemoración y todo el proceso de producción de vinos de forma manual. Hace años donde se realizaba la misma celebración y Thomas estaba acá, no me dejaba hacer mucho, tan solo estar cerca a él. Por eso esto ha sido tan especial para mí, me siento tan libre, me siento tan única. Bajo las escaleras, las personas de servicio están terminando de organizar para recibir a los invitados. Por parte mía está claro que no va a venir nadie, no puedo ni quiero invitar a Russo, aunque se lo prometí debo decir que no me conviene para nada que se dé cuenta que estoy saliendo con Martín. Recuerdo muy bien su amenaza, mientras esté teniendo relaciones sexuales con él no puedes estar con alguien más, y si lo dice es porque algo de cierto debe tener. Debo admitir que estos días con Martín han sido espectaculares, él y su forma de tratarme me tiene completamente enamorada, Por más que me quise a resist
Le indico que me siga, vamos hasta un lugar más lejano, de algunas personas. Es claro que los trabajadores de aquí podrían ir con el chisme a Martín de lo que hable. Nos fuimos lejos de los viñedos me giró a mirar a Russo, tiene en su rostro una expresión indescifrable.—Veo que no has desaprovechado el tiempo para nada, ya eres la dueña y señora de la casa —dice con una risa irónica. —Eso no es de tu incumbencia, es mi vida personal —dije mirándolo a los ojos juntos—Claro que si es de mi incumbencia, porque sencillamente, tú tenías una misión y era quitar de esta propiedad a él, sin contar qué tú no puedes estar revolcándote con uno y otro mientras estés marcado conmigo. No has entendido eso verdad tú, Cynthia no puedes prescindir de lo que haces, tu cuerpo me pertenece. —Sus pupilas se oscurecen.—Russo… Yo… —¿Por qué me estás traicionando? Te cuesta serle fiel a la persona que te está dando dinero, a la persona que te da placer como ningún otro, te parece eso bien porque a mí no
MartínLa dejé sola con él, las miradas iban y venían y la verdad necesito corroborar que esté presentimiento es solo un error, llegué a la casa y me serví una copa, pude ver como él la tomaba de la cintura, de forma muy comprometedora; tal vez debería haberlos seguido, pero no puedo no quisiera ver cosas que me causan algún daño. Tengo la firme convicción de que es una gran mentira lo que mi cabeza está procesando, sin embargo, los celos y la desconfianza me pueden más. La gente pasa y pasa llevando alguna cosa, hoy en particular se celebra la recolección de uvas así que prefiero pensar en otra cosa qué tenerla metida en mi cabeza.—Martín —Mi tía llama mi atención. —Si, dime. —Me dijeron que ella se estaba besando con tu invitado, espero que con eso te quede claro que ella no te quiere, y que debe irse. —Bajo mi cabeza y me sirvo otro gran trago. —Ve y haces otra cosa, de mi vida personal me encargo yo —dije de forma arrogante, me duele hablarle así pero me duele más esto. Que ve
Cynthia Mi corazón está partido en pedazos, por eso no quería enamorarme, eso solo es para sufrimiento, para poder sacarlo peor de uno. Salgo de allí, Martín está mal emocionalmente, no se que estupidez puede llegar a cometer y creo que sería un mal momento, no se que tan dispuesto está Russo a seguirle la cuerda. Fue muy mala idea que lo hiciera venir, él no sabe que está en peligro, y más si se pone a enfrentarlo. Miro a Russo en la sala, está bebiendo algo. Me acerco y le hago señas para que vayamos afuera o a algún lugar. Martín pasa de largo y sube las escaleras, seguro él va a darse un baño, no le gusta estar así. En estos momentos ver a Martín así ebrio y celoso no es irrelevante, lo importante es la estúpida de Ingrid, me preocupa la información que tiene, no tenía idea que ella conocía a Robert, lo que me preguntó una y otra vez ¿Cómo lo conocía? ¿Qué relación había entre ellos? Cuando veo que Martín se sube por completo le comentó a Russo. —Ella sabe de Robert, ella sabe
Entre y me acerqué, tengo un nudo en mi garganta, sí lleno de rabia porque ella se metió donde no debía. Me acerqué y me senté con gran actitud. Martín miraba las cosas desconcertado y parecía que tuviera un nudo en su garganta. —¿Y esta gran sorpresa? —pregunté sarcásticamente—. Me sorprende ver que tengan eso allí, hace parte de mi vida personal y no de la de ustedes dos. No puedo negar que él se enterara de esta forma, debo admitir que esto tarde que temprano se tenía que saber. —Esta es ella, esta es la verdadera Cynthia —dice la estupida de Ingrid—. Una persona sin escrúpulos que es capaz de todo con tal de conseguir sus propósitos, y creeme que tú eres uno mas de ella— Martin no dice nada, tan solo mantiene su mirada perdida, ni siquiera es capaz de sostenerme la mirada a mí. No saldré corriendo de acá como una cobarde, sin embargo, quiero acabar con esta mujer, en este preciso momento, así Martín me termine odiando. —No tienes más por decir, me hubieras dicho y hubiera tra
Subí a mi habitación y antes de tomar dinero y cosas importantes, limpie las lágrimas que han empezado a salir. «Soy una estúpida» una completa ingenua. En realidad me involucré más de la cuenta, y ahora que la situación se salió de control me desconozco. Miro la puerta de mi habitación, Raúl viene y me mira preocupado. —Quisiera saber si lo que escuché por ahí es cierto. —Raúl me mira empacando, rápidamente toma una maleta y termina de empacar las cosas que me faltan,me quedó mirando al frente un poco desconcertada por la forma que me tengo que ir—. Cynthia, escuchame ¡Cynthia! me voy contigo, jamás te dejaré sola, en ningún segundo. —Mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Melancolía? no lo sé. Lo que sí sé,e s que nunca pensé que debía escapar, que debía correr buscando como salir de la única realidad que conozco, por más que hice y deshice con mi vida, no creí que era conveniente escapar, todo estaba bien, sin embargo, de nuevo por Thomas mi vida cambia. —No tenemos mucho tiempo. Es
Me siento sobre la cama mientras que las palabras de Russo retumban en mi cabeza. No puedo creer que suceda esto y me hayan hecho esto, no puedo ni si quiera imaginar que Martín me haya entregado, él me dijo que me podía ir, no puedo permitir eso. —Eso no puede ser verdad, hace unas pocas horas que sucedió eso, no creo que ellos hayan hecho eso, le hayan hablado a todo el mundo para que me estén buscando. —Rasco mi cabeza—. Seguro es uno de tus trucos con tal de no pagarme, o darme lo que me corresponde, es claro que lo haces por eso. —Mira Cynthia, no se te ocurra volver por acá, y olvida que existo. Por mi parte, no voy a sacrificar mi trabajo de toda la vida tan solo por ti, eres solo una más del montón —dice antes de terminar la llamada. Miro el teléfono y gritó llena de frustración. No puedo conformarme con simplemente perder todo, él debe brindarme su ayuda ya que yo arriesgue todo por él, le di algo que claramente hubiera podido ser mío, debo ir a buscarlo, sin importar lo q
Dos tiros suenan, mi arma no dispara, Russo me dispara pero Raúl se mete en el medio obteniendo un disparo en su brazo, por otro lado él le dispara a Russo dejándolo sobre el suelo herido, me acerco y miro que esté vivo. La punto de nuevo y comienzo a hablarle suave.—¿Dónde hay una salida? Necesito que me digas tú de una salida alterna porque no me voy a dejar coger de la policía. Habla maldita sea otra disparó de nuevo y esta vez será en la cabeza. —Él me mira y se ríe.—Eres una traidora, te dije claramente qué no te quería ver por acá. Luego llegas y la policía viene contigo sabes que acabas de arruinar mi maldita vida. —él escupe hacia mí.—Russo, no vuelvo a repetir ¿Dónde hay una salida? O quieres que seas el privilegiado de tener está bala en tu cabeza. —Mire a Raúl que estaba sosteniendose de una silla, se veía mal, y estaba desangrandose. Tenía que salir de acá, evitar que nos atraparan y poder salvarlo, todo esto, estaba generando un revoltijo en mi estómago, Russo mantenia