Entro a mi habitación sigilosamente cerrando la puerta a su paso, procuro de cualquier modo evitar emitir sonido alguno para no alertar con mi presencia. Me acerco por detrás, ella encontró donde guardo el dinero y también mi arma, todo lo tiene en el suelo. —Esta mujer es peligrosa, debo decirle de inmediato a Martin, toca sacarla de este lugar lo más pronto posible. Suelto una carcajada haciendo que ella gire al verme, su rostro es todo un poema, la cara de pánico no se compara con nada. —¿Qué haces en mi habitación? Lo que estás haciendo es un delito, usurpar las cosas de los demás. Toda una chica de la ciudad y no lo sabe, muy mal. —Ella se pone de pie, eso sí manteniendo la distancia. —¿Qué clase de persona eres? No entiendo como Thomas te dejo en este lugar, eres una solapada, dejando ver su papel de chica buena para qué, ¿Qué buscas? Le diré todo a Thomas.Comencé a aplaudir, ella aún así me sostiene la mirada. —¿Qué busco? eso a ti no te importa, más te vale que dejes de
Martin No puedo creer que Cynthia me esté haciendo esto, no se sale de mi cabeza en ningún momento. No comprendo porque lo hace, ella es una mujer bella y parece que utiliza eso para poder alterarme, ella se está convirtiendo en mi delirio, en ese pecado que no sé si quiero llegar a cometer. Ver que el chef la abrazo, hizo que mi razonamiento desapareciera, no sé por qué pero unas ganas de golpearlo se hicieron presente, quería dejarla en claro que no podía abrazarla como si fuera suya. La verdad intento mantenerme al margen de todo, de no involucrarme de otra forma con ella, de ser netamente profesional. No es la primera vez que trabajo con mujeres bonitas , no obstante, ella es la excepción, ella es la regla de eso. Arrasa con su personalidad, con su sensualidad. Le creo cuando me dice que eso lo manejaba mi papá, que esa era la forma o incluso que esas eran las personas, tal vez tan solo lo hago para complacerla, para hacerla sentir bien. Procuro evitarla, ponerme serio e ignor
Cynthia Vamos camino a la caba, me siento demasiado incómoda, el ambiente se siente bastante tenso. Russo observa todo, algún día lo escuche decir que le interesaban las tierras que tenía Thomas, ya que eran muy productivas por el tipo de suelo y ubicación. —En otra vida debí haber vivido en un lugar así, me siento tan identificado con esto —Russo habla fuerte, mirando a los lados, Martin bufa haciendo que lo miremos extraño. —Es algo muy natural señor Russo, estas tierras son muy bellas. Thomas se esforzó demasiado para poder mantenerlas, no es nada fácil. —Todos asentimos, el camino es cómodo, plano y podemos apreciar la otra cara de los viñedos—. Señor Russo, es usted un hombre muy joven, me imagino que está casado. Ruedo mis ojos, de verdad que no tolero a Ingrid. Quiere dárselas de mujer social.—No, el matrimonio no es para mi. —Russo me mira y me guiña el ojo—. Eso es más como un acuerdo, realmente no estoy interesado en algo así. No obstante, disfruto el momento, disfruto
Sonreí para mirarlo por el espejo, toqué mi pecho una y otra vez, necesitaba dejarme claro que eso es lo que necesito, tener todo lo que siempre he deseado y no dejarme distraer por nada ni por andei en el mundo. Max se sienta sobre la cama y me observa.—Eres una diosa, de eso no hay duda alguna, por eso quiero decirte que todo lo que me pidas te lo daré. No tengo ningún problema de cumplir hasta tus caprichos más locos. Sin embargo, hay algo que me gusta dejar claro. No me gusta estar compartiendo, esas cosas no van conmigo. Si quisiera compartir sencillamente buscaría una mujerzuela por allí en la calle, de esas que se ofrecen y no lo hacen nada mal. Cynthia, no te estoy invirtiendo para que disfrutes con otro, es más para que otro disfrute lo que tanto me costará. —Lo miro y me acercó lentamente a él. —Mira, no soy de tu propiedad, ¿Claro Russo? Si me quieres dar regalos lo puedes hacer, pero no me vengas a exigir que solo esté contigo como si fueras mi dueño. Entiende que soy li
En el momento que llegó el abogado, mire a Martin, es un imbécil si quiere que yo me vaya de este lugar, si las cosas se ponen así primero acabaré con él como lo hice con su padre, las cosas no se pondrán difíciles ni cambiarán solo porque tiene su ego crecido y en su mente tiene que él es el jefe de todo. Doy media vuelta para irme, por más que me interesa saber las cosas por las que viene ese señor, debo decir que no pienso dejarme sacar de este lugar. —Señorita, usted también debe quedarse. Es importante que se queden todos —dice aquel sujeto, que al verlo fijamente puedo reconocerlo. —Está bien —respondo de forma suave, Martin arrugó su ceño y nos mira. Hace muchos años contratamos a este abogado, él es uno de los mejores del país, si miramos su experiencia en los juzgados y su larga trayectoria. En ese tiempo, lo contratamos para que Thomas pudiera separar sus bienes correctamente, y así no tuviera cómo perder su dinero. Es un abogado muy sigiloso, un az en los tribunales, pe
Martin Me golpeó mentalmente, desde que ví como se miraban en la cava, la forma en que él le coqueteaba de forma indiscreta y como ella le correspondía, por eso no me resistí, necesitaba comprobar que no estuviera pasando nada allí entre ellos dos me devolví, ví su boca sin su habitual labial rojo. Allí me di cuenta, que solo soy un juego para ella, aunque al verlo de ese modo debe ser siempre, la veo pendiente de uno, pendiente de otro. ¡Carajo! Para ella debe ser normal, mientras yo, me mato los sesos tratando de sacarla de mi cabeza, que aunque es imposible creo que en algún momento podré hacerlo.Adicional no debí aceptar que ese hombre Russo se quedará aquí, está claro que su propuesta es muy buena, pero lo que no quiero es que esté más cerca a nosotros, a ella. Me senté a esperarla, me dijo que fuéramos a montar caballo, mi intención era rechazarla, no tenía otra opción, sin embargo, sentir su boca tan cerca a la mía hace que pierda mi razón de ser, hace que pierda lo que en r
CynthiaVeo como se va en su caballo y maldigo en mi interior, ¿Quién se cree para rechazarme? Él no es más que yo y antes estoy buscándolo yo. Es un ignorante, retrógrada. Ahora debo ir tras Russo, escucharlo hablar que hay un problema en una de sus fábricas, me preocupa, no me conviene que él tenga pérdidas, sus pérdidas son mías. Llego y entro a la casa, dándome cuenta que Martin no ha vuelto, voy subiendo las escaleras cuando una voz me detiene. —Eres una cualquiera. Era más que claro tus intenciones desde el principio, querías dinero y este lugar y ya lo conseguiste. No comprendo ¿Qué más buscas y qué haces acá? —apoyando su espalda sobre la mesa, ella habla muy confiada.—No esperaba menos de ti, escupir tanta cizaña es lo tuyo, de modo que no sabes hacer nada mejor. —bajo los escalones que he subido y me acerco a ella. —¿Crees que es cizaña? No es realidad estoy siendo honesta, tú eres tan predecible. Solo te digo que no voy a permitir que te quedes con lo que me correspond
Cierro mis ojos luego de jalar del gatillo, un sonido aturdidor se hace presente, uno que es bastante conocido en mi vida pero que ahora me hace pasar una corriente por toda mi espalda y de una u otra forma me deja paralizada. Russo toca mi espalda, haciéndome sentir sucia, creo que sin duda alguna esto me ha cambiado, el vacío que siento en mi pecho no es tan fácil de reponer. Sacudí mi cabeza y lo mire, mi sonrisa fingida no podía faltar, sin contar con mi mirada coqueta, lo que mi yo interior en estos momentos está sintiendo es algo que no debe ser importante, son cosas que pasan en el momento y deben quedar así, ocultas. —Pensé que no lo ibas a hacer preciosa, te vi con miedo, ya me estaba preocupando y llegué a pensar que no servías para esto, pero nuevamente me sorprendiste bella. Estás cargada de sorpresas y creeme que esto no se va a quedar así vas a recibir una muy buena recompensa. —Russo le hace señas a su acompañante para que levanté el cuerpo de allí. No quise ver el re