Cynthia Vamos camino a la caba, me siento demasiado incómoda, el ambiente se siente bastante tenso. Russo observa todo, algún día lo escuche decir que le interesaban las tierras que tenía Thomas, ya que eran muy productivas por el tipo de suelo y ubicación. —En otra vida debí haber vivido en un lugar así, me siento tan identificado con esto —Russo habla fuerte, mirando a los lados, Martin bufa haciendo que lo miremos extraño. —Es algo muy natural señor Russo, estas tierras son muy bellas. Thomas se esforzó demasiado para poder mantenerlas, no es nada fácil. —Todos asentimos, el camino es cómodo, plano y podemos apreciar la otra cara de los viñedos—. Señor Russo, es usted un hombre muy joven, me imagino que está casado. Ruedo mis ojos, de verdad que no tolero a Ingrid. Quiere dárselas de mujer social.—No, el matrimonio no es para mi. —Russo me mira y me guiña el ojo—. Eso es más como un acuerdo, realmente no estoy interesado en algo así. No obstante, disfruto el momento, disfruto
Sonreí para mirarlo por el espejo, toqué mi pecho una y otra vez, necesitaba dejarme claro que eso es lo que necesito, tener todo lo que siempre he deseado y no dejarme distraer por nada ni por andei en el mundo. Max se sienta sobre la cama y me observa.—Eres una diosa, de eso no hay duda alguna, por eso quiero decirte que todo lo que me pidas te lo daré. No tengo ningún problema de cumplir hasta tus caprichos más locos. Sin embargo, hay algo que me gusta dejar claro. No me gusta estar compartiendo, esas cosas no van conmigo. Si quisiera compartir sencillamente buscaría una mujerzuela por allí en la calle, de esas que se ofrecen y no lo hacen nada mal. Cynthia, no te estoy invirtiendo para que disfrutes con otro, es más para que otro disfrute lo que tanto me costará. —Lo miro y me acercó lentamente a él. —Mira, no soy de tu propiedad, ¿Claro Russo? Si me quieres dar regalos lo puedes hacer, pero no me vengas a exigir que solo esté contigo como si fueras mi dueño. Entiende que soy li
En el momento que llegó el abogado, mire a Martin, es un imbécil si quiere que yo me vaya de este lugar, si las cosas se ponen así primero acabaré con él como lo hice con su padre, las cosas no se pondrán difíciles ni cambiarán solo porque tiene su ego crecido y en su mente tiene que él es el jefe de todo. Doy media vuelta para irme, por más que me interesa saber las cosas por las que viene ese señor, debo decir que no pienso dejarme sacar de este lugar. —Señorita, usted también debe quedarse. Es importante que se queden todos —dice aquel sujeto, que al verlo fijamente puedo reconocerlo. —Está bien —respondo de forma suave, Martin arrugó su ceño y nos mira. Hace muchos años contratamos a este abogado, él es uno de los mejores del país, si miramos su experiencia en los juzgados y su larga trayectoria. En ese tiempo, lo contratamos para que Thomas pudiera separar sus bienes correctamente, y así no tuviera cómo perder su dinero. Es un abogado muy sigiloso, un az en los tribunales, pe
Martin Me golpeó mentalmente, desde que ví como se miraban en la cava, la forma en que él le coqueteaba de forma indiscreta y como ella le correspondía, por eso no me resistí, necesitaba comprobar que no estuviera pasando nada allí entre ellos dos me devolví, ví su boca sin su habitual labial rojo. Allí me di cuenta, que solo soy un juego para ella, aunque al verlo de ese modo debe ser siempre, la veo pendiente de uno, pendiente de otro. ¡Carajo! Para ella debe ser normal, mientras yo, me mato los sesos tratando de sacarla de mi cabeza, que aunque es imposible creo que en algún momento podré hacerlo.Adicional no debí aceptar que ese hombre Russo se quedará aquí, está claro que su propuesta es muy buena, pero lo que no quiero es que esté más cerca a nosotros, a ella. Me senté a esperarla, me dijo que fuéramos a montar caballo, mi intención era rechazarla, no tenía otra opción, sin embargo, sentir su boca tan cerca a la mía hace que pierda mi razón de ser, hace que pierda lo que en r
CynthiaVeo como se va en su caballo y maldigo en mi interior, ¿Quién se cree para rechazarme? Él no es más que yo y antes estoy buscándolo yo. Es un ignorante, retrógrada. Ahora debo ir tras Russo, escucharlo hablar que hay un problema en una de sus fábricas, me preocupa, no me conviene que él tenga pérdidas, sus pérdidas son mías. Llego y entro a la casa, dándome cuenta que Martin no ha vuelto, voy subiendo las escaleras cuando una voz me detiene. —Eres una cualquiera. Era más que claro tus intenciones desde el principio, querías dinero y este lugar y ya lo conseguiste. No comprendo ¿Qué más buscas y qué haces acá? —apoyando su espalda sobre la mesa, ella habla muy confiada.—No esperaba menos de ti, escupir tanta cizaña es lo tuyo, de modo que no sabes hacer nada mejor. —bajo los escalones que he subido y me acerco a ella. —¿Crees que es cizaña? No es realidad estoy siendo honesta, tú eres tan predecible. Solo te digo que no voy a permitir que te quedes con lo que me correspond
Cierro mis ojos luego de jalar del gatillo, un sonido aturdidor se hace presente, uno que es bastante conocido en mi vida pero que ahora me hace pasar una corriente por toda mi espalda y de una u otra forma me deja paralizada. Russo toca mi espalda, haciéndome sentir sucia, creo que sin duda alguna esto me ha cambiado, el vacío que siento en mi pecho no es tan fácil de reponer. Sacudí mi cabeza y lo mire, mi sonrisa fingida no podía faltar, sin contar con mi mirada coqueta, lo que mi yo interior en estos momentos está sintiendo es algo que no debe ser importante, son cosas que pasan en el momento y deben quedar así, ocultas. —Pensé que no lo ibas a hacer preciosa, te vi con miedo, ya me estaba preocupando y llegué a pensar que no servías para esto, pero nuevamente me sorprendiste bella. Estás cargada de sorpresas y creeme que esto no se va a quedar así vas a recibir una muy buena recompensa. —Russo le hace señas a su acompañante para que levanté el cuerpo de allí. No quise ver el re
Voy camino a ese lugar, nos quedamos de encontrar en una vieja casa, según ellos debo pasar revisiones antes de entrar. Lo de mi hermano me martilla la cabeza una y otra vez, me siento impotente y a la vez frustrada. En este momento no hay nada más importante que deshacerme de esas escorias que atentaron contra dos personas que nunca les haría daño. De eso estoy segura, yo soy capaz de todo, pero ellos no. Ellos son buenas personas, mis hermanos jamás se meterían en todo lo que yo me meto, ellos aprendieron luego de que mis padres se murieron, nada valía la pena si todo va a terminar en tragedia, y alejados de las personas que más queremos.Llegué a este lugar, la casa tenía su fachada realmente acabada, pareciera que fuera un lugar abandonado. Entre allí y no había nadie la llama por su nombre lo comprendo porque si me citó en este lugar no está, esto es una pérdida de tiempo. Voy a darme media vuelta cuando siento que alguien me toma el cuello, no veo su rostro al ver que me toma po
Nos subimos a un carro, él de una u otra forma mantenía su distancia, mi teléfono sonó, lo mire por encima y era Carolina, seguro quería saber a dónde íbamos. Llegamos hasta un lujoso hotel, me percate de la cantidad de cámaras que habían allí y el grave error de no venirme con una peluca o algo que me camuflara un poco más me comenzó a atormentar. Pasamos sin tan siquiera registrarnos, me hice a una distancia prudente de él, para que no me relacionarán tanto con él y su deceso. Sus hombres caminaban detrás de nosotros, unos se quedaron en la recepción y los otros subieron con nosotros. Fuimos hasta la penthouse, una enorme y muy lujosa, entramos y él no espero nada para empezar a besarme, sus besos eran suaves y con un leve sabor a licor. Puse mis manos en sus brazos y se sentía lo fuerte que era, bajé mis brazos y pude sentir su revólver, él sonrió y lo sacó de la pretina de su pantalón y lo dejó a un lado. Me senté en la cama mientras él cuidadosamente servía dos copas. Ubiqué mi