Kadet KravecEstaba en medio de una reunión importante cuando recibí un mensaje. Casi me caía de la silla cuando abrí el chat y me encontré con una imagen de Fany mostrándome sus deliciosos senos.Mi miembro comenzó a crecer y se apretó contra mis pantalones.Aclaré mi garganta y traté de acomodarme de una manera en dónde no me incomodara tanto, pero la tarea parecía casi imposible cuando ahora solo tenía en mi cabeza su cabello castaño, la luz que entraba por el ventanal iluminando su rostro y sus labios fruncidos en un beso.Había sentido un sabor amargo cuando la mujer soltó mi mano como si no quisiera que nadie se diera cuenta de que estábamos juntos, pero con esa sola imagen cualquier disgusto que hubiese tenido se fue por el garrete y solo quería levantarme de mi lugar para tomar mi auto, llegar a la compañía y subirla en mi escritorio para estrenarlo mientras la follaba.Yo era un hombre muy, muy organizado. No mezclaba el placer con el trabajo, no me tiraba a mis empleadas en
Kadet KravecEstaba en medio de una reunión importante cuando recibí un mensaje. Casi me caía de la silla cuando abrí el chat y me encontré con una imagen de Fany mostrándome sus deliciosos senos.Mi miembro comenzó a crecer y se apretó contra mis pantalones.Aclaré mi garganta y traté de acomodarme de una manera en dónde no me incomodara tanto, pero la tarea parecía casi imposible cuando ahora solo tenía en mi cabeza su cabello castaño, la luz que entraba por el ventanal iluminando su rostro y sus labios fruncidos en un beso.Había sentido un sabor amargo cuando la mujer soltó mi mano como si no quisiera que nadie se diera cuenta de que estábamos juntos, pero con esa sola imagen cualquier disgusto que hubiese tenido se fue por el garrete y solo quería levantarme de mi lugar para tomar mi auto, llegar a la compañía y subirla en mi escritorio para estrenarlo mientras la follaba.Yo era un hombre muy, muy organizado. No mezclaba el placer con el trabajo, no me tiraba a mis empleadas en
Estefanía WolskyEse día había llegado particularmente cansada. Había tenido una semana muy muy estresante, pero por fin era viernes en la noche y había decidido dormir temprano.Igual que todos los días anteriores de esa semana me había ido con Kadet a su casa. Ahora tenía mis cosméticos sobre su lavabo y varias prendas de ropa estaban colgadas en su closet. Cada día me pedía irme con él y cuando dudaba me sentaba sobre mi escritorio o el de él y me follaba despacio para que aceptara.Nos habíamos unido tanto en los últimos días que se había vuelto parte de mi rutina y de mi día a día tanto como yo me había vuelto parte de la de él.Pero ese día algo perturbó mi sueño.Estaba desparramada sobre Kadet cuando mi teléfono celular comenzó a sonar. Como nunca sonaba de noche porque nadie nunca me necesitaba, me levanté como un resorte y me lancé hacia donde lo tenía cargando en la mesita de noche para aceptar la llamada y llevarlo hacia mi oído.—¿Hola? —cuestioné con voz ronca despertand
Kadet KravecVer la angustia y la desesperación en el rostro de Fany mientras la llevaba al hospital me dejó fuera de juego. Nunca la había visto tan descontrolada y preocupada por algo como la vi hoy. Estaba nerviosa, con las lágrimas sin derramar en sus ojos y los temblores de sus manos incontrolables.Y cuando entré y la vi en una posición incómoda mientras dormía y sostenía la mano de la niña que ahora estaba despierta, supe que tenía el corazón más hermoso que pudiera apreciar.La adoraba, lo últimos días a su lado habían sido increíbles porque tanto mi cuerpo como mi alma la clamaban. Cada sencilla cosa que hacía me impresionaba más y con cada cosa nueva que conocía me daba cuenta de que esta era la mujer que quería para mi vida.Estefanía Wolsky era la mujer para mí, eso estaba claro.La niña tenía sus azules ojos abiertos y miraba a Fany con un cariño que era palpable. Cuando me vio entrar me dio una sonrisa reconociéndome en el proceso.—Está cansada —susurró para no desperta
Estefanía WolskyCuando desperté lo hice porque unos dedos suaves y pequeños me estaban acariciando el rostro. Unas leves risas se registraron en mi oído mientras me despertaba y cuando abrí mis ojos la luz que entraba en la habitación a través de las ventanas me cegó momentáneamente.Pronto me restregué los ojos y mi mirada se dirigió hacia la pequeña niña que me había dado un susto de muerte la noche anterior.Su sonrisa era radiante y sus manos acariciaban mi largo cabello mientras me recibía con una sonrisa.—Cariño ¿cómo te sientes?—Ella está bien, no tienes que preocuparte, despertó media hora después de que llegamos, despaché a Tiara de vuelta al orfanato y ella regresó a dormir. El doctor habló conmigo hace un rato y me dijo que exactamente solo era un virus, le indicaron medicamentos, reposo y una dieta balanceada mientras se recuperaba, ya tengo todo y en un rato vendrá la enfermera a quitarle las vías, por eso ella te despertó.Nat asintió de acuerdo con todo lo que Kadet
Estefanía WolskyAl siguiente día volví a despertar por las risas que se escuchaban por toda la casa. Mientras me levantaba y hacía algo con mi cabello y lavaba mis dientes podía escuchar como Kadet conversaba con Nat en la cocina.Podía escucharlo todo a través de la puerta entreabierta y la sonrisa en mis labios no podía ser más enorme.Anoche vimos una película y luego llevamos a descansar a la pequeña en la habitación de invitados que tenía Kadet y aparentemente ellos me habían ganado al despertarse más temprano que yo.Al entrar en la cocina noté que Nat tenía ropa nueva. Eran unos zapatos de charol rojos y un vestido negro suelto que le quedaba como a una muñequita y su cabello estaba recogido en dos trenzas que claramente no se hizo ella.Al mirar hacia Kadet lo noté sonriendo y negué lentamente sabiendo que se había puesto a peinar a Natalie.—¿Te duchaste, pequeña niña? —cuestioné al ver que ella parecía lista para salir.—Si, Kadet me dejó preparado un baño en la tina y la r
Estefanía WolskyCuando dieron las doce del medio día los trabajadores del parque de diversiones comenzaron a repartir provisiones de comidas a los niños para el almuerzo.Todos y cada uno de ellos se llevaron un almuerzo que obviamente parecía gourmet y almorzaron en compañía de la brisa y los momentos de diversión que habían compartido.Yo al igual que ellos terminé enganchada en muchos de los juegos acompañando a Natalie y por primera vez vi más que rostros resignados.Ellos estaban realmente felices disfrutando de este maravilloso día y anoté en mi lista mental un par de cosas que debía cambiar y arreglar.Por ejemplo, había unos diez niños de diecisiete años que estaban a punto de salir del orfanato y escaparían de mi tutela en cuando eso sucediera.Y probablemente tendría que pelear mucho con la idea que tenía en mente, pero estaba segura de que podría ser posible si tocaba los canales adecuados.Tras haber terminado el almuerzo y haber dado una última ronda los guiamos de vuel
Kadet Kravec.Fany estaba contra mi cuerpo totalmente dormida tras haber llevado a Nat a la cama después de su medicación.Era la última noche de la niña aquí y con tan solo dos días se había ganado parte de mí. Era una niña increíble y sus sonrisas alegraban a cualquiera. Era inteligente, cariñosa y muy carismática y definitivamente la quería como mi hija.No era un simple capricho porque Fany la quería, se trataba de que las ganas de formar una familia aparecieron desde el instante en el que la vi con Fany aferrada a su mano.Se lo había propuesto a esta pequeña mujer, pero se negó alegando que no estaba lista.Lo peor es que no decía la verdad, porque si lo estaba, solo que algo la empujaba a frenarse conmigo. Algo la hacía ir más despacio y aunque claramente quería averiguar que era no me involucraría en su vida ni en su pasado de esa forma. Podría saber todo de ella en cuestión de días pero no la presionaría de esa forma.No cuando ella me había dado su total confianza. No la rom