Abril no podía creer que quien estuviera frente a ella era el mismo Alejandro. Ella salió por un momento pensando que se había equivocado de puerta, sin embargo, el letrero de presidente se miraba muy grande, bonito y brillante.
Volvió a entrar, Alejandro estaba confundido por cómo ella estaba actuando.
—¿Qué sucede? —le preguntó.
—Imposible, me niego a creer que tú seas mi jefe. Ni siquiera has estado trabajando y ahora de la nada te apareces como el presidente.
—¿Qué creíste? ¿Acaso te recomendaría trabajar con una empresa de la cual yo no conozco a sus dueños? ¡Qué poco interés tienes, ni siquiera te has dado a la tarea de investigar a fondo sobre tu lugar de trabajo! —se burló Alejandro.
—¡Me tendiste una trampa!
—¿Hay algún problema?
—Sí. Es por eso que, ¡RENUNCIO! No quiero estar cerca de ti.
Sabía que actuarías de esa forma. Motivo por el cual aquí te entrego una copia del contrato que firmaste ayer. Puedes leerlo con calma, punto por punto, y luego me dices si todavía sigues con la idea de renunciar.
Abril tomó bruscamente aquellos papeles y se sentó en la silla cerca del escritorio. Entre tanto, Alejandro la observa de reojo mientras sonríe y juega un par de cartillas en el ordenador.
—¡Eres un maldito, asqueroso y acosador!
—Esas reglas ya estaban establecidas desde antes que yo tomara el mando. No me culpes a mí, yo soy inocente. —se defendió.
Abril suspiró. Maldijo en voz baja su suerte, ahora, no conforme con compartir casa con el idiota, lo tendrá que ver a diario en la oficina.
—¿Has tomado una decisión?
—Me quedaré. Ya verás que en menos de una semana me tendrás que despedir y el problema estará resuelto. —Indicó.
—De aquí no te vas hasta que yo lo decida, pequeño ratón. —Dijo con una sonrisa pícara.
—Deja de llamarme así. —le regañó ella, tomando un lápiz tinta del escritorio y lanzándolo hacia él.
—Ten cuidado, bonita. ¿No querrás repetir el incidente del primer día y enviarme al hospital, verdad?
—¡Idiota!
Una llamada les interrumpió la discusión. Alejandro atendió en esta ocasión por mientras le explica a su nueva asistente cómo hacerlo.
Al final de la jornada, Alejandro le pidió a la chica que se fueran juntos, total, irían a la misma casa. Sin embargo, ella no aceptó y le hizo saber que se reuniría con un chico que fue su compañero en la facultad.
Esa noticia le destrozó el ego al joven empresario. —¿Acaso ella no se dio cuenta de que amé la forma en que hicimos el amor aquella noche? —Se pregunta, queriendo que ella sea exclusivamente para él, sin pedírselo.
Esa tarde siguió a la chica disimuladamente. Entró también al restaurante donde ella y aquel hombre entraron. Fue una odisea poder ocultarse, pero lo logró. Observó cada movimiento hasta que Abril se levantó y caminó al baño.
Alejandro la siguió y, antes de que ella cerrara la puerta, logró entrar y la acorraló contra la pared.
—¡Qué haces, Alejandro, me has asustado! —reaccionó con enfado.
—Yo…— Él está sin palabras, no quiere dar a conocer que está celoso. —Lo siento, vine aquí con un par de amigos y no sabía que también estarías aquí. ¡Qué fastidio encontrarte por todas partes! —lamentó, saliendo de inmediato de aquel cubículo.
Abril se quedó confundida, es como si no haya sido real lo que experimentó hace unos segundos.
—¿Acaso Alejandro me está siguiendo?— Pregunta para sí misma.
No, es imposible. Él tiene a su prometida y no perderá el tiempo conmigo.
Sintiéndose descubierto por su misma culpa, Alejandro regresó a su casa y desde su ventana vigiló hasta que la chica llegara. Solo entonces pidió que le sirvieran la cena, antes de eso no estaba conforme, pues temía que a ella le pasara algo por culpa de su supuesto excompañero.
Abril sospechó que él había mentido y que en realidad sí la estaba espiando en el restaurante. Le mandó un mensaje de texto a modo de burla.
—¿Acaso no te gustó la comida del restaurante?—bromeó— y también agregó unas caritas sonriendo.
—Soy de comer mucho y fuera de casa me sirve muy poco—. Le respondió:— Mañana te espero en el lugar de siempre— agregó.
Abril sonrió, él cree que la puede manipular a su antojo. Así que a la hora de irse al trabajo, ella se levantó mucho más temprano para salir de casa antes de que él saliera. Verificó que el auto siguiera en casa y se adelantó. Por su parte, Alejandro la estuvo esperando por mucho tiempo y al ver que no llegaba, decidió contactarla.
—¿Qué sucede, jefe? ¿Acaso no vendrá este día a la empresa?, preguntó ella.
—¡Ah, maldición! Debí imaginar que no me esperarías—. Se quejó.
En la oficina…Abril estaba muy afanada en su computadora transcribiendo un documento para la reunión de este día. Acababa de colgar la llamada con Alejandro cuando una mujer entró de la nada.—¿Quién te crees que eres para ignorar mis llamadas?—gritó aquella mujer, creyendo que su prometido estaba allí. Pero guardó silencio al ver a la chica sentada en un escritorio en la esquina, en la misma oficina de su prometido. Por un momento, Abril pensó que se estaba refiriendo a ella. Entonces preguntó: —¿Quién eres? No te conozco.—¿Dónde está Alejandro y qué haces tú en su oficina? —cuestionó alterada al recordar que anteriormente había tropezado con ella en el elevador.—El señor Alejandro aún no ha llegado, yo soy su asistente; si gusta, puede sentarse y esperarlo.—Por supuesto que lo esperaré. Cuando él venga, quiero que salgas y nos dejes a solas—. Ordenó con prepotencia.—Está bien—. Respondió Abril, imaginando que ella es la prometida de la familia.—¡Qué haces allí, sentada, sírve
Es un hecho que Gabriela no sabe que Abril vive prácticamente en la misma casa con Alejandro. Solo siente que él se está distanciando de ella últimamente y por eso le ha pedido nuevamente que la despida y que encuentre a una nueva asistente o preferiblemente que sea un hombre, así ella estará más segura de que nunca le pagará mal.—¿Cuándo regresarás al extranjero?— preguntó Alejandro.—He decidido tomarme unas vacaciones en mi país. Mi futuro esposo ha estado solo por mucho tiempo y quiero compensarlo con mi presencia a diario.—Entiendo— respondió.Por su parte, Alejandro ya hubiese roto esa relación desde hace un tiempo, pero eso sería desobedecer la orden de su padre y romperle el corazón. Ya que, desde siempre lo han catalogado como un hijo desobediente y que, por una parte, se avergüenzan de él; son palabras que su padre le dice en ocasiones cuando lo hace enojar, pero luego le pide disculpas y le dice que todo lo hace para que él recapacite y sea un hombre de bien ahora que ya
Más tarde bajaron para asistir a la primera reunión y posteriormente fueron a cenar. Ya era bastante tarde cuando regresaron a sus respectivas habitaciones, Alejandro estaba un poco pasado de tragos y Abril estaba muy enojada porque al día siguiente, a primera hora, tenían una segunda reunión. —Te llamaré muy temprano para que te levantes, porque dudo que lo hagas a tiempo por tu cuenta. —No te preocupes, estoy acostumbrado a emborracharme, ya verás que la reunión sí se llevará a cabo en tiempo y forma. —Prometió. Abril se quedó un rato viendo un programa en la televisión antes de irse a la cama. Más tarde, cuando ya estaba dormida, se despertó por unos fuertes golpes en la puerta de su habitación. Ella se levantó y preguntó quién es.—Soy yo— respondió aquella peculiar voz.—¿Alejandro?— Ella se sorprendió. —¿Qué te pasa?—preguntó abriendo la puerta. Él estaba recostado sobre la pared, su rostro lucía colorado y un morado adornaba su mejilla.—Puedo quedarme en tu habitación, por
El autobús se detuvo en aquella carretera solitaria, de él bajó Abril, acompañada por una maleta. Sus padres habían fallecido y su madrina insistió en que viniera a trabajar con ella a la casa de una familia millonaria.Abril volvió a revisar en su teléfono la dirección que su madrina le envió y, llena de miedo, comenzó a caminar por aquella carretera que se supone la llevaría a la mansión de los Alvarado.De pronto un auto se detuvo y un hombre le pidió que subiera, que la llevaría a donde quisiera ir. Ella se asustó, tomó una piedra del suelo y la lanzó antes de salir corriendo. Con la mala suerte de que aquella roca impactó en la cabeza de aquel hombre, dejándolo inconsciente dentro de su auto deportivo.Con el corazón palpitando al borde de salir de su pecho, ella finalmente llegó a la enorme casa. Su madrina la estaba esperando en el portón, la recibió con cariño y la llevó a la casa de empleados para que se instalara en su misma habitación.Abril no quiso comentar sobre el incid
Abril se encuentra entre la espada y la pared, nunca pensó que su primer día en la ciudad causaría un problema tan grave. No quiere ir a la cárcel, pero tampoco le parece bien que por su culpa los patrones echen del trabajo a su madrina.Media hora más tarde, los señores se fueron a trabajar a la empresa. Hoy también es día de compras, así que la madrina tomó la lista y se marchó junto al chofer, no sin antes advertirle a Abril que no fuera a cometer ningún error, que si no quería estar en la cocina se fuera a la habitación, pero que no fuera a rondar la mansión.Había tantas cosas que preparar para el almuerzo, es por eso que la chica decidió quedarse en la cocina para avanzar por mientras llegaba su madrina. El teléfono en la cocina sonó, Abril dudó en responder, pero luego se armó de valor creyendo que eran los patrones.—¡Quiero agua, tráela de inmediato, por favor! —ordenó Alejandro.Abril dejó de hacer lo que estaba haciendo y fue a la habitación de aquel fastidioso hombre que s
Abril sentía miedo, había caído en la trampa de ese hombre. No le gustaba como los amigos de él, la observaban y tenían una mirada lujuriosa hacia ella. Uno se relamió los labios, se acercó a Alejandro para tomarla a ella del brazo y llevarla con él. Abril se agarró de la cintura de su acompañante, negándose a salir con aquel desconocido.Sin embargo, Alejandro la alejó de él, dándole el visto bueno a su amigo para que se la llevara. Los vio desaparecer entre la multitud, entonces se arrepintió. La chica es tímida, él recordó que anteriormente ella le comentó que no tenía amigos extrovertidos.Salió en busca de ella, pero no encontró a ninguno de los dos. Desesperado llamó al teléfono de su amigo, pero este no le contestó. Marcó el número de la chica y tampoco obtuvo una respuesta. Su desesperación aumentaba con cada segundo que marcaba el reloj, regresó con el grupo de amigos esperando a que el otro regresara con la chica; sin embargo, las horas pasaban y de ellos no había señales.T
Después de recorrer en el auto por un largo trayecto, los despojaron de sus pertenencias, incluyendo su teléfono celular y los dejaron tirados a la deriva dentro de una especie de bosque.Ellos, los secuestradores, se dieron cuenta de que ese joven no era cualquier pelagatos, no, se enteraron de que se estaban metiendo con una familia poderosa y que el dinero que les ofrecieron por golpear a la chica no sería suficiente para pagar la fianza y salir de la cárcel.Alejandro logró quitarse la venda que cubría sus ojos. Afortunadamente, los tiraron a los dos en el mismo lugar, así se ayudaron mutuamente a desamarrar sus manos, sus pies y a quitar la cinta adhesiva que les impedía abrir la boca.—¡Dios mío, tu mano está sangrando! —exclamó Alejandro, sintiéndose culpable de que haya sido ella quien recibió los golpes, ya que al esquivar los del rostro, ella metió las manos.—¿Qué ha sido eso? —preguntó Abril llorando.—No lo sé, nunca me había sucedido esto. —Comentó mientras le venda la m
Durante la semana los chicos no salieron de casa. Cada uno tenía sus traumas por el secuestro y no querían exponerse a que volviera a suceder, ya que, no se sabe cuál de los dos era el objetivo.La madrina estaba contenta de que su ahijada se tomara un par de días para conocer mejor la ciudad con la ayuda del internet. Si tan solo ella supiera cuál es la verdad, se llevaría la decepción más grande de su vida, ya que se lo ha advertido en muchas ocasiones que no se acerque al joven de la familia.Por otro lado, los padres de Alejandro tienen planeado realizar un viaje para celebrar su aniversario de bodas. Saldrán del país por dos meses; eso sucederá dentro de dos semanas. Es por ese motivo que el señor le ha dicho a su hijo que deberá presentarse en la empresa para que desde ya vaya familiarizándose con los números y todo lo que ello implica.Alejandro está comprometido con una bella modelo de talla internacional. El padre de ella y su padre han decidido que ya es tiempo de que se cas