ADLER
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Estaba tan perdido en ella hasta que la escuche decir:
—Me gustas y mucho, yo la verdad que no sé que me paso la noche del robo, pero lo único que sabía era que me pareciste el hombre más guapo que había visto y te juro que hoy, sólo soy tuya.
Me dejó tan atónito, tan mal, porque me dijo "Me gustas y mucho" algo que no creí escuchar hasta ahora, el que ella también se declarará, había convertido la noche en una maravilla.
—Siempre creí que nunca sentirías nada por mí, por el sólo hecho de que te quise robar —hablé un poco nervioso.
—Sé que suena muy loco esto, pero debemos inventar algo cuando nos preguntan que como nos conocimos.
Y lo primero que me imaginé fue a nuestros hijos: me imaginé a una mini Rose llamándome "papá" y eso me mató de ganas por tener todo con ella. Antes mis ojos pasaban y pasaban las i
Holaa aquí Adler explicando cómo se sintió en la cita. Graciass por leer.
Narra Adler Escuché mi alarma, la que sonaba como si tuviera una m*****a bocina como la de un payaso. Hoy tenía que ir a almorzar con mi hermano y con mi padre en su empresa, harán una reunión con los accionistas y no sé porque solicita mi presencia, si mi hermano es el que se encarga de la empresa, yo no. Más que seguro será un domingo de peleas. Me pidieron encarecidamente que me vistiera formal, entonces busqué mi ropa formal, la que uso para las entrevistas de trabajo, consiste en una camisa blanca, con unos detalles en el cuello, con hilo dorado, luego saco azul marino y unos jeans negros, sin roturas, unas zapatillas blancas y mi reloj de Cat, que me regalo mi padre. Él si no me entrega lujos cree que no seré su hijo. Entre en el baño, me cepille los dientes y luego entré a la ducha, mientras pasaba el jabón por todo mi cuerpo, me sentía tan pesado, con muchas ganas de un buen polvo, pero no, no estaré con ninguna mujer hasta que Rose m
Al llegar a la empresa de mi padre, las miradas no faltaron hacia mí, la recepcionista me conocía, así que me vio y de inmediato se levantó para llevarme a la sala donde se realizaría la reunión. La recepcionista me regalaba miradas como una verdadera gata, por mi lado estaba concentrado en las puertas del ascensor. Mi cabeza y corazón ya tenían a alguien a quien corresponderle, entonces ya estaba tranquilo. Entré al salón y todos los presentes se dieron vuelta para observar, miré la cara de todos aquellos viejos adinerados, que lo único que hacen es tener amantes, mi padre se acercó a mí con una gran sonrisa. —¡No pensé que vendrías! Seguí mirando a todos y sólo asentí a lo que él me dijo. —¡Presten atención! —dijo él muy emocionado. Vi a mi hermano entre tantos viejos, luego vi que una mujer estaba sentada y estaba muy rodeada de hombres, ella se levantó y comenzó a caminar hacia nosotros, podía ver sus piernas y ¡Wow! Si que tiene unas pie
—Ya hablando sin mentiras ¿Dónde están mis padres y por qué tú estás con ellos? — preguntó ella, pero justo Ashlee estaba buscando algo en su cartuchera y estaba muy cerca mío lo que me preocupo que Rose escuchara. No contesté de inmediato porque estaba viendo lo que Ashlee hacía, trataba de cortar con una navaja algo, que por cierto la navaja la había sacado de su cartuchera. —¿Debería ir así? — me preguntó ella y negué, estaba tratando de arreglar la impresora introduciendo pedazos de cartón para sacar los papeles restantes. —No, Ashlee, de esta forma. Para cuando había terminado de hablar ella se había pinchado con la tapa de la impresora, soltó un gemido bastante fuerte y que cualquiera interpretaría mal. —¿Rose, sigues ahí? — no escuché nada del otro lado, entonces me saque el celular de la oreja y miré, ella me había cortado. Sabía que interpretaría mal. ¡Maldición! Ayudé a Ashlee a arreglar todo rápidamente, ya que debía presentar esos
—No seas cursi —dijo ella avergonzada. Como estábamos solos aproveché para poder probar sus labios otra vez, me pare de la butaca y ella estaba dándome la espalda preparando un café, pose mis manos sobre la mesada y ella se quedó quieta como una estatua. —Supongo que ya debes de saber que me traes muy loco —le hablé muy cerca de su oído. Ella se movió un poco y su trasero se pegó a mi amigo, me recorrió todo el cuerpo una electricidad de emociones. —Supongo que tú también debes saber que yo estoy que me muero por ti. Que eso saliera de su boca hizo que todos los bellos de mi cuerpo se erizaran. Se dio vuelta y se quedó mirándome, yo la observé porque quería grabar esa belleza en mi mente, con una mano acaricié su cuello y con la otra me adueñe de su cintura, acercándola más a mí y cuando estaba por besarla, escuché como la puerta principal se abre y las voces de sus papás se hicieran presente. Nosotros nos separamos rápidamente como si nada hubi
Llegué a la casa de mi hermano y entré corriendo, debía sacarle toda la información de una cita para ponerse de novio, igual estaba preguntando a la persona equivocada, ya que él jamás se pone de novio, él también sufrió con una mujer como Shannon, menos mal esa mujer ya no está más en la ciudad, pero eso no quita el gran daño que dejó, que mi hermano tenga miedo a enamorarse, eso es imperdonable y si bien ahora se folla hasta la profesora de lengua, pero ya llegará una que le mueva el piso como a mí me pasó. —¡Adler! —Escuché la voz de mi hermano en la cocina, corrí hacia allí—. ¿Qué haces corriendo por toda mi casa? — me preguntó mientras estaba con una taza llena de cereales. Él se cuida tanto con lo que come. —¡Necesito tu ayuda Magnus! Dejó el cereal y me miró serio. —Habla. Y me abrí camino para contarle todo lo tenía en mente. —En fin, quiero que me ayudes a planear una cita para pedirle que seamos pareja.
Llegué a casa y mi cara estaba destrozada, que podía hacer, cuatro basuras contra yo solo, pero logré romperles el culo, pero no pude salir ileso. Me dejé llevar por la ira y por lo que había dicho por ese maldito. Mi puño pudo saborear su rostro muy bien. —Hermano, tenemos un problema —Llamé a mi hermano, ya estaba en mi casa curándome las heridas. —¿Que le sucedió a Fresita? —preguntó mi hermano por su Audi rojo. —Nada, a mí me pasó algo. Escuché la risa de mi hermano, ya sabía de lo que estaba hablando. —¿Cuándo será el día que puedas resistirte a las peleas? Me puse el hielo en mi ojo derecho, mi labio seguía sangrando y toda mi cara estaba que ardía. Esos hijos de p**a sólo apuntaban a mi rostro. —Pasa que era el ex de Rose y además la llamó perra, ¿Cómo no iba a golpearlos? Me saque el hielo del ojo y dejé que descansará un poco. —¿Espera, es Rose a la que harás tu novia? —preguntó. —Sí ¿No te lo d
El viaje fue entretenido ya que le conté como había golpeado a esos idiotas. Ella a cada que le decía que me golpeaban en tal parte, se tapaba la boca y hacia cara de dolor. Logré decirle que si ella iba a una de mis peleas como “Pantera negra” no soportaría verme. Se tapó la cara completa y dijo “Si llegó a ir, juro que trataría de entrar en el ring y ayudarte a golpear al idiota” yo como todo un baboso la miré y me comencé a reír. Era excelente, me sorprendía cada vez más, pensé que me diría “no te dejaré que pelees” eso me decepcionaría un poco ya que tendría que dejar por ella, pero como gano demasiado dinero en cada pelea me conviene seguir, además un par de golpes logran sanar. Estábamos llegando a la gran casa de mi hermano, ella miró emocionada todo el lugar, bajamos y nos recibió la empleada Sherry. Pasamos al interior de la casa y había algunas luces apagadas y otras encendidas que marcaban un camino, no sé en qué momento desapareció la e
La noche había avanzado tan bien, terminamos de cenar y llegó el momento de pedirle algo tan grande como que sea parte de mi vida, mi pareja y mi todo. Me pare y ella borró su sonrisa de su boca, la asusté. Me dirigí a su lado, le pedí su mano e hice que se levantará. Ella me obedeció tan callada, lo agradecí. Le tome sus dos manos y las tuve entrelazadas, estábamos bien cerca, su perfume se mezclaba con el mío, ella se veía tan hermosa, en mi pecho había un miedo increíble al rechazo, si ella lo hace no sé cómo me repondré. —Bueno Rose, hay algo muy importante que quisiera decirte —No habló y sólo se quedó mirándome—. Primero que nada es una pregunta —Hice una pausa—. ¿Quieres ser mi novia? —Vi como sus ojos se llenaban de agua y eso me dio más miedo—. Si no sabes que contestarme te dejaré que pienses los días que necesites. Y no hablaba para nada, entonces entré en pánico y solté sus manos. Una angustia me invadió y no me di cuenta que Rose estaba totalmente shocke