Holaa, aquí otro capítulo para disfrutar. Gracias por leer
Me pare del sillón; estaba en una casa que no conocía. Todo se encontraba a oscuras menos en una parte donde había una televisión prendida y mostrando estática; en frente de esta había un sillón muy sucio y de color verde oscuro. Se podía ver una mesita al lado de este. El sonido era un tanto molesto. También el silencio me acompañaba detonando en mi sistema alertas por todas partes. ¿Qué hacía en un lugar así? ¿Me secuestraron mientras dormía? Tenía tantos enemigos que todo podía ser posible. El ambiente estaba muy frío y apenas podía ver algunas paredes, la oscuridad que había era tan abrumadora. Caminé un poco para explorar el lugar, también quería ver si alguien se encontraba en este lugar. Terminé chocando contra una silla que tenía otra encimada, esta se cayó e hizo un estruendo que recorrió toda la casa, el eco que había me dio a entender que estaba completamente vacía y de repente escuché una risa muy tierna que venía del segundo piso. Traté de buscar unas escaleras y las vi,
Pudo estacionar rápido Juliet, porque había mucho espacio. Fuera de la casa se escuchaba la música a todo volumen y me preguntaba por dentro ¿Cómo eso no les molesta a los vecinos? Si era cerca de mi casa, sería la típica abuela que llame a la policía por el disturbio. Mucha gente, algunos queriendo entrar pero como estaba tan lleno hasta reventar de gente, se tardaba un poco en entrar. Todos estaban bailando ahí, algunos ya estaban en el piso y no sabía la razón. Esperaba que no pase nada malo. — En esta fiesta, no se separen de Rose —habló Lina. Pidió que no se separen de mí para evitar el incidente de la fiesta pasada. —Chicas tranquilas, supongo que estando con… Todas me miraron muy fijamente y si entiendo el porqué de sus miradas; es porque la fiesta pasada me había quedado con Hudson y como termine no quieren volver a repetir. Caminamos como todas unas diosas a la fiesta, recibieron bastante miradas mis amigas por parte de los chicos que se encontraban bailando o esperando a
Adler, se encontraba hablando con unas chicas cuando fijó su mirada en mí. Pude ver que su cara unos moretones y unos cortes; traía puesta una remera negra con un logo en verde fosforescente, con una campera de jeans con botones negros y unos jeans azules desgastados; sin faltar las zapatillas blancas. Él se levantó junto con Chad y comenzaron a caminar hacia nosotras. Estaba segura que la única que le interesaba era hablar con Laura, ya que ella es su compañera. —Hola Rose —habló Chad. Pero yo no podía sacarle los ojos a Adler, él venía caminando despreocupado y sin que le importará nada ni nadie. Muchas chicas interrumpían su caminar hablándole de no sé que, a lo que él solo se hacía a un lado y seguía caminando. No levantaba la vista, solo la necesaria para no chocar con alguien. —¡Oh! ¡Hola Chad! —hablé muy eufórica. No sabía a qué se debía toda esta energía alegre; él me sonrió. Chad no estaba para nada mal, era un hombre muy guapo: con ojos marrones claros, cabello castaño o
Me adentré en el mar de gente para caminar rápidamente hacia el interior de la casa, temblaba mientras caminaba y me imaginaba los peores escenarios de lo que podría haber pasado entre Lina y Adler. Sí bien, yo no sé absolutamente nada de él y como quiso robarme a lo mejor a ella también. ¿Qué son todos esos golpes que tiene? ¿Es un pandillero o qué? Pensaba que a lo mejor él la quiso violar y ella se encerró en la habitación, a lo mejor la quiere matar. Así y un millón más de pensamiento desagradables hacía él, por tener una cara muy bonita podría pasar desapercibido en ser un psicópata, un sociópata, un violador, pervertido y millones de cosas más que podría llegar a ser el humano. Estaba muerta del miedo, temía por su vida y por la mía. La gente estaba muy amontonada, por lo que me costaba cruzar entre ellos. Recibí un toque en mi trasero de algún estúpido. — ¿A dónde vas preciosa? —preguntó uno tomándome de la cintura. — ¡Suéltame, idiota! —Y me removí para poder salirme de es
Le hablé a Marianella que iría al baño, a lo que ella solamente asintió, entonces me adentré en el mar de gente para caminar rápidamente hacia el interior de la casa. Temblaba mientras caminaba y me imaginaba los peores escenarios de lo que podía haber pasado entre Laura y Adler. Si bien, yo no sé absolutamente nada de él y como quiso robarme a lo mejor a ella también. ¿Qué son todos esos golpes que tiene? ¿Es un pandillero o qué? Pensaba que a lo mejor él la quiso violar y ella se encerró en la habitación, a lo mejor la quiere matar. Así y un millón más de pensamiento desagradables hacía él, por tener una cara muy bonita podría pasar desapercibido en ser un psicópata, un sociópata, un violador, pervertido y millones de cosas más que podría llegar a ser el humano. Me temblaban las manos por lo que temía encontrarme, las piernas no querían ir hasta donde estaba Laura. Estaba muerta del miedo, temía por su vida y por la mía. La gente estaba muy
No sabía realmente para donde ir, ya estaba fuera de la fiesta y todo se tornaba muy oscuro. La verdad había cometido un gran error al dejar que él me besara así sin más. Estaba bien, me sentía muy atraída por él, pero así no debían suceder las cosas. Se supone que tengo novio y eso no debería hacer; era mi primer novio después de muchos años de estar sola y de dolida por esa relación fallida; después de tanto tiempo soñar con tener un romance otra vez, que era la mayor causa de levantarme a la madrugada llorando por sentirme sola, por ver que no tenía con quién pasar los días de lluvia, sin nadie a quién amar o que me ame siquiera.Era muy frustrante y justo que encuentro a alguien que al parecer sí es bueno conmigo: se preocupaba por mí, me motivaba y me ayudaba de salir un poco de la oscuridad en la que siempre rondaba; sé que solo llevamos semanas nada más, pero hay que saber valorar esos pasos o esos actos que hacen por ti. Me sentía muy decepcionada de mí.— ¿Podrías hablarme? —H
Me removí en la cama, la cabeza se me partía y el fuerte sol entraba por mi ventana, comencé a maldecir muchas veces por eso. ¿Desde cuándo el sol brillaba con tanta intensidad, al grado de traspasar mi fina cortina? Mi mal humor había aumentado notablemente después de lo que sucedió esa noche en la fiesta. Ya no contesto los mensajes; mis amigas me llaman y mandan mensajes, pero no tengo muchas ganas de contarles lo que sucedió, aunque gran parte Laura ya le habrá contado. Pasaron tres días de esa fiesta y era Lunes, otra vez empezar con los trabajos a full. Me senté en la cama y mis pies tocaron el piso muy frío, busqué mis pantuflas y me levanté para ir al baño. Miré por la ventana, y parecía que iba a ser un día normal y corriente del cual ya estaba acostumbrada. No he vuelto a pensar ni en Adler ni en Hudson, la verdad estaba cansada de pensar en ellos y no en mí. Ya no sabía ni que hacer, solo quería vivir y aprobar mis materias, la
l resto del día muchas chicas me molestaron y hasta me insultaron en el receso. La voz de que habíamos terminado con Hudson, corrió como viento llevándose consigo las hojas del otoño. Estaba juntando mis cosas y vi como Chad estaba en la puerta mirándome fijamente, con él compartía casi todas las clases, pero él me molestaba casi todos los días. —¡Rápido McCoy! Su voz grave recorrió cada rincón del casi salón vacío, él y la pocas personas que quedaban me miraron y luego a él. Los murmullos empezaron. —Termina con uno y ya va en busca de otros —Escuché a unas chicas detrás mío, las oí con mucha claridad. —¡Sí! ¿Quién lo diría? Además ¿Qué tiene ella para llamar la atención del lobo solitario de Chad? Casi me reí por ese apodo tan ridículo; si bien conocía un poco de la historia de Chad con las mujeres, pero me parecía realmente gracioso que lo llamaran así. Me puse la mochila y bajé prácticamente corriendo, abracé a C