Holaa, un capítulo tempranito, para el horario de Arg. Gracias por leer.
Narra Rose • Después de esa fatídica fiesta, la pase muy mal en el hospital, acompañada de mis tres amigas y de Hudson. Parecía que nunca iba a terminar la noche: los enfermeros se tomaban su tiempo para atenderme; mi nariz me sangró como media hora más o menos, no dejaba de sangrar; Hudson estuvo alado mío todo el tiempo, preocupándose por mí. Él era el que iba a traer más y más gasa para contener el sangrado. Luego de un par de chequeos pudimos ir a casa, mis amigas me llevaron y Hudson se despidió de mí y se fue a su casa. Cuando llegue a casa, él no dejaba de mandarme mensajes preguntándome si estaba bien. Mis padres seguían despiertos porque Ana los avisó; me vieron y mi mamá casi se largó a llorar y mi papá me miró muy enojado. Tenía un vendaje mal hecho por la enfermera de turno; me dolía mucho la nariz y el caminar hacía que me doliera peor. Gracias al cielo no me quebré el tabique, sería horrible¸ además de por si soy horrible, con tabique roto me convertiría en un monstru
Debía ponerme al día con muchas cosas de la universidad, por lo general no dejaba de hacer mis tareas o mis trabajos, pero estos últimos días, sólo pensé en él y en él. Muchas veces me lo repetí que debía alejarlo de mí; sacarlo de mi mente; de todo lo que me lleva a él. Debo tener mis ojos y mente muy metidos en mi carrera; mi único amor y pasión. No debo distraerme con cosas tan básicas como un chico. No debe ser motivo para que me vaya mal este cuatrimestre. Me estaba cambiando para salir de casa; es martes y tengo que hacer tantas cosas por lo que iré bastante producida: cabello limpio y con una trenza que me toma la mitad de mi cabello; aros redondos bastante grandes: de un color dorado; me puse una blusa bastante suelta de color bordo y con unos jeans negros y zapatillas negra; el negro no podía faltar en mi vida. Tomé mi mochila para cargar mis cosas. Últimamente me sentía bastante bien conmigo misma, lo cual, era muy extraño. Me miré nuevamente al espejo y me sentía muy cómod
El dolor de cabeza era tan persistente, al grado de no querer vivir. Ayer me pase haciendo un montón de trabajos que tenía atrasados. Ya había pasado una semana de ese martes que Adler me ignoró en frente de su hermano. Al principio me sentí tan frustrada que no podía siquiera concentrarme en algunas clases, lo perdida que me encontraba cuando lo veía caminar por el campus, fue un infierno total. Para mi buena suerte, Hudson estaba ahí para arreglar mi ánimo. Lo más emocionante de esto fue que él me invitó a una cita. La verdad es como la cuarta cita que tenemos en la semana. Se comportaba tan bien conmigo, que me daba pánico que sea una mentira; me llegaron muchos rumores sobre él y hasta que no se compruebe su veracidad, debería creer en él. Hudson me pasaba a buscar y mis padres junto a Jasper nos espiaban por la ventana. Siempre que llegara a casa me invadían con preguntas sobre él y lo ricachón que se veía siempre. Hacía como tres días que no veía a Adler en el campus ni cerca d
Ya había pasado un mes desde la última vez que vi a Adler; era abril y todo pintaba a que el frío se hacía más pesado. La verdad no sé ni que época del año nos encontramos, ya que cuando se supone que es verano sigue haciendo un frío de muerte, eso sí, se ve al sol muy ferviente por calentar un poco nuestra piel. La mayoría del pueblo se iban a vacacionar a algún lugar donde pudieran tomar sol y broncearse a lo J.Lo. Volviendo a Adler, él desapareció de la universidad y no supe absolutamente nada más de él. Creí que Chad (ya que me hice amiga de él) creí que me contaría algo, pero no ha hablado ninguna vez de él y no me atreví a preguntar. ¡No sé cómo se produjo eso, pero ahora Chad se volvió mi amigo! También tenía novio, tampoco sé como sucedió, fue demasiado rápido todo. Abril empezó brillando y prometiendo ser el mejor mes del año. Siempre la pasaba tan mal en este mes, pero era 4 de abril y parecía que cada vez me regalarían más sorpresas. Estaba de novia con Hudson. Adler d
Me pare del sillón; estaba en una casa que no conocía. Todo se encontraba a oscuras menos en una parte donde había una televisión prendida y mostrando estática; en frente de esta había un sillón muy sucio y de color verde oscuro. Se podía ver una mesita al lado de este. El sonido era un tanto molesto. También el silencio me acompañaba detonando en mi sistema alertas por todas partes. ¿Qué hacía en un lugar así? ¿Me secuestraron mientras dormía? Tenía tantos enemigos que todo podía ser posible. El ambiente estaba muy frío y apenas podía ver algunas paredes, la oscuridad que había era tan abrumadora. Caminé un poco para explorar el lugar, también quería ver si alguien se encontraba en este lugar. Terminé chocando contra una silla que tenía otra encimada, esta se cayó e hizo un estruendo que recorrió toda la casa, el eco que había me dio a entender que estaba completamente vacía y de repente escuché una risa muy tierna que venía del segundo piso. Traté de buscar unas escaleras y las vi,
Pudo estacionar rápido Juliet, porque había mucho espacio. Fuera de la casa se escuchaba la música a todo volumen y me preguntaba por dentro ¿Cómo eso no les molesta a los vecinos? Si era cerca de mi casa, sería la típica abuela que llame a la policía por el disturbio. Mucha gente, algunos queriendo entrar pero como estaba tan lleno hasta reventar de gente, se tardaba un poco en entrar. Todos estaban bailando ahí, algunos ya estaban en el piso y no sabía la razón. Esperaba que no pase nada malo. — En esta fiesta, no se separen de Rose —habló Lina. Pidió que no se separen de mí para evitar el incidente de la fiesta pasada. —Chicas tranquilas, supongo que estando con… Todas me miraron muy fijamente y si entiendo el porqué de sus miradas; es porque la fiesta pasada me había quedado con Hudson y como termine no quieren volver a repetir. Caminamos como todas unas diosas a la fiesta, recibieron bastante miradas mis amigas por parte de los chicos que se encontraban bailando o esperando a
Adler, se encontraba hablando con unas chicas cuando fijó su mirada en mí. Pude ver que su cara unos moretones y unos cortes; traía puesta una remera negra con un logo en verde fosforescente, con una campera de jeans con botones negros y unos jeans azules desgastados; sin faltar las zapatillas blancas. Él se levantó junto con Chad y comenzaron a caminar hacia nosotras. Estaba segura que la única que le interesaba era hablar con Laura, ya que ella es su compañera. —Hola Rose —habló Chad. Pero yo no podía sacarle los ojos a Adler, él venía caminando despreocupado y sin que le importará nada ni nadie. Muchas chicas interrumpían su caminar hablándole de no sé que, a lo que él solo se hacía a un lado y seguía caminando. No levantaba la vista, solo la necesaria para no chocar con alguien. —¡Oh! ¡Hola Chad! —hablé muy eufórica. No sabía a qué se debía toda esta energía alegre; él me sonrió. Chad no estaba para nada mal, era un hombre muy guapo: con ojos marrones claros, cabello castaño o
Me adentré en el mar de gente para caminar rápidamente hacia el interior de la casa, temblaba mientras caminaba y me imaginaba los peores escenarios de lo que podría haber pasado entre Lina y Adler. Sí bien, yo no sé absolutamente nada de él y como quiso robarme a lo mejor a ella también. ¿Qué son todos esos golpes que tiene? ¿Es un pandillero o qué? Pensaba que a lo mejor él la quiso violar y ella se encerró en la habitación, a lo mejor la quiere matar. Así y un millón más de pensamiento desagradables hacía él, por tener una cara muy bonita podría pasar desapercibido en ser un psicópata, un sociópata, un violador, pervertido y millones de cosas más que podría llegar a ser el humano. Estaba muerta del miedo, temía por su vida y por la mía. La gente estaba muy amontonada, por lo que me costaba cruzar entre ellos. Recibí un toque en mi trasero de algún estúpido. — ¿A dónde vas preciosa? —preguntó uno tomándome de la cintura. — ¡Suéltame, idiota! —Y me removí para poder salirme de es