Era una mañana sutilmente gris para Jake, sirvió a gusto otra taza de café, mientras la conversación giraba en torno a el paseo familiar que tendrían, irían de playa, almuerzo y descanso.
Rosita ya trajo el jugo de naranja -dijo Aymeth -Estamos con hambre, así que disfrutemos en familia-
-Jake por favor puedes prestarme algo de tu botiquín- dijo Natalia-
-Si, en mi baño encontrarás lo que necesites-le respondió.
Natalia se retiró del comedor, y subiendo las escaleras, al cabo de unos minutos lo llamaba a gritos, no encontraba nada, Jake se preguntaba en sus adentros, ¿Qué día estaba viviendo? parecía de comedia, con tintes de tragedia, pero no lo era, era real, quería imaginar que estaba en un estudio de cine, grabando una comedia irónica, donde una mujer desquiciada argumentaba que habían pasado una romá
- ¿Hablas con esta Sheila que está aquí? Sheila sonreía feliz.-Tengo todo listo, iremos a casarnos, viajaremos ahora, extendió la maleta, colocando algunas piezas de ropa, mientras ella con sus pies jugueteaba, haciendo un desorden, - ¿Podrías ayudar? vamos nena levántate, ponte algo ligero, así que; Las Vegas allá vamos, extendió sus manos imitando las alas del avión.Horacio tenía un sentido del humor único, era impecable de pies a cabeza, 1.80 de estatura, trigueño, deportista, sin bigote, lo detestaba y jamás lo dejaba crecer, su padre según él tenía uno que era brocha de pintor, de tanto en tanto don Víctor pasaba algunos días en Santa Barbara, a Horacio le hacía sentirse feliz, compartir con su padre.La meta era tomar carretera en ese mismo instante, al aeropuerto tendrían un
Natalia entrando en su habitación, se vistió rápidamente, iría a tomar aire, le sentaría mejor que aquel que había en casa. Vendría a la una y media para el almuerzo, ese si no se lo perdía por nada, quien podía perderse esas pechugas de pollo rellenas de Rosita, absolutamente nadie, encendiendo el auto se encamino a un café hacia las afueras. Tendría tiempo de tomar aire fuera de casa, después del almuerzo, sus padres su hermano y cuñada, saldrían a sus días de descanso, aunque todo parecía indicar que no pensaban ir, en fin, sus padres ya tenían todo listo. Ella tomaría ese día para salir sola, tomar un nuevo aire, esta situación de Jake y Claudia le tenía pensativa, estaba más que segura que era una sucia treta, la idea de Claudia comenzaba a cosechar sus pequeños seguidores, quería descubrir que tramaba con todo ese juego, y vaya que era astuta, era de sumo cuidado. Angelina sentía la fuerza del viento jugando con sus cabellos, iban
Claudia encendía un cigarrillo mientras, escuchaba la propuesta de Alberto, que bien era tentadora, podía pensárselo.-Te espero en la semana, podemos ir a cenar- iré al D.F. si gustas me acompañas, iremos en la avioneta, dos días, inventa algo, eres buena para decir pequeñas mentiras, ella le miro con picardía y cinismo, la abrazó -serán dos días solos y sin nadie más--Lo pensaré –te digo, no es un no rotundo- cepillando su cabello sacudió la cabeza, tenía que irse, le llamaría una vez estuviera llegando a casa, él le beso, le dijo que cuando quisiera podía quedarse, así sería un despertar diferente, Claudia acarició su rostro, procediendo a encaminarse hacia el ascensor, era una locura, ciertamente una locura que podía usarla a favor, aunque sentía un gusto, una atracción por Alber
Jake despertaba cinco y media, un tenue amanecer le daba la bienvenida al nuevo día, sin intentar hacer un poco de pereza se incorporaba un poco sobre las almohadas, pero se percató que necesitaba una buena taza de café en leche, lo batía hasta lograr que diera un punto cremoso.Una vez que estuvo con traje y portafolio en mano, avanzaba a la casona, tendría una plática con sus padres. Una vez en el vestíbulo se encontró con Rosita quien descendía por las escaleras con la bandeja en mano, sus padres estarían a punto de tomar su desayuno en la habitación.-Mis padres…que miedo que siento nana linda-.-Solo se tu cariño, di lo que sientes y asunto concluido-. Ella siguió el paso con donaire, que seguridad, Rosita decía la verdad y así tenía que ser, ningún miedo o temor podía dispersarlo en esa mañana.Toc
Robert se servía otro vaso de jugo de naranja, tomando su portafolio se acercó a Jake, le abrazaba con serenidad, Jake sabía que el comprendía bien, su padre no tenía esos límites de clases sociales.-Sé que me entiendes, sabes que no es un mero capricho lo que siento, yo busco mi felicidad, y con el tiempo Claudia hará lo mismo, si no es que ya lo ha hecho-.-Bien, platicaremos después, hablaremos con tu madre sobre el tema, al final- Robert tomaba la mano de Eloísa, -Lo más importante es tu felicidad, eso lo tendremos en cuenta, eres nuestro hijo, te amamos-.-Querido, así es queremos tu felicidad- Eloísa le besaba en la mejilla y junto a Robert salieron de la habitación.En el auto camino al centro los Olson tenían una plática entre ellos, era de carácter tranquila, siempre solían hablar las cosas, la
Angelina bajaba las escaleras para atender la llamada, el aire de esa noche era envolvente, cálido y sutil.Descolgando el teléfono su rostro se ilumino de alegría al escuchar la voz al otro lado de la línea.-Mi niña, que bueno saludarte-.-Licha, que vacaciones tan estupendas, me imagino lo feliz que estas-.-Oh, sí querida unas vacaciones a todo dar, estaré en unas dos semanas, espero que no te esté afectando el trabajo-.-Para nada querida nana, disfruta de todo, sé que estas divirtiéndote tengo que contarte algo muy importante, es mejor que tomes asiento-.-Bien ahora estoy cómodamente, dime cariño-.- Jake me pidió matrimonio-. Estoy feliz nana querida-.-Ay mi niña-. Me ha dado un soponcio, -Jake es un buen chico, pero mira que tienes toda esa camada de lobos rondándote-.-Si Licha lo
-Es sorpresivo-. Angelina reflexionó por unos segundos.-Sí, pero el tiempo pasara pronto, además mis padres creen que quizás me pasará lo que siento por ti, aunque sabes que no será así, te amo- y quiero casarme contigo-.-Oh Jake-. Ella lo rodeó en ese instante, te extrañaré estos meses-.-Yo también, podemos casarnos civilmente antes de irme-.-Amor, creo que podemos esperar estos dos meses-. Bien ya que estas aquí podemos desayunar juntos, ella extendió sobre el mesón una canasta de pan fresco, huevos-. La taza de café humeaba, a lo cual Jake no se resistió, el pan estaba exquisito, recién horneado, desayunaron mientras platicaban sobre Sheila y Horacio, le habían llamado esa mañana, esa noche se reunirían para cenar.-Pasaré por ti a las ocho de la noche o si es posible un poco antes-.
Rosita sabiendo que no vendría casi nadie a la hora de almuerzo, sirvió para el personal de la casa, más tarde llegaría Estefany y Claudia para almorzar, pero sorpresa suya que la niña entraba en la cocina en ese instante, su mamá almorzaría por fuera también, así que ella se sentó al comedor y le pidió que le sirviera de todo, comería en la cocina, aunque trato de disuadirla no lo logro, por lo tanto almorzaron todos y cada uno terminando se regresó a sus labores, Estefany hablaba con Rosita de su papá, quería que tuviera un amor, ella mismo había hecho varias cartas a Dios, había pensado en varias candidatas entre las cuales Angelina era una de ellas, le dijo a Rosita que era un secreto que no podía contar, se dieron el dedo para guardar el gran secreto, luego de almorzar, salía corriendo a cambiarse el uniforme y hacer sus deberes, tam