Jake despertaba cinco y media, un tenue amanecer le daba la bienvenida al nuevo día, sin intentar hacer un poco de pereza se incorporaba un poco sobre las almohadas, pero se percató que necesitaba una buena taza de café en leche, lo batía hasta lograr que diera un punto cremoso.
Una vez que estuvo con traje y portafolio en mano, avanzaba a la casona, tendría una plática con sus padres. Una vez en el vestíbulo se encontró con Rosita quien descendía por las escaleras con la bandeja en mano, sus padres estarían a punto de tomar su desayuno en la habitación.
-Mis padres…que miedo que siento nana linda-.
-Solo se tu cariño, di lo que sientes y asunto concluido-. Ella siguió el paso con donaire, que seguridad, Rosita decía la verdad y así tenía que ser, ningún miedo o temor podía dispersarlo en esa mañana.
Toc
Robert se servía otro vaso de jugo de naranja, tomando su portafolio se acercó a Jake, le abrazaba con serenidad, Jake sabía que el comprendía bien, su padre no tenía esos límites de clases sociales.-Sé que me entiendes, sabes que no es un mero capricho lo que siento, yo busco mi felicidad, y con el tiempo Claudia hará lo mismo, si no es que ya lo ha hecho-.-Bien, platicaremos después, hablaremos con tu madre sobre el tema, al final- Robert tomaba la mano de Eloísa, -Lo más importante es tu felicidad, eso lo tendremos en cuenta, eres nuestro hijo, te amamos-.-Querido, así es queremos tu felicidad- Eloísa le besaba en la mejilla y junto a Robert salieron de la habitación.En el auto camino al centro los Olson tenían una plática entre ellos, era de carácter tranquila, siempre solían hablar las cosas, la
Angelina bajaba las escaleras para atender la llamada, el aire de esa noche era envolvente, cálido y sutil.Descolgando el teléfono su rostro se ilumino de alegría al escuchar la voz al otro lado de la línea.-Mi niña, que bueno saludarte-.-Licha, que vacaciones tan estupendas, me imagino lo feliz que estas-.-Oh, sí querida unas vacaciones a todo dar, estaré en unas dos semanas, espero que no te esté afectando el trabajo-.-Para nada querida nana, disfruta de todo, sé que estas divirtiéndote tengo que contarte algo muy importante, es mejor que tomes asiento-.-Bien ahora estoy cómodamente, dime cariño-.- Jake me pidió matrimonio-. Estoy feliz nana querida-.-Ay mi niña-. Me ha dado un soponcio, -Jake es un buen chico, pero mira que tienes toda esa camada de lobos rondándote-.-Si Licha lo
-Es sorpresivo-. Angelina reflexionó por unos segundos.-Sí, pero el tiempo pasara pronto, además mis padres creen que quizás me pasará lo que siento por ti, aunque sabes que no será así, te amo- y quiero casarme contigo-.-Oh Jake-. Ella lo rodeó en ese instante, te extrañaré estos meses-.-Yo también, podemos casarnos civilmente antes de irme-.-Amor, creo que podemos esperar estos dos meses-. Bien ya que estas aquí podemos desayunar juntos, ella extendió sobre el mesón una canasta de pan fresco, huevos-. La taza de café humeaba, a lo cual Jake no se resistió, el pan estaba exquisito, recién horneado, desayunaron mientras platicaban sobre Sheila y Horacio, le habían llamado esa mañana, esa noche se reunirían para cenar.-Pasaré por ti a las ocho de la noche o si es posible un poco antes-.
Rosita sabiendo que no vendría casi nadie a la hora de almuerzo, sirvió para el personal de la casa, más tarde llegaría Estefany y Claudia para almorzar, pero sorpresa suya que la niña entraba en la cocina en ese instante, su mamá almorzaría por fuera también, así que ella se sentó al comedor y le pidió que le sirviera de todo, comería en la cocina, aunque trato de disuadirla no lo logro, por lo tanto almorzaron todos y cada uno terminando se regresó a sus labores, Estefany hablaba con Rosita de su papá, quería que tuviera un amor, ella mismo había hecho varias cartas a Dios, había pensado en varias candidatas entre las cuales Angelina era una de ellas, le dijo a Rosita que era un secreto que no podía contar, se dieron el dedo para guardar el gran secreto, luego de almorzar, salía corriendo a cambiarse el uniforme y hacer sus deberes, tam
Los cálidos ojos de Angelina miraron a Jake con ternura, unos cortos segundos pasaron -Lo tendré presente en mi mente siempre-. Te lo aseguro, le abrazaba fuertemente, nada lograría empañar esa noche, para muchos las promesas se quedan en olvido, para él eran sólidas y con ellas prendaba su corazón.Le llevó a la puerta de casa, esperando que ella estuviese dentro, respiró profundo, y partió.Angelina en su habitación observaba la cadena en su mano allí estaba su nombre “Jake” lo tallaría en su corazón. Se despojó del vestido para colocar su bata, y se metió bajo sabanas, -Siempre la vida te pone a prueba, no hay duda de eso-. Se dijo para ella misma y se alojó en la profundidad de sus sueños.Jake llegaba a casa, las estrellas brillaban mientras que eran una a una, todas contemplad
Jake llegaba por Angelina en punto como siempre, lucía un vestido sencillo negro, era largo, cruzado, con un ancho cinto dorado, en su cabeza una pañoleta del mismo tono dorado con la cual había recogido su cabello, fueron a un restaurant pequeño, cenarían algo ligero, ella quería ir a descansar para madrugar al siguiente día, a él le esperaba una cena en casa ineludible. La mesa que habían reservado estaba en la terraza, habían hecho un excelente trabajo en la decoración, flores, dos copas de vino, baja luz, música, había pedido para ese día que tocaran un tema para ella, “Esclavo Y Amo” interpretado por la orquesta era exquisito, cada nota, cada letra, era como una seda, la voz inundó el recinto, bailaron juntos, abrazados, sin palabras, sin más que dos corazones que latían y soñaban con un reencuentro. La cena fue inolvidable, muchos pensamientos entrelazados con promesas a no ser olvidadas. Las promesas siempre permanecen, aunque pase el ti
Un sol fresco y tibio inundo el amanecer, suele decirse que la espera en ocasiones se hace larga, mas así había parecido ser para Angelina, en la noche había despertado por sus múltiples pensamientos, pero no le inquietaba, todo había pasado frente a sus ojos como una película a blanco y negro.Despertó temprano, tomando su café se dio una ducha que le renovó completamente, iba camino al aeropuerto a toda marcha, esa despedida le había despertado temprano, esa despedida llena de nostalgia, sentimiento, las esperanzas jamás se agotan porque tienen vida propia, eso era lo que le decía a su corazón.Detuvo su auto en un café junto a la orilla de la carretera, respiro aquel aire cálido, sentía nervios, lo podía notar en sus manos que temblaban entre que sostenía la taza del café, todo tan extraño, pero a la vez tan sosten
Aymeth estaba en la librería ordenando los nuevos libros que hacían su arribo, el lugar estaba a tope, por lo cual una nueva empleada era la encargada de tomar los pedidos del café, mirando la estantería quedó satisfecha, no evitaba sentir un toque de satisfacción al ver todo lo que habían logrado en el lugar. La decoración vintage del lugar, los tonos, los muebles, la decoración era magnifica, el café le había dado un nuevo realce al lugar, cuando descendió al segundo piso dando una ojeada a todo el lugar quedó pensativa, necesitaría un toque en la pared del costado y ya sabía bien que usaría, mientras ella estaba observando William entraba con una pequeña caja en la mano.-Cariño traje algo para que desayunemos aquí--Oh, que delicia torta de zanahoria con pasas-. Ella observando las tortas aspiraba ese olor que emanaban,