Tristán. No pude permanecer más tiempo cerca de ella, aunque quisiera, toda la información que vi a través de su alma me había dejado aturdido. En Victoria encontré a Estefanía y a mi alma gemela, sin darme cuenta la había estado buscando durante mucho tiempo, desde que la vi a través de Arturo. Entendí que Arturo no solamente me heredó la maldición de su linaje oscuro para ser un demonio de venganza, sino también la maldición de su amor perdido que ahora de cierta forma reencarnaba en Victoria. La oscuridad mágica que llevaba dentro de mí se convirtió en una lujuria incontrolable en esa habitación junto a Victoria. Entretanto Arturo renunció a sí mismo y juró reencontrarse con Estefanía en todo este océano que llamamos eternidad. Cerré los ojos por la intensidad del recuerdo.—Hoy juro Victoria, mantenerte a salvo de cualquier daño —manifesté a mis adentro, todo era válido para estar cada vez más cerca de ella. Bajé a las cámaras secretas para contemplar el cuadro donde se mostraba
Victoria. Lo que era un misterio para los humanos se me revelaba claramente. Mi imaginación se descontrolaba y viajaba mucho más allá de lo que la razón aconsejaba. Aún podía saborear la sangre de Tristán en mi boca, sentirla fluir y palpitar dentro de mí, mezclándose con mis células. Sentía que el tiempo pasaba demasiado rápido y deseaba volver a la realidad. Mi mente comenzó a viajar hasta mundos fantásticos poblados de mares luminosos de neón líquido, luego llegó a galaxias muy lejanas.—¡Ya basta! —exclamé, mis ojos me ardían, yo estaba equilibrándome en una línea muy delgada, me dolía el alma, era un dolor que no sabía describir ni como tratar. La noche había caído y el silencio se extendía por la habitación, me sentía débil, tomé la manta y me cubrí. Mi padre no tardó en llegar a mi habitación, al verme en la cama fue a ella rápidamente.—Hola, cariño. ¿Cómo estás? ¿Te encuentras mal? Creía que estabas viendo la telenovela. ¿Está todo correcto?—Me siento un poco débil, per
Ya en el interior de la propiedad no pude más que quedarme asombrada, mis ojos jamás habían contemplado belleza como aquella, un hermoso castillo moraba escondido entre aquellas rocas inmensas. Al llegar un apuesto caballero se dirigió a nosotras, por la urgencia de sus pasos y la excitación de sus ojos no me quedó ninguna duda de que se trataba de Benjamín, el vampiro abordó a Anastasia sin siquiera mirarme.—Por favor Ana, dime que has podido dar con ella… ¡Dime que no es cierto las imágenes de mi cabeza! —su voz era suplicante.—Lo siento Ben… Ágata fue exterminada, y me temo que esa era su plan desde el principio —la confección de Anastasia dejó a Benjamín sin habla, el atractivo rubio de cabellos largos y ondulados comenzó a temblar copiosamente mientras lágrimas de sangre comenzaban a brotar de sus ojos.—¡Eso es mentira! Ágata encontró la muerte por su inexperiencia, jamás le hablé de los cazadores —riñó el hombre enfadado hasta sus simientes.—Tú no, pero yo si lo hice… ¿Cómo v
Me había entregado por completo a los entrenamientos y la meditación; esta vez no podía darme el lujo de perder. Arturo había ganado una batalla, pero no ganaría la guerra. —No has descansado —interrumpió Cristian mis prácticas. —Me siento mejor cuando entreno, por lo menos me ayuda a no pensar. —Volver a ver a esa mujer te ha desequilibrado. Esa es muy mala señal–manifestó refiriéndose a Victoria. —No Cristian, ella no me desequilibra, todo lo contrario; Victoria es la cura. —También es el dolor; no sabemos en qué se convertirá cuando su naturaleza oculta despierte por completo. —No puedo pensar en eso ahora, y tú deberías de practicar conmigo y reforzar tus facultades, las cosas cada vez se pondrán más difíciles. Tiempos tumultuosos están por venir. —En eso tienes razón, sin embargo, tú a mí no me engañas; sé que te perturba que ya solo no sea Arturo, sino que ahora se suma otro a tu lista, y ese es Tristán, uno de los 12 caballeros oscuros —al terminar
—No por mucho tiempo —susurro, luego lanzo un grito tan fuerte que varios vidrios cayeron al suelo como lluvia. —¡No podrás liberarlos de la guerra oculta, la muerte acabó imponiéndose sobre el mundo, la tierra seguirá llena de corrupción y decadencia! —¡Estás equivocada! Las tinieblas no reinaran eternamente y los días de paz llegaran, seremos cada vez más los que luchemos por desterrar su peste, la luz volverá a ser encendida por aquellos que creen. Es así como vence la luz que disipa las sombras y las tinieblas de su imperio. Anastasia permaneció en silencio, y ante mi mirada sus ojos se volvieron negros como dos carbones. Pude ver como a través de la ventana inmensa en forma de cuervo que estaba en el alto techo se fue abriendo, dejando entrar el sonido del viento fantasmal, ululando macabramente, apagando las doce velas que iluminaban la bóveda, pero la luz de mis rabihats no permitió que el cuarto se sumiera en la oscuridad absoluta. El sonido de lápidas de piedra abrié
Por otro lado, en la otra cámara. —¿Con qué ustedes son los que llaman centinelas? Creo que mi recibimiento no fue el más cordial, pero ya pienso remediar eso —dijo Tristán con una sonrisa de oreja a oreja que irrito bastante a Cristian, luego agachó su tronco, hacia delante en señal de saludo y burla, seguidamente se irguió rápidamente hasta elevarse por los aires. El hijo de la noche comenzaba a jugar, saltaba y desaparecía para luego aparecer en otro lugar. Cristian por un momento no pudo seguirle el rastro, parecía un Ninja, manejaba muy bien la técnica del camuflaje y la agilidad, cuando nuevamente se hizo visible Cristian sintió un dolor ardoroso en la espalda. Se dio cuenta de que su contrincante lo había atacado con un Kusarigama luego le cortó la cara con u
—Victoria, tienes una visita —me informó mi padre y su expresión no era muy amable. Luego comprendí el motivo de su molestia cuando vi quién venía a visitarme; se trataba de Tristán.—Te estoy vigilando, no creas que, porque esté haciendo negocios con él, me volveré sumiso, todo lo contrario —dijo casi en susurros, mientras yo pensaba: ¿Qué diablos quería Tristán? Aquella visita inesperada suscitaba más inquietudes. En la sala pude ver la presencia de mi visitante sorpresa, Tristán giró al sentirme y su sonrisa no se hizo esperar ¡Maldición que bien se veía!.—Eres letalmente especial —dijo mientras me sonreía, él me lo notifico a través de su mirada.—¿Qué demonios está haciendo aquí otra vez? —respondí, pero mi pregunta no tuvo respuesta, mi padre me sacó del trance.—Bienvenido Tristán, siéntete como en su hogar; los dejo para que hablen, yo estaré muy cerca —su voz sonó con un tono de advertencia y una sonrisa forzada salió de su rostro.—Muchas gracias, señor Montesinos, es usted
Ya habíamos abordado el coche de Tristán, después de entrar él colocó una música, puso Creep de Radiohead.—Qué conveniente —respondí en murmullos, él me dirigió una sonrisa, y luego su mirada se situó en mi cara, específicamente en dirección a mis ojos.—¿Qué sucede? —murmure, me sentía inestable cuando me miraba de esa manera.—Nada, simplemente que me gusta verte a los ojos. Dicen que son las ventanas del alma—rápidamente arrancó el coche y empezó a conducir. Contemplar a Tristán en la claridad del día era ineludible, ya que su cabellera ya no era tan oscura bajo el sol, sino que más bien era de un tono cobrizo claro. Su mejilla ya exhibían un tono saludable, la palidez ya no se encontraba presente.—Es incierto el mito de que el sol reduc