Skylar apenas logró contener la risa que quería escapar de su garganta. Alguien debería darle un premio por esfuerzo porque seguro que Dan no hacía la tarea fácil. Tenía el ceño fruncido y una mirada llena de sospechas. Actuaba como si estuviera frente a un rival de negocios y no ante un simple hot dog.
—¿Estás segura de que esto no me matara? —preguntó él.
Esta vez ni siquiera lo intentó y rompió a reír. No recordaba la última vez que la había pasado tan bien.
—No puedo asegurar eso —respondió cuando se calmó, aunque una sonrisa aun bailaba en su rostro—. La grasa que tiene probablemente podría obstruir tus arterias y provocarte un infarto a largo plazo. Tampoco estoy segura si realmente está hecha de la carne que dicen, algunos creen que realmente es de perro.
Dan la mir
Las palabras salían de la boca del gerente mientras le explicaba a Dan los avances y todo lo que aún estaba pendiente. O al menos esperaba que todavía estuvieran hablando de eso. Hace un buen rato había dejado de prestar atención y ahora solo asentía de vez en cuando.No era de los hombres que se distraían en el trabajo con facilidad y mucho menos por estar pensando en una mujer. Sin embargo, lo único que tenía en mente justo en ese momento era una rubia de ojos verdes que estaba a kilómetros de distancia.Se había tratado de convencer de que ese viaje le ayudaría a superar lo que sea que tuviera por ella. Era un hecho que no estaba yendo como había esperado. Jamás había sentido esa necesidad desesperante por estar junto a alguien. Todavía se negaba a aceptar que era algo más que deseo. Incluso con la cercanía que había compartido la &uac
Skylar se miró en el espejo asegurándose de que todo estuviera en su sitio. Pasó sus manos por su cabello por lo que debía ser la tercera o cuarta vez. Estaba ansiosa y el motivo tenía nombre y apellido. ¿Quién podía decir que una semana podía parecer una eternidad? Pero así se había sentido cada día que Dan había estado lejos. Lo había extrañado bastante, aunque no era algo que tendría el valor de admitir en voz alta.La oficina se había sentido aburrida sin él. No se había dado cuenta hasta ese momento de cuanto disfrutaba de aquellos momentos en los que se reunían para discutir sobre algún tema o cuando él la acorralaba para robarle un beso. O simplemente sentir sus ojos atentos sobre ella.Como siempre fue la primera en llegar. Dejó sus cosas en su escritorio y fue por el café de su jefe. Estab
Ir detrás de una mujer no es que algo que Dan había hecho en el pasado, ni que hubiera considerado hacer alguna vez. Pero Skylar no era cualquier mujer y seguro como el infierno que no la pensaba dejar marcharse con una idea tan equivocada de él.Entendía su molestia. Había hecho mal al no contarle lo de su encuentro con Jenna y el artículo lleno de mentiras que habían escrito al respecto. Ni siquiera podía pensar en una sola explicación coherente de porqué lo había hecho.Alcanzó a Skylar en el preciso momento en el que ella estaba por entrar al ascensor. Sin pensarlo demasiado, la tomó de la cintura le dio una vuelta y la cargó sobre su hombro. Actuar como un troglodita no había estado en sus planes, pero no veía a Skylar acompañándolo de regreso a su oficina para que pudiera explicarle las cosas. Era obstinada cuando su mente se cerraba
Skylar no tenía idea de que hora era, probablemente era alrededor de las nueve de la noche. Quizás deberían comenzar a vestirse y salir de allí, pero estaba tan cómoda. No le importaba demasiado que estuviera desnuda de cintura para arriba y que su falda estuviera enrollada en su cintura. Quería quedarse allí por siempre. Los brazos de Dan en torno a su cintura era como una cobija que la mantenía separada del mundo.No había esperado que las cosas resultaran así cuando hace menos de una hora atrás estaba tan furiosa. De no ser porque él la había obligado a escucharlo, ella estaría ahora en casa de Lily comiéndose un pote de helado. Esperaba no estarse comportando como la típica tonta al creer en la palabra de Dan, pero había visto la sinceridad en sus ojos cuando le dijo que nada había pasado con Jenna y le creía.Sonrió cuando rec
¿Robo? ¿Asesinato? ¿Cuál podría haber sido el crimen que Dan cometió en su vida pasada? Solo así se podría explicar que su madre hubiera aparecido en su oficina y no solo eso, sino que hubiera decidido invitar a Skylar a almorzar con ellos. Habría creído que solo estaba siendo cordial, pero había visto el brillo en sus ojos. Ella sospechaba algo. Quizás no sobre una posible relación, pero al menos si sobre su interés en Skylar. No es que él hubiera sido muy cauteloso. Era tan fácil olvidarse del resto del mundo cuando estaba con ella. Estaba metido en un gran lio, en cuanto tuviera oportunidad su madre lo iba a acorralar y le sacaría la verdad. Y luego… Quién sabe lo que sucedería luego. Su progenitora era tan impredecible. Tal vez sería más fácil si acaban con todo el misterio y les decía a sus padres que tenía algo con Skylar, pero no estaba seguro de si cuanto lo apreciaría ella. Apenas el día anterior habían hablado sobre continuar manteniendo el secreto
Skylar sabía, desde que empezó a trabajar para Dan, que tarde o temprano tendría que decírselo a su padre. Si no lo había hecho antes era porque necesitaba estar segura de que era lo que había pasado, pero con todo lo que habían descubierto y la necesidad de conocer su versión, el momento había llegado.Estaba nerviosa y no tenía idea de cómo iba a tomar la noticia.Levantó la mirada de su plato y observó a su padre. Él estaba sonriendo mientras escuchaba a su hermana hablar sobre una pijamada que harían sus amigas.—¿Puedo ir? —preguntó ella devolviéndola a la realidad. Estaba mirando a su padre con un puchero.Sonrió.Su hermana podía ser una estratega de primer nivel cuando se trataba de convencer a su padre de algo.—Está bien —aceptó su padre—, pe
Los primeros rayos del sol se filtraron a la habitación de Skylar y se despertó. Al mirar la hora sobre el buró se dio cuenta que apenas eran las siete de la mañana. Soltó un gemido de protesta y se cubrió el rostro tratando de conseguir algo más de sueño. Los fines de semana eran los únicos días que podía un poco más y tenía que haberse despertado temprano.Estaba por volver a quedarse dormida cuando sintió una oleada de nauseas. Se puso de pie lo más rápido que pudo y corrió el baño. Apenas logró llegar antes de comenzar a vomitar. No había demasiado en su estómago, pero las arcadas no se detuvieron por un largo tiempo.Agotada y con las rodillas adoloridas por la posición en la que estaba, se sentó en el frio suelo y esperó solo para asegurarse de que había pasado por completo. Mientras tanto i
Algo estaba pasando con Skylar y no importaba cuantas veces ella lo negara, no iba a convencer a Dan de lo contrario. Había algo diferente en su comportamiento, ella no había debatido ninguna de sus ideas, tampoco lo había cuestionado sobre nada y como si fuera poco había obedecido cada una de sus órdenes con demasiada cortesía. —¿Nos vamos? —preguntó. Skylar alzó la vista de la computadora y asintió. —¿De qué vas hablar con mi papá? —Ya lo sabrás. —¿Le devolverás su puesto? —Ya lo verás —repitió. —Esa no es una respuesta. —Tl vez puedas convencerme de contártelo. —Sonrió de lado. Esperaba un regaño o como mínimo una mirada de advertencia. A Skylar no le gustaba cuando actuaba demasiado personal donde alguien los pudiera ver. Pero esta vez ella solo se encogió de hombros y comenzó a andar hacia el ascensor. En definitiva, algo pasaba con ella y lo iba averiguar. Le hubiera gustado que ella confiara en él