Brendan siempre había sido un maestro tejedor de mentiras. "Declan tiene un proyecto en marcha en Neve, pero su proyecto en Alnwick le impide finalizar el trato. Voy a ir en su nombre".

Deirdre asintió. Un momento después, declaró: "No quiero ir".

Ella empezó a temblar. "Hay demasiados recuerdos traumáticos asociados a ese lugar. Ni siquiera puedo pensar en ello sin sentir miedo. Me preocupa no poder dormir cuando esté allí. Es así de estresante".

La salud mental de una futura madre siempre sería la máxima prioridad. Lo último que Brendan quería era que Deirdre se sintiera demasiado tensa y angustiada. La excusa para no ir con él prácticamente se escribió sola y todo lo que Deirdre tenía que hacer era utilizarla. "Entonces, creo que deberías ir solo. Yo estaré bien aquí. No te preocupes. Si estás preocupado por mí, llámame de vez en cuando cuando estés libre".

Brendan le besó el pelo. "¿Qué pasa si sin querer le das una patada a la mesa y te haces daño?".

Ella se rio. "Kyran, por