Ahora que Deirdre había encontrado a alguien que la comprendía, se suponía que debía ser feliz, sin embargo, la duda en su corazón seguía presente.

Deirdre bajó la mirada. De repente, la puerta que estaba a su lado se abrió.

Declan se quitó la chaqueta con elegancia y dijo sonriendo: "Ustedes dos son realmente extravagantes como para conseguir una reserva en un restaurante de lujo".

Deirdre se sorprendió por la presencia de Declan.

Kyran explicó: "Él insiste en venir".

"Sí, de todas formas somos los mejores amigos. No puedes abandonarme para que coma por mi cuenta en otro sitio solo por la señorita McKinnon, ¿verdad? Todavía tienen el resto de sus vidas por delante". Declan acercó una silla y tomó asiento sin mostrar ninguna cortesía. Entonces, le avisó a la camarera para que preparara la mesa para una persona más.

Deirdre sonrió. "Es estupendo que estés aquí. Justo estaba diciendo que quizá no podamos terminar toda la comida de aquí".

Declan echó un vistazo a la comida servida