"No hace falta", contestó Deirdre. "Acabo de recordar que ya tengo suficiente. ¿Qué tal si me acompañas a la tienda de mascotas?".

"¿A la tienda de mascotas?".

"Sí". Deirdre recordó que Brendan era alérgico al pelo de perro. Si Kyran fuera Brendan, seguro que él también lo sería.

Deirdre explicó: "Estoy bastante aburrida. Quiero ir un rato a la tienda de animales".

Aunque la enfermera no sabía por qué, no se lo tomó muy en serio. De todos modos, la tienda de animales estaba en la calle de enfrente. Cuando las dos entraron, Deirdre pidió un perro que tuviera tendencia a soltar pelo, lo abrazó y esperó un buen rato antes de soltarlo.

Después, la enfermera llevó a Deirdre de vuelta al hospital. Al llegar a la puerta de la sala, inhaló repetidamente para calmarse antes de abrir la puerta y entrar.

Kyran estaba sacando la caja de la comida. Cuando vio a Deirdre, sus ojos se volvieron amables. "Llegas a tiempo. La comida está aquí. Quítate el abrigo, lávate las manos y vamos a comer".