Steven colgó el teléfono y adoptó una expresión culpable. Junto a él, Charlene se estaba limando las uñas cuando miró a Steven y le dijo de una manera despreocupada: “Steven, tú y yo estamos juntos en esto. Si no manejas este asunto cuidadosamente, ambos acabaremos muy mal cuando Brendan descubra que estamos involucrados en esto. ¿Lo entiendes?”.

Steven asintió con dificultad. Siempre cumplía las órdenes de Brendan, y Brendan le había ordenado que obedeciera las instrucciones de Charlene. Sin embargo, no había esperado que la situación se volviera más y más grave hasta que ni siquiera pudiera resolverlo apropiadamente.

Deirdre estaba desfigurada, había perdido a su hijo y sus ojos ahora estaban ciegos.

“¡Esa maldita Deirdre aún sigue creando problemas incluso en ese estado!”. Charlene apretó la lima de uñas con tanta fuerza que se cortó la palma y la hizo sangrar. Sus ojos estaban llenos de resentimiento cuando dijo: “Ella todavía está tratando de seducir a Brendan y usar su discapa