Sus ojos me escudriñan con odio, su respiración agitada por la rabia. Luce realmente hermosa hoy. El uniforme hace que se vea más joven y más excitante.
- ¡¿Cómo te atreves a provocar que me despidan?! – grita sin importarle que las personas la vean.
- ¿Te han despedido? – pregunto con fingida preocupación. – No puede ser posible, si tú eres una excelente camarera.
- Déjate de jueguitos conmigo. Quiero que entres ahora mismo y lo sobornes para que me readmita de vuelta.
- No puedo hacerlo, Pecosa – le digo con cara de inocente. – He gastado todo el efectivo que traía encima.
- Pues le haces un cheque. ¡Me da igual! – grita colérica.
- Me excitan tus gritos – le digo dando un paso al frente. Ella retrocede.
- ¿Q – qué? – tartamudea, sus mejillas están demasiado sonrojadas.
- Te he dicho que me excita que me grites, tanto como luces con el uniforme – le repito con voz calmada.
Ella traga saliva despacio y lleva una mano
No puedo permitir que sus palabras después del sexo me hagan tener esperanzas cuando sé que no va a cambiar. Luke no siente nada por mí. Él solo me quiere para follar, como anoche. Sus palabras me hacen demasiado daño, no puedo dejarme guiar por ellas.Debo mantener mi mente en alarma, porque lo que es mi corazón, ya está completamente derretido por lo que sucedió anoche, por sus besos y su forma de hacerme el amor. He llorado demasiado después de salir de su casa y no tengo claro si valga la pena estar así por alguien que no me valora.Ahora debo encontrar un nuevo trabajo, debo buscar dónde irnos Alessa y yo, no podemos vivir con Trice para siempre.Voy a buscar a la niña al colegio. Está demasiado contenta porque tiene un nuevo amigo y este le regala flores todos los días. Está ilusionada. Los días tristes por la pérdida de su hermana han ido pasando, aunque en ocasiones la menciona sin darse cuenta y entonces se entristece.La veo venir
- No hay nada de qué hablar, Luke. Todo está bien… Así estamos bien. – no sé si intento convencerlo a él o a mí.- No estamos bien si estamos separados, Pecosa. Luego de la muerte de Anna me fui solo a un hotel. Necesitaba tiempo para pensar y regodearme de mi desgracia. – dice acercándose a mí. – Me dolió mucho perder a un ser tan inocente… fue muy difícil para mí cuidarla y luego verla morir delante de mis ojos sin poder hacer nada para evitarlo. – dice y aparta la mirada.- Entiendo lo que sentiste, Luke. Yo también sufrí la muerte de Anna, al igual que Alessa. La enana y yo no solo sentimos la ausencia de su hermana, también te perdimos a ti ese día, justo cuando más necesitábamos que estuvieras ahí. No puedes desaparecer cuando las cosas se ponen feas y después regresar como si nada hubiese pasad
Trice, Alessa y yo subimos en la noche al ático para la cena que Luke preparó. Al entrar me inunda el delicioso olor de la comida. Grace habla animadamente con Katya en la cocina. Thiago dibuja con los colores de la nena sentado en el suelo. Nikolai se encuentra junto a Luke, con una carpeta en la mano y compartiendo unas bebidas mientras conversan.Al vernos entrar se detienen y nos observan asombrados. Es nuestra culpa. Nos hemos vestido y maquillado de forma elegante, con zapatos de tacón y vestidos de noche, incluida Alessa.- Preciosura, me acabas de parar… - comienza a decir Niko caminando hacia Trice, luego sus ojos caen en la niña y se corrige - … el corazón.Ambas reímos. Dirijo mi mirada hacia Luke que me observa de arriba abajo con intensidad. Camino hacia él como si nada más importara a nuestro alrededor y él camina hacia mí como si un imán nos atrajera el uno al otro. Aparta mi cabello suelto hacia un lado para tener acceso a mi oído.
Terminamos la velada entre risas y juegos de mesa. Cuando nuestros invitados se retiran, llevamos a Alessa a su habitación. Luke lee un cuento para que ella duerma y yo no dejo de mirarlo. Él es fantástico. Lindo por fuera y por dentro. Todas las palabras que me ha dicho quedarán guardadas para siempre en mi memoria.Ahora que sé que me ama tengo todo el tiempo del mundo para demostrarle que puede desprenderse de una vez por todas de ese pasado y centrarse en nosotras que ahora somos su familia.Nuestras miradas se encuentran y sonrío. Cierra el libro, le da un beso en la frente a la nena, me agarra de la mano y me saca de la habitación. Me besa con pasión, arrastrándome a trompicones hacia su cuarto, donde me demuestra cada una de sus palabras con sus besos y sus caricias.♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥Los siguientes dos días lo pasamos en nuestra nube especial de amor y paz. He perdido la cuenta de cuántas veces
Luke continúa la historia.- Luego ella quedó embarazada nuevamente. Y yo no quería que se repitiera la misma historia. Secuestré a mi propio hijo, me lo llevé sin que ella supiera para la casa de Grace. Bebí como loco esa noche, necesitaba pensar qué iba a hacer con mi vida y el alcohol siempre ha sido mi aliado cada vez que necesito tomar decisiones o mantener la mente despejada.Se detiene. Le cuesta pronunciar palabras. Lo obligo a sentarse y me siento a horcajadas sobre él. No le digo nada, espero que sea él mismo el que decida continuar la historia.- Ella se apareció esa madrugada. – continúa contando minutos después. – Estaba alterada. Me dijo que, si yo me quedaba con Matías, tendría que darle la mitad de mi herencia. Ahí supe que lo único que le importaba de mí era mi dinero. Me reusé a darle un centavo. Quería sacarla de mi vida, cuidaría a Matías lejos de ella y cuando naciera el otro bebé también lo reclamaría. Pero esa madrugada las cosas se sal
Los días transcurren demasiado rápido. Ya hace dos años de nuestro accidente, dos años desde que conocí a Luke. Esos días fueron algo extraños para él. Creo que ha comenzado a desprenderse de su pasado, aunque sé que le cuesta quitarse la culpa de encima. Después de todo vio morir a sus dos hijos y a su esposa frente a sus ojos sin poder hacer nada.Me hizo caso y está yendo a terapia. Aunque dice que es una ¨maldita pérdida de tiempo¨ creo que lo está ayudando a estar en paz consigo mismo y a sentirse más relajado y confiado. Ayer sacó de su casa todas las pertenencias de su difunta esposa que guardaba en esa habitación y mandó a clausurarla para que nadie nunca pudiera entrar en ella.Alessa ama ir a la escuela. Hace dos días la llevamos a una fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros y lo disfrutó bastante. Ahora cada vez que menciona a su hermana lo hace con una sonrisa en los labios, recordando todos los momentos buenos que compartieron.
- ¡Joder! – gruñe al verme bajar las escaleras. La intensidad de su mirada recorriéndome de pie a cabeza hace que me sienta la mujer más sexy del planeta.- Lu, recuerda no decir palabrotas. – lo riñe Alessa. – ¡Guauuu! ¡Pareces una princesa! – chilla mirándome emocionada.- La más sexy de todas – masculla Luke con otro gruñido y camina al pie de la escalera, esperando a que baje los últimos escalones que me quedan. – Me va a costar mucho autocontrol para no follarte esta noche frente a todos, en cada puto rincón que encuentre.Ese susurro en mi oído cuando llego a su lado, electrifica mi cuerpo e inconscientemente imagino todo el placer que esconde tras sus palabras.Miro mi vestido. Es realmente un precioso regalo de Luke. Es de color rojo, de corte princesa, con un escote excesivamente pronunciado, sin mangas, de tirantes finos, con la espalda descubierta hasta la cintura, y largo hasta el suelo. lo acompaño con zapatos de tacón altos y negros.
- ¿Quiénes son ustedes? – pregunto con un hilo de voz por el miedo que me provocan.- No te hagas la víctima. – dice con voz risueña el mismo que apartó las tiras de mi vestido.Es un hombre alto, de aspecto desaliñado, con una barba espesa y tiene una cicatriz en su mejilla izquierda.- Sabes por qué estoy aquí, ¿verdad? – pregunta el de la cicatriz. Al parecer los otros dos trabajan para él. Niego con la cabeza. No tengo idea de quién son. Él se ríe ante mi negativa y esa risa me provoca un escalofrío. – Debo reconocer que eres muy inteligente, tienes a ese hombre comiendo de la palma de tu mano. – dice y sé que se refiere a Luke. – Según mis investigaciones es un hombre muy rico, debes estarle sacando hasta el último peso. – dice con orgullo. No sé de qué va, pero se equivoca.- ¿Qué quieres? – pregunto. Cuando Luke vea que demoro en regresar, vendrá a buscarme.- Venganza. – dice como si fuera obvio y mi corazón corre a toda prisa.