Estamos en un McDonald del centro comercial comiendo hamburguesas con papas. Están deliciosas. Trice habla sin parar y le hace piruetas a Alessa, mientras esta lleva las manos a la tripita riendo a carcajadas. Se llevan bien. Demasiado, incluso. Son unas revoltosas y ocurrentes. Tienen diversos temas de conversación que no logro entender del todo.
Ha sido una locura todo lo que sucede a mi alrededor. Jamás había visto tantas personas, por lo menos no que yo recuerde. Las tiendas son infinitas, creo que es imposible recorrerlas todas en un solo día. Centenares de personas andan como pollo sin cabeza de un lugar a otro.
Sería muy fácil perderse aquí. Por suerte contamos con un buen guía turístico. John nos ha dado un tour por toda ciudad, explicándonos con detalles dónde se ubica cada punto importante de la localidad. He intentado que se una a nosotras en las compras o a comer, pero siempre se mantiene distante, vigilando los alrededores como si fuera nuestro g
Las chicas regresan trayendo consigo un gran peluche en forma de oso. Es casi del tamaño de Alessa.- Demoramos porque aquí la compañera se empeñó en llevarle este diminuto oso a su hermana – dice Trice con ironía.Yo le sonrío. Es un gento muy bonito.- Es rosado. Su color preferido - explica ella como si fuera lógico. - ¿Ya vamos a regresar a la clínica? Quiero enseñárselo.Dios. ¿Ahora qué invento? Aun no podemos regresar. No hasta que sepa de Anna.Piensa, Bella, piensa. – me digo- No, Nena. ¿Recuerdas que yo quería hacerme un corte de cabello? – ella asiente con la cabeza varias veces – Pues iremos a un salón a ponernos guapas, y después le daremos una sorpresa a Lu y Anna. ¿Te parece bien?Di que sí. Di que sí.- Síiiiiiiiiii! Dice unos segundos después. Es un alivio.Ponemos ese plan en marcha recogiendo todas las bolsas y juguetes y vamos al auto.Dos horas después, tengo un nuevo corte. Me llega hasta
Hay días malos, días buenos y días en los que no puedes más y te quiebras; días en los que te miras a un espejo y no te reconoces; otros en los que te sientes increíble; días en los que te das cuenta de muchas cosas que no habías visto… y otros en los que quisieras que terminaran lo más pronto posible.El día de hoy ha sido un auténtico fastidio.La operación de Anna no ha ido como esperábamos. No se puede decir que ha salido todo bien, pero al menos está estable. Debemos esperar a ver cómo evoluciona y si tiene repercusión futura sobre su salud.Estar largas horas en espera han hecho que pierda la cuenta de la cantidad de whisky que he ingerido hoy.Por otro lado, está el incidente de hace un par de horas, donde me llamaron de un hospital ya que Nikita había tenido una amenaza de aborto y había dado mi número como contacto de emergencia. Llamé a su marido, pero este está fuera de la ciudad y al parecer tampoco es que le importe mucho. Tuve
Bella camina hacia mí proyectando una mirada asesina.- Me vas a escuchar lo quieras o no – me dice mirándome directamente a los ojos. – En primer lugar, yo no quería ir de compras a ningún lado, ni un teléfono y mucho menos tus millones de dólares. Pero tú me obligaste, me chantajeaste emocionalmente, y me cediste a Alessa durante unas horas, para que la cuidara y la mantuviera lejos mientras operaban a su hermana. Si te sirve de consuelo, todo lo que se compró fue para las niñas, no gasté ni un solo centavo en mí, John es testigo. En segundo lugar, no respondiste mis llamadas y yo tenía que tomar una decisión entre quedarnos tiradas en la calle mientras oscurecía, ir a la clínica teniendo miedo de lo que nos pudiéramos encontrar, o venir para acá y descansar hasta que tú decidieras aparecer. Alessa estaba dormida y pesaba, y yo solo pensaba en qué estaba ocurriendo con su hermana. – se va acercando poco a poco y usa su índice para señalarme – Tú en ningún momento respo
Me obligo a caminar hasta una de las sillas de la isla, creo que no puedo más sostenerme en pie.¿Qué ha sido esto?Llevo mis manos a mis labios hinchados.Dios, no lo he imaginado. Luke me acaba de besar, dos veces. ¡y qué besos!En el momento en que sentí sus labios sobre los míos, una corriente de emociones se apoderó de todo mi cuerpo. Sus palabras me hicieron arder de rabia; pero sus labios, me hicieron olvidar cualquier cosa a mi alrededor. Sólo existíamos nosotros y nuestros cuerpos unidos. Su excitación era notable, encendiendo mucho más mi cuerpo febril.Su sabor mentolado mezclado con el olor a whisky se ha quedado impregnado en mi boca. Su forma de acercarse y besar mi cuello, el magnetismo, la manera en que mordió mi labio inferior haciéndome gemir sin poder evitarlo, su agarre fuerte y posesivo en mi cintura, recordándome quién manda…Lo que ha sucedido hace unos minutos me ha hecho darme cuenta que no tengo remedio,
Luke camina de forma pausada hacia nosotras y se sienta a mi lado. No sé cuánto tiempo llevará ahí ni cuánto habrá escuchado de la conversación. La niña estira sus brazos hacia él y este la carga, justo como el día que lo sorprendí cantándole una nana mientras ella lloraba.– Tu hermana en estos momentos está delicada, podrás verla y estar con ella unas horas al día, pero aún hay que mantenerla en la otra sala. ¿Lo entiendes? – la forma de hablarle a la pequeña me ablanda el corazón. Cuando quiere, puede ser muy cariñoso.- ¿Puedo quedarme a dormir con ella en esa otra sala? – pregunta la niña levantando su cabeza hacia él.- No. Ella necesita descansar y otros cuidados.- Pero es que no quiero estar sola. – susurra haciendo un puchero, sus ojos se llenan de lágrimas y me parte el alma verla así.- ¿Te gustaría venir a casa de Luke unos días hasta que tu hermana se recupere? – intervengo yo sin pensar en lo que digo. Ambos me miran asombrado
Vamos en camino los seis hacia Disneyland: Luke, Alessa, Nikolai y su hijo Thiago, Trice y yo. Decidimos usar la camioneta de Nikolai ya que cabríamos todos mejor, en lugar de ir en coches separados.Cuando le comenté a mi amiga que él iría, se auto invitó. Aun no le he comentado del beso con Luke, y sé que ella también tiene cosas que contarme, las miradas que le echa al abogado, la delatan. Tendremos que encontrar el momento oportuno para poder conversar.Thiago es un niño precioso. Es un año más pequeño que Alessa, de cabello negro y lacio, sus ojos marrones con pestañas largas lo hacen parecer un modelo en miniatura. Se parece mucho a su padre, y este presume de ello.Alessa está vestida de princesa, con una corona en su cabello. Yo estoy usando un vestido negro precioso con vuelos en la parte baja, medias también negras y botines. Mi cabello está trenzado a un lado acompañado de una gran corona, ya que, según la nena, yo soy la reina y ella es la princes
Me reúno afuera con los demás. Alessa y Niko también ganaron. Celebramos muertos de la risa viendo las caras de los perdedores hasta que Luke sale para verse con nosotros.Su mirada me evita y yo solo sonrío. Creo que tiene un poco de vergüenza y rabia. No veo que sea el tipo de hombre que se deja vencer.El siguiente juego es el laberinto de Alicia en el País de las Maravillas. Mientras los niños juegan y corretean por ahí, nosotros decidimos ir a un juego que queda al lado, donde no vemos personas en la entrada para hacer cola.- ¿Entramos? – pregunta Niko.- No podemos dejar a los niños solos. – le digo yo. Aunque ellos están divirtiéndose y les tomará un buen tiempo salir del laberinto, temo que puedan perderse.- ¿Qué pasa, Pecosa? – dice Luke a mi lado – ¿Tienes miedo?- No tengo miedo. Ni siquiera sé de qué va el juego. Solo me preocupan que se pierdan. – señalo hacia donde se encuentran los pequeños.- No pasa nada. La enana ti
Luke devora mi boca con ansias, con hambre, con pasión. No quiero que este momento acabe nunca. Uso mis manos para atraerlo más por la nuca y él responde apretando mi trasero con fuerza. Gimo y aprovecha la oportunidad para colar su lengua en mi boca y explorar a su antojo. Su sabor mentolado y su olor embriagan mi sistema. Esto era lo que quería desde hace días, sin embargo, me sabe a poco. Quiero más. Quiero más de sus besos.Luke muerde mi labio inferior y tira de él, provocándome un segundo gemido. Su boca vuelve a la mía con más hambre, con más necesidad. Muerde, chupa, me provoca un sinfín de emociones. Estoy que ardo.Interrumpe el beso y se lo agradezco, necesito llenar de aire mis pulmones. Cuelo mi cara en su cuello, aspirando su olor. Planto un beso húmedo en el lóbulo de su oreja y un gruñido desgarrado brota de su garganta.- Creo que deberíamos regresar – dice y yo asiento, aunque realmente es lo que menos quiero en estos momentos. De pref