De todas las preguntas que podían hacerle, sobre todo en un momento tan caliente como aquel, precisamente tenía que ser aquella y en ese momento, que hizo que todo su cuerpo se tensara notablemente. Golpeó las manos de su esposo lejos de sus ahora pechos lactantes y se cubrió subiendo la ropa sin mucho éxito. No se había dado cuenta que durante el orgasmo había liberado su control sobre ese lugar de su cuerpo y ahora por más que hiciera no paraba de humedecerse.Hizo el intento de levantarse más avergonzada de lo que se esperaba, pero las manos de Mathew la detuvieron en su lugar por la cadera.-Suéltame- pidió Lara en casi un murmullo con un nudo en la garganta.-Primero cálmate un poco- su esposo pasó una mano por el costado de su muslo buscando tranquilizarla un poco, había puntos allí que al ser presionado dejaban salir el estrés, pero no parecía estar funcionando con la bruja.-Pero yo... y tú lo viste y... - tartamudeaba.-¿Y qué tiene de malo?- Mathew la giró un poco entre sus
Los dos alfas se retiraron la ropa para dársela a Lara, aunque Mathew le gruñó al otro macho para que se girara. Sin embargo, Lara se había dado una buena imagen del otro lobo, aunque lo personal, su esposo estaba mucho mejor. Agarró la ropa de ambos en sus brazos mientras se transformaban. Después se subió sobre el lomo de Mathew. Sentía sus piernas pesadas, quizás debido a lo grande de su barriga que solía cansarla bastante. Las casas de los lobos de la manada de Lucer, al igual que la de su esposo, se encontraba a pocos minutos y aunque no era una manada tan grande había bastante movimiento. Lara se emocionó levantándose del lobo con una enorme sonrisa. Detrás de ella los dos alfas se transformaron y Mathew tuvo que quitarle la ropa fuertemente sujetada entre sus brazos para poder vestirse.-Bueno, puedes escoger lo que quieras, va por mi cuenta, estás feliz con eso, es mi disculpa- Lucer llevaba sus brazos cruzados sobre su pecho y una mueca.-¿En serio?- Lara se giró hacia el ot
Lara les ordenó que se quedaran un poco detrás, no queriendo que ellos interfirieran y confiando en sus habilidades, y se detuvo delante de la tarima de madera bastante rústica y tosca como todo lo del interior que contrastaba con la tienda exquisita y elegante de al lado. Detrás de este se escuchaban las voces de los lobos, y el sonido del metal siendo golpeado, las llamas volaban de un lado a otro seguido de las chispas. Había un calor inmenso que hizo que la nuca de Lara se humedeciera, pero se quedó allí hasta que un lobo grande y rudo, con la camisa amarrada a la cintura dejando a la vista un buen conjunto de músculos duros y sudados, la atendiera.El macho estudio a Lara deteniéndose en la barriga que no encajaba con sus fracciones delgadas y arqueó la esquina de la boca.-¿Qué desea?- a diferencia de su aspecto su trato no fue tan brusco.-Quiero vender esto- puso sobre la mesa tres de las joyas que le habían regalado y que Lucer le había devuelto junto al resto que se quedaron
Mathew le dio un toque en la nariz y se encaminó hacia un puesto donde cocinaban algunos bocadillos dulces. Lara aprovechó y mordió el borde de su dedo dejando caer una gota de sangre dentro de la bolsa sellando el pacto con esta, ya nadie podría utilizarla además de ella, y guardó todo lo que su familiar cargaba. Le acarició la cabeza por su buen trabajo y se quedó esperando a que su esposo volviera.-Por favor, deja de sonreír así- Lucer a su lado la regañó nuevamente-¿Así? ¿Así como? - Lara alzó sus cejas.Lucer resopló.-Como si fueras una idiota enamorada, solo hay que mirarte, es desagradable--Solo estás celoso- se burló Lara- Además, estoy enamorada que se puede hacer--¿Estás enamorada?- Lucer puso una expresión extraña- En ese caso por qué no se lo dices a tu esposo, delante de mí y lo demuestras- lo retó.-No tengo que demostrarte nada- lo reprendió Lara con las manos en su cintura algo regordeta.-¿Qué no tienes que demostrar?- Mathew volvió con una bolsa que olía extrema
Dyna esperaba intranquila en la entrada de la manada removiendo sus manos, tan fuerte que su hermano tuvo que tomarlas y aguantarlas dentro de las de él. Su alfa había mandado un mensaje de que ese día volverían, tanto él como la joven luna, Lara, pero ya estaba atardeciendo y no había rastro de ellos y se estaban poniendo impacientes.La menor de los hermanos había estado tan preocupada que apenas había dormido, solo después de que Byron le había casi obligado había descansado. Mathew les había contado brevemente en el mensaje que había ocurrido, pero necesitaban detalles. Al menos era una tranquilidad que la bruja volviera.Los minutos se hicieron eternos cuando divisaron dos figuras oscuras a lo lejos, un lobo oscuro y grande y una persona sentada sobre otro lobo que se fundía con ella. Eran sus líderes. Dyna se emocionó, por su parte Byron también estaba feliz, pero retrocedió unos pasos al ver que la cosa peluda era muchos centímetros más grandes que lo que recordaba.Mathew y La
Como toda la Luna y segunda al mando de la manada, Lara cumplía su rutina al pie de la letra. Se despertó temprano, su esposo ya se había ido hacía un tiempo por lo que el lado de su cama estaba otra vez frío. Asintió a sus clases matutinas junto a la hermana de este que no paraba de sacarle en cara que se había supuestamente escapado a pesar de que Mathew se las había ingeniado para justificar su salida de la manada, con la compra de las bolsas para darle una sorpresa. Nadie dijo lo contrario.Por supuesto, no hubo un momento de esa mañana que no se burlara de Dyna que a pesar de mantener su pose normal y recta, esta apenas hacía contacto visual debido a la vergüenza de ser atrapada el día anterior en plena intimidad con su hermano. Lara había encontrado que era bastante entretenido hacerlo.Desde que se había despertado había sentido una molestia constante en su pecho, pero estos estaban secos por lo que solo se lo atribuyó a su forma de dormir. Se masajeó un poco encontrando un poc
Omg. Yes. Era increíble. No había sido su intención, pero la situación que se desarrollaba delante de ella era algo que lo tenía en las nubes. Sus pezones en su vida anterior no habían sido muy sensibles por mucho que le hiciera, pero este cuerpo Wow, era una terminal nerviosa por todos lados. Eso o su esposo que sabía muy bien lo que estaba haciendo pues el alivio era inmediato en cuanto la leche de uno de sus pechos era drenada, siendo reemplazado el dolor por una sensación bastante placentera.-Lara- los húmedos labios de su esposo se separaron dejando un leve hilo de saliva que conectaba al pezón, la miró alzando una ceja- Me parece que te estas divirtiendo con esto--Obvio marido mío- Era consiente que ya se había dado cuenta de la humedad que corría entre los muslos de ella- Como quieres que reaccione si estás haciendo un trabajo maravilloso- Lara pasó su pulgar por el borde de los labios de su esposo y quiso besarlos pero no, ellos tenían una función más importante y necesaria.
Lara revisaba los papeles de su nuevo terreno, junto a la repartición, la cantidad de trabajadores y las estadísticas en cuanto costo de pago y producción que su esposo había preparado para ella. Ahora quedaba en sus manos administrarlo adecuadamente. Era una extensión de hectáreas considerable, al costado de la manada en lo que parecía un buen terreno con la descripción que se le había dado detallada. Había espacio de sobra para lo que quisiera hacer y le vino a la mente otra nueva idea.Ojeó otros papeles y revisó el costo de todos los tipos de telas que se vendían y la mayoría eran tipos de sedas, pieles y otras de producción más sencilla, pero no se hablaba del algodón o la lana. Ya había experimentado en carne propia tanto las calurosas temperaturas como lo ligera que podían ser en las noches por lo que tal vez, producir sus propias prendas de estos materiales ayudarían en los momentos de inviernos. Era un campo que al parecer no se había explotado y la verdad era bastante fácil