Una hora y media más tarde las puertas de la habitación principal de la manada, donde dormía el alfa se abrieron y Lara salió sigilosa cerrándolas a su espalda después de confirmar que su esposo seguía rendido en el sueño. Su cachorro ya le había dado tregua suficiente tiempo y necesitaba comer a pesar de que quería seguir pasando tiempo con Mathew. El lobo apenas se había inmutado cuando lo había dejado recostado en su almohada, tapado y dejado un beso sobre su cabeza. Estaba realmente agotado, dirigir todos los aspectos de la manada era tarea titánica.Lara sintió una pulsada de culpa pues sabía que en parte era culpa de ella. Pero no era que se quejara, pero no podía responsabilizarse siempre por tener un esposo tan dedicado como era el suyo. No le molestaba, pero le gustaría que al menos Mathew se preocupara un poco más por él mismo.Se dirigió a la cocina para pedir que le sirvieran todo lo que tenían cuando Byron le apareció delante. Tenía el ceño fruncido y parecía de muy mal g
Lara caminaba de vuelta con paso lento y pesado, atrasando el momento en que volviera a ver a su esposo. Por un lado, no deseaba verlo pero por otro quería estar en sus brazos y que la consolara, eso era lo negativo de enamorarse, lo dependiente que uno se volvía de alguien y eso era algo que detestaba. No recordaba en que momento de los últimos meses había tenido la necesidad de estar mirando a Mathew para sentirse segura de que todo estaba bien. Pero ahora mismo necesitaba apoyo, mucho apoyo.Se pasó la mano por su panza, en donde su cachorro, si era que podía decirle cachorro, se formaba día tras día y tuvo que tragar un sollozo para no alarmar a los tres lobos que pasaron por su lado y la saludaron con una reverencia. Ella solo puso responderle con una sonrisa falsa que nada ocultaba que había estado llorando, su nariz roja y sus ojos hinchados eran muestra de esto.Se sentía realmente mal, abatida, preocupada, pero antes de que pudiera seguir martirizándose ya estaba de vuelta en
A pesar de que Lara creía en su mente que estaba engañando a todos con una total sonrisa falsa en su rostro, todos sabían que algo no estaba nada bien con ella, hasta los discípulos y los sirvientes comentaban que no habían tenido ninguna información de actividad subida de nivel en entre ellos. Al primer día muchos llegaron a la conclusión de que su depresión se debía al embarazo y a una rabieta por cualquier cosa o simplemente llamar la atención, pero para el segundo día, ya las cosas no se miraban desde la misma perspectiva.La persona más preocupada era Mathew. Se había despertado varias veces en la noche para comprobar el estado de su esposa notando que ella no estaba dormida no importara la hora que fuera. Su rostro surcado por una expresión indescriptible entre dolor, angustia, culpa y lo peor es que no sabía la razón por mucho que le preguntara. Lo otro era que apenas estaba comiendo.Normalmente Lara solía devorar la mesa entera y últimamente ni llegaba a la mitad de su tazón
Mathew caminaba de vuelta a su habitación con paso apresurado, no era normal que su pecho se apretara de aquella forma. Lo había hecho desde que su esposa lo había ido a ver y había dicho cosas que no tenían sentido. Abrió la puerta y como sospechaba la habitación estaba vacía. Su corazón latió rápido en su pecho y respiró para calmarse, no era normal en él alterarse, a menos que Lara estuviera involucrada. Había estado sumamente rara en los últimos días y eso era lo único que llenaba su cabeza al punto de casi no poder adelantar en su trabajo.Oyó los pasos de los hermanos corriendo en su dirección y en cuanto llegaron ambos se arrodillaron posando sus frentes en el suelo.-¿Dónde está Lara?- el rostro de Mathew era sombrío.-No está- respondió Dyna.-La hemos buscado en toda la manada, pero no está- dijo Byron con voz apretada- Ella... ella parece que se fue-Sintieron las feromonas de su alfa manifestarse y un aura espesa parecía rodear su cuerpo. Los ojos del lobo se habían tornad
Lara se sorprendió de ver a aquella persona delante de ella y que la sostenía por la cintura.-Podías cambiar esa cara- se burló- Tal parece que acabas de ver a un muerto cuando la que tiene rostro de ultratumba eres tú--No te burles de mi, Lucer- hizo un puchero saliendo de los brazos del alfa y parándose frente a él.-¿Qué asuntos tienes por aquí- soltó casual ocultando su nerviosismo. Oía cerca de ella los pasos de los discípulos y aunque no podían ubicarla por Mator eso no era suficiente para que dejaran de buscarla.-Vine a comprar algunas cosas y hacerles la visita, pero creo que me ahorré el viaje en parte ¿dónde está Mathew? Si tú estás aquí él debe estar cerca, nunca te quita la vista de arriba-Lara se tardó en responder.-Yo…estoy… sola-Lucer pestañeó y después su ceño se frunció. Podían tomarlo por alguien que solo estaba jugueteando y no se tomaba nada en serio, pero nada más lejos de la verdad. Al igual que Mathew había hecho de su manada una de las cuatro más importan
Lara apretó los dientes. Tanta frustración dentro de ella. Estaba preocupada también por la condición de su hijo. La preocupación y el estrés hacían que apenas pudiera descansar y menos consumir alimento, si seguía así perjudicaría a su cachorro y eso era lo que menos quería. Se removió y oyó el tintineo de los regalos carísimos que le habían regalado los alfas de las otras manadas y agarró la bolsa entregándosela a Lucer.-¿Puedes vender esto? Necesitaré el dinero- le pidió serio.Lucer comenzó a molestarse. Tomó la bolsa, pero apenas la miró, su atención estaba fija en la mujer frente a él.-Sí, puedo- dijo renuente- Pero solo después de que me digas que es lo que pasa-Lara negó con la cabeza. Si no se lo había dicho a su esposo, menos se lo diría a él, que a pesar de haberla sacado de la manada no tenían tanta confianza como si fueran buenos amigos. Oyó a Lucer resoplar exasperado.-No seas cabeza dura Lara, te estás matando y algo es la razón de eso, habla de una puta vez- casi g
Lara abrió los ojos lentamente. Se sentía como si hubiera estado durmiendo durante meses y no le parecía suficiente. Estaba todavía agotada y en una nebulosa que no la dejaba pensar claramente. Con mucho esfuerzo se fue incorporando en la cama chasqueando la lengua. Entonces se dio cuenta que no estaba sola. A un lado, sentado en una esquina estaba su esposo que ya cerraba el libro de sus manos y caminaba hacia ella para sentarse en el borde de la cama.-¿Cómo te sientes?- su voz estaba ligeramente preocupada al igual que la expresión de su rostro- Estaba preguntándome si no despertarías, llevas dormido durante 4 días- el alfa pasó la mano por el cabello se Lara para ahuecar su mejilla- Tienes un mejor color en el rostro- le sonrió.La nebulosa se Lara se esfumó por completo siendo reemplazado por un sentimiento intenso. Agarró la almohada que estaba detrás de ella y se la lanzó a su esposo que la esquivó con gran facilidad a pesar de ser sorprendido con el reciente ataque.-¿Qué demo
Era un asunto difícil de abordar mirase por donde mirase. Decir las palabras adecuadas de la persona con la que se había casado y que tenía un amante a pesar de estar en una relación formal y además enlazados era una situación a la que uno no se presentaba todos los días. Para cuando Lara se decidió por fin a hablar ya había hecho tres trenzas de cabello de su esposo.-Marido mío, sé que es duro lo que te voy a decir, pero me enteré de algunas cosas estos días--¿Te refieres a la persona que fue a visitarte a la manada?-Al parecer el lobo si sabía todo lo que ocurría.-La verdad es que después de irme con Mator y antes de que Lucer me trajera a su manada yo me volví a encontrar con esa persona- notó que el ceño de Mathew se fruncía- Su nombre es Malia, y como sabes es conocida de Lara desde que eran jóvenes. No sé si lo dijo sinceramente, pero contó que este cuerpo estuvo con bastantes machos antes- alzó un poco la cabeza, el rostro de Mathew seguía igual, tragó en seco- antes de cas