IzelEl ver a Hunter junto a Laila abrazados me hace feliz, ambos habían sufrido mucho por culpa de Stefan y se merecen ser felices. Digo que todos merecemos ser felices, es algo que había estado pensando toda la noche que pasé en vela. Apenas tenía una noche en el campamento y ya me quería regresar a casa y encerrarme en mi habitación.Debía romper mi círculo, pero mis instintos son más fuertes que yo. Ahora estábamos en una laguna haciendo el almuerzo, la verdad eso era lo que menos me interesaba, yo quería buscar la manera de volver a regresar a Julián a mi mente, quiero hablar con él y sé que también podría llegar a Leatriz. Debo detenerla aunque eso signifique mi muerte, estaba dispuesta a todo.–Hey, estás muy distraída– Lionel me ofrece un plato con comida, el cual aceptó y empiezo a comer– dime, que pasa por esa linda cabecita– sonrió y niego– mira, se que tengo mal reputación, pero contigo no me acerco por eso, me generas una sensación agradable, mi lobo se siente atraído po
Lana Cora tiembla en mis brazos mientras la preocupación abarca mi cuerpo por completo, el escalofrío que sentí al acercarme aquí no fue normal y el ver a esa cosa querer adueñarse de Cora me hizo estremecer. Más preocupante aún ¿Por qué no me hizo daño a mi?El primero en entrar al baño es Tristán arrancando a Cora de mis brazos, está comienza a llorar pero sin salir del show en el que se encuentra. Detrás de él viene Isaac quien me mira por un segundo y luego fija su atención en Cora.–¿Qué sucedió!?– tiene el descaro de hablarme, pero yo soy lo suficientemente madura para responderle sin importar lo que pasó entre nosotros.–No sabemos con certeza, estamos viendo una película, luego Cora salió al baño y quince minutos después empezaron a escucharse gritos por todos lados, parece que una enorme sombra asesinó a dos chicas arrancando les las cabeza – informó, estos dos me miran atónitos– resulta que Cora tenía esa sombra sobre ella, luego la seguí hasta aquí y cuando entre– trago gr
DaniEl sol se cierne sobre mí mientras veo a Jayson jugar con sus primos, su madre y sus tías me hablan pero soy capaz de ponerles cuidado cuando se que si padre se tuvo que ir de emergencia al reino.Diosa cuida mucho a mi hermana por favor.–¿y tus padres cariño? Cuando vamos a conocerlos– me tenso, la madre de mi mate parece darse cuenta de inmediato porque me mira e interfiere.–La situación con sus padres es complicada, aún no es momento para hablar de eso – todos cambian de tema inmediatamente, el celular de Jayson suena y miró por encima el mensaje, es:Rey Jacob: Jayson, debes regresar inmediatamente al reino. Parpadeo varias veces ante el mensaje, parece que hay una situación grave y Jayson debe volver.–con permiso– me levanto y camino hacia donde Jayson pero ni siquiera pisado la cancha cuando un balonazo estalla contra mi rostro haciéndome caer. Lo único que escucho son abucheos, estoy mareada y todo está borroso.–Bebe, ¿Estás bien?– distingo la voz de Jayson pero tod
Lluvia.Gotas caían sobre aquel hombre que traía a una pequeña en sus brazos; corría mientras tapaba a la pequeña criatura que llevaba en sus brazos. La cual no paraba de llorar. Sentía su corazón destrozado al sentir los latidos de la pequeña disminuir. ¡No, no podía dejarla morir! Moriría si algo le pasara, juró protegerla como su propia hija y eso haría.Corrió, corrió lo más fuerte que pudo hasta llegar a una abriendo la puerta de golpe asustando a la elegante mujer que tomaba su taza de café. Ella lo miró, perpleja, sin saber que hacer o decir al ver a su esposo en aquella situación.—¿Papi?— lo llamo la pequeña pelinegra al ver a su padre cubierto de sangre y con aquella pequeña, que no dejaba de llorar en brazos.—Dime que no es cierto por favor— sollozo aquella mujer. El hombre no pudo evitar soltar unas lágrimas.Se sentía terrible, se sentía culpable de esa situación, se lamentaba no poder haber llegado antes y haber causado tal daño a esta pequeña en sus brazos.—¡No, no,n
AmaraBajo las escaleras a gran velocidad, ignorando los gritos de mi madre pidiéndome que me detenga. Estoy muy emocionada.El cartero de la manada acaba de llegar con la carta tan esperada por mi. Han sido tres meses de agonía, esperando la respuesta de aprobación a la escuela del reino. Quería cursar mi último año allá y aunque fácilmente hubiese entrado con las influencias de mi padre, quiero entrar por mis propios logros.Abro la puerta antes de que el cartero toque y recibo las cartas antes de que pueda decir algo. Cierro la puerta y me doy la vuelta buscando entre las miles de cartas que hay en mis manos.—¡Sí!— exclamó cuando veo la carta con el sello de la escuela del reino, con nerviosismo la abro y mis ojos destella ante lo que leo— ¡Sí,si, joder!— grito dando brincos mientras las cartas caen al suelo.Mamá me mira con una sonrisa en la cara mientras mi padre y hermano salen de la oficina del primero. Me miran estupefactos y yo solo corro abrazando a papá que al parecer y
Cierro la maleta y sonrió mirando todo empacado. Estaba emocionada, feliz y un poco inquieta por lo que me esperaba fuera de estas cuatro paredes. De pronto caí en cuenta de todo lo que iba a dejar.Mis padres, mi hermano, mis amigos y toda mi vida estaba aquí. Realmente había deseado irme al reino donde no conozco a nadie y seguro los primeros días me perdería en las calles.Por lo menos estaría con Izel.Aleje ese pensamiento tonto de mi mente y volví a sonreír, todo va a salir bien. Encontraría mi propio camino, digo, Hunter es el próxima alfa de la manada en algún momento encontrará a su mate, mis padres se irán de viajes viajes eso suceda y ¿yo? No sé qué camino tomar, ni siquiera me veo en un futuro.Salgo de la habitación dejando todo lo empacado atrás y camino a la cocina donde estaban todos esperándome en una agradable conversación donde Hunter era el protagonista.—¡Es enserio mamá!— chilló mi hermano— Monica no me gusta para nada, a mi lobo le parece despreciable. Ni siq
Suspire abrazada a papá y mamá. Ambos estaban llorando y yo no me quedaba atrás, me sentía triste por tener que dejarlos a todos, tener que dejar a mis amigos y me arrepentí de enviar esa solicitud.Ya no quería ir ahí.Ya era muy tarde, mi presencia allá fue confirmada el mismo día y no podía desistir. Haría quedar mal a mi manada y a mi padre.–Los extrañé mucho— me permití sollozar en el hombro de papá— los amo mucho, mucho— murmuré sin dejar de sollozar. Ya parecía a Izel, que estaba a un lado con los ojos llorosos y la nariz roja. —Portante bien princesa mía, y cuida de tu prima— asentí, no quería irme molesta con mis padres ante su pedido. Ella y yo teníamos un trato.Escuchamos decir en los altavoces que nuestro vuelo ya estaba por despegar así que teníamos que irnos ya.—Cuídense mucho ¿Vale? Cualquier cosa deben avisar e inmediatamente me tendrán allá— exclamó papá y asentimos mientras caminábamos al avión junto a mi hermano que parecía afligido.•••Sentí un nudo en el estó
Me miré en el espejo sintiéndome ridícula en este dichoso uniforme. Era una falda negra con ondas, una camisa blanca de vestir y una saco negra a la altura de la cintura. Me queda jodidamente grande. Y seguramente los otros dos me quedarían iguales.—¡Amara vamos a llegar tarde en su primer día!— Me llamó mi hermano. Me miré una vez en el espejo y salí de la habitación asegurándome a mi misma que al volver arreglaría ese problema. Cuando salí vi a Izel junto a mi hermano y me pregunté porque a ella si le queda a su medida el uniforme, marcando su cintura y sus piernas y a mi me hace ver gordo. Fruncí el ceño y caminé tomando mi mochila en brazos.Salimos de la casa y poco después de veinte minutos ya estábamos enfrente de ¡un jodido castillo! Sonreí, esto definitivamente cumplía con mis expectativas. Me adentro al castillo mirando alrededor, todo jodidamente hermoso y los chicos ni se diga. Sonreí internamente al pensar que cumpliría mi romance adolescente con uno de estos papuchos.