KariaAvanzo entre los pasillos algo temerosa y ansiosa por ver a una persona; quiero agradecerle por mi libertad a pesar de que no es totalmente completa, la tengo gracias a ella.Suspiro mirando alrededor ocultando mis pasos y sin ganas de encontrarme a cierta persona, no quiero meterme en problemas en estos momentos, menos ahora que estoy bajo la voluntad de Casiel y todo daño que sufra Izel por mi culpa me lo cobrará.Había pasado un día desde que obtuve mi libertad y quería disfrutarla, pero primero quería encontrar a Fanni.El timbre sonó anunciando la hora de receso, trague grueso ocultándome en el baño cuando todos comienzan a salir, chicas entran y tengo que ponerme la capucha del suéter para evitar que me reconozcan. Salgo al patio trasero del colegio encontrándome a la persona que buscaba, está distraída buscando algo en su bolso así que me acerco en silencio tomándola por sorpresa.—Hola– cubro sus ojos con mis manos, esta se tensa e inmediatamente se aleja poniéndose
Narrador omnisciente En un mundo desconocido hay dos mujeres tomadas de las manos mientras recitan palabras en un idioma desconocido mientras rodean un cadáver de una mujer muy conocida y querida en el reino de los hombre lobos. Las cosas empiezan levitar mientras la pelirroja empieza a sangrar por la nariz y el cuerpo de la pelinegra cae al suelo inconsciente. Sin embargo está se levanta en un cuerpo que no es de ella.El cuerpo sin vida que había en medio de ambas y lleno de sangre empieza a levantarse cuando dos hombres entran en la habitación tomando el cuerpo de la pelinegra dejándolo en una cama.El alma de la pelinegra ahora yace en ese cuerpo ensangrentado y maltratado, sin embargo eso no es impedimento para que se levanté y mire a su amiga con cara de asco. Era una tortura para ella tener que seguirla, pero debía hacerlo si no quería morir. La pelirroja pasa su dedo por la herida sangrienta en el cuello de la mujer haciendo que comience a cerrarse.—El hechizo está completo—
Fanni—Despierta.—Hola, estamos aquí.—Despierta, por última vez te lo digo.Aclaró la vista encontrándome con dos sombras similares frente a mí observándome como si fuera un bicho raro. —¿Mori?— es lo primero que preguntó al ver como se dan una semana divertida.—No, solo nuestra pareja se encargó de liberarnos. Seremos invencibles— chilla la figura idéntica a mi, alzó una ceja y miró a la otra soltar un gruñido.—Jodida sean las Diosas, va a ser una tortura.—Déjenme adivinar, al final si termine siendo mitad loba y mitad demonio— ruedo los ojos, que equivocado estaba el hechicero del reino, nada puede contra la naturaleza. Ellos nunca habrían podido eliminar nuestra parte demoníaca.—Soy Liz– se presenta mi demonia.—Yo soy Fai– mi loba me lanza una piedra que no sé de donde rayos saco— la más bella y sexy de todas. ¡Tienes que decirle sus dones demonia!— chilla haciéndome reír.—Cállate canina, se lo diré cuando quiera.—No, lo harás ya mismo. Tengo que despertar — me levanto
CoraEstrellas, alguna vez quise ser una de ellas e iluminar la vida de mi padre. Ahora es el una de ella e ilumina mi vida ¿Qué ironía, no? Siempre quise ser yo quien le iluminará, quien lo cuidara y quien lo protegiera de todo mal. Resultó todo lo contrario.Mi madre había muerto cuando yo nací, al ser una bruja de linaje bajo yo la asesiné. Herede toda mi magia de él, mi fuerza, mi habilidad. Lo único que tengo de mi madre es su físico.Siempre quise conocerla y al menos haber tenido una figura materna a mi lado. Papá nunca volvió a casarse, nunca volvió a amar a otra mujer y yo respete eso.Aunque siempre quise más que ser la única, quise tener una compañía que fuera de mi sangre y aunque ahora tengo muchas personas que me quieren no es lo mismo que tener a mamá, papá, una hermana o un hermano.Tomó el libro entre mis manos, se supone que debería ya saber cada línea de él y que en un día como este estaría graduandome como una bruja completa. Ahora estaba en un reino repleto de
FanniArrastró a Karina dentro de la casa donde encuentro a mi madre sentada en la casa leyendo un libro. Aclaró mi garganta haciendo que ella levante la mirada observándome asombrada.—Diosa, cariño tu…— la cortó.—Te presento a mi mate, mi pareja destinada— la veo tragar grueso y asentir mientras se levanta y mira nerviosa a todos lados.—¿Tu hermano lo sabe?— mi madre se mira preocupada, me molesta ese hecho y a la vez lo entiendo.–Se lo voy a decir ahora mismo.–No creo que sea adecuado decírselo ya mismo, tu sabes lo que ella hizo. Con todo respeto— se dirige mi madre hacía Karia.–Se lo que hice y estoy arrepentida de ello, me ofrezco mis más sinceras disculpas— ella intenta acercarse a mi madre, pero esta se aleja.—Mamá— le suplicó con la voz, ella niega.—La Diosa sabe lo que hace, pero no pretendas que con solo traerla aquí y decir que es tu mate la vamos a perdonar. Ella y su hermano casi matan a ¡tu primo y su luna!–¡Todos cometemos errores! — me quejo acercándome a el
Izel20/11/2023Corro deseando despertar, deseando que me dejen en paz esos miedos y que pueda volver volver a ser yo finalmente. Me detengo con el corazón latiendo a mil por segundo, observando cómo mi lado oscuro se posiciona frente a mí dándome una sonrisa.–No voy a dejarte ir.—No quiero irme— Suelto involuntariamente volviéndome una sola con ella.Me despierto llena de sudor y con la luz del sol en su máximo punto. Bufo levantándome del pasto, dando una mirada a aquel lugar desolado, sin vida y sin color que destroce aquella noche que perdí el control.Realmente soy una persona terrible y eso me gusta.Lamo mis labios sacando el emparedado para empezar a devorarlo poco a poco. ¿ya se habrán ido o seguirán interrumpiendo mi hogar? Son un fastidio.Hace días que trato de evitar a Amara, especialmente después de su baby shower, se ha vuelto una total intensa. Su papel de luna hace que sienta ese amor maternal por todos, es una estúpida.Nadie merece que ella y Aziel los cuiden en
Izel¿Alguna vez has sentido que hiciste lo correcto aunque no te sientas así? No se como explicar lo que sentía en ese momento pero lo odiaba demasiado, quería eliminar ese sentimiento de mi pecho pero ver a Casiel dormir tan tranquilo con el cabello alborotado y los labios hinchados no me lo permitían.Debía alejarme de él, debo alejarme de él porque sólo él puede regresarme y no quiero volver.Me levanté despacio tratando de no despertarlo, no quería marcharme, pero tampoco quería que esto volviera a suceder. Primero porque estaba adolorida y segundo porque no quiero sentir.Camino hacia la puerta ¡joder! Tiene seguro, me doy la vuelta tratando de hallar una salida, sin embargo no hay otra opción de que ventana y el edificio estaba muy alto para saltar.Una opresión en mi pecho me hace retroceder y apoyarme en la pared, ¿qué he hecho mal? ¿Porque se siente como si me estuvieran quemando por dentro ? ¿Es por mi naturaleza?No, tantos ángeles y tantos demonios que estuvieron juntos,
LailaAmor, ¿qué es eso? Pasión ¿la compañía del amor o solo un deseo fugaz? No lo sé, pero mi pecho arder cada vez que pienso en Hunter, en su sonrisa, en sus ojos, en todo él. Es como si fuera obligado a caminar sobre fuego. Lo extrañaba como a nada y lo he perdido para siempre.Aun dolía recordar lo que pasó aquella noche, era peor que caminar sobre piedras de fuego. Era una mancha imborrable y que me carmonia los pensamientos en las noches, me mantenía despierta y lamentando el hecho de no haber podido defenderme.Quisiera retroceder el tiempo y nunca haberme quedado de últimas en aquel enorme salón. Pero supongo que no todos tienen su cuento de hadas, como yo y no iba a lamentarme toda la vista. Estaba rota, desconsolada y con ganas de quedarme encerrada en mi habitación para siempre, pero esa no es Laila. Esa no es la princesa Laila la cual todos siempre esperan una sonrisa de su parteTerminé de retirarme el maquillaje y practiqué una sonrisa, lo hice tantas veces que dolió