Cora.—Hermana— abro los ojos aturdida ante esa voz que no para de llamarme, empiezo a creer que me estoy volviendo loca.Miro a Amara despierta así que decido acercarme y tomarle la temperatura. Esta helada, solo espero que ellos lleguen pronto y Julian consiga una manera menos dolorosa de romper el vínculo.—Julián— Amara tiene las pupilas dilatadas y los labios rotos. Que jodido es todo esto.—Tienes que resistir— le doy una sonrisa. La puerta se abre dejando ver a Julian y Amon entrar un poco agitados. Frunco el señor, la idea de que su encuentro con Izel no haya sido tan bueno me inquieta.—¿Sabes cómo romper un vínculo?— asiento.—Entonces ponte en marcha, el rey y los chicos llegarán en una hora.—No puedo hacerlo sola, no tengo la fuerza suficiente— me levanto posicionándome de un lado a otro— a menos que…—A menos que…—Que Izel consuma oscuridad y me la pase a mi.—No—ambos exclaman al mismo tiempo, asiento mirando a Amara quien parece estar en otra dimensión. —Necesito pr
LailaMiro con fastidio la hora, apenas han pasado tres horas y han sido las más aburridas. Ahora mismo me encuentro en una mesa sonriendo a todos con fastidio y falsa alegría de ver cómo se divierten.Jodidos todos.No puedo evitar desviar la mirada del chico elegante y totalmente desconocido que entra mirando a todos con superioridad. Debe ser nuevo. Mi loba mueve la cola de la emoción al ver que tenemos a alguien nuevo y que posiblemente a quien guiar. Mi mate se volvería loco si viera cómo me emociono cuando veo a un chico guapo, perdóname Diosa Luna.Termino de beber mi trago y alisó la falda de mi vestido caminando hacia él con pasos lentos y demostrando mi posición, él fija sus ojos marrones en mi haciéndome sentir escalofríos. Su vibra era tan oscura pero no puedo percibir algún mal en él.—Hola, me parece que estás un poco perdido— me doy una sonrisa, él hace lo mismo. Me parece tan encantador y atractivo que mi pecho ardió en calor.Aléjate, Laila aléjate. La voz de mi lob
Casiel.Aterrizó en medio del bosque procesando lo que acaba de pasar, Amara estaba vinculada a mi. Joder todo lo que le pasara a la llorona iba a sentirlo y la idea no me agrada para nada.¿Qué me había pasado a Cora por la cabeza para hacer eso? Quería matarla.Los ayudo y ellos me traicionan. Se queja mi demonio.¿Cómo romper el vínculo? Le pregunto esperando una respuesta que me agrade, sin embargo antes de entrar al edificio un ruido llamó mi atención junto a un grupo de tres chicas que salen de la nada mirándome.Brujas.—Príncipe — hacen una reverencia — debe venir con nosotras, nuestro amo desea hablar con usted— frunco el ceño mirándola, sus ojos son de un color púrpura Y su vibra es más peligrosa que la de Cora.—¿Por qué querría su amor verme?— alzó una ceja, una de ellas se acerca con la cabeza gacha y me muestra unas fotos de Karia y Eiran. Me tenso inmediatamente— no me interesa.—Entonces esta si le interesara— miro la otra foto que me entrega y frunco el ceño mirand
Amara —Hola— abro los ojos encontrándome con unos hermosos iris y un par de pupilas dilatadas. Las caricias en mi cara y la sonrisa de ese hombre me hacen sonreír— es hora de despertar reina mía, nos esperan.—Aún es temprano, somos los reyes, pueden esperarnos un poco más— lo atraigo besándolo con la intención de hacerlo ceder.—Somos los reyes Trina, debemos dar el ejemplo— me quejo cuando se aleja, mi enojo no dura mucho cuando me toma en brazos y camina a la ducha— hoy vendrá el rey de los hombre lobos y haremos un acuerdo. Te necesito a mi lado.—Eres insoportable Vicent, pero te amo.Me levanto sobresaltada, estoy sola en la habitación y lo agradezco, no quiero que Aziel sepa que aun sigo teniendo esos episodios los cuales cada vez parecen más recuerdos que sueños.Me estrujo la cara con mis manos deseando que esos recuerdos desaparezcan y que esto que empiezo a sentir deje de creer. Aziel es mi mate, es un chico increíble, no merece que le haga esto.Me levanto de la cama de
HunterCatorce días, siete horas y veinte minutos desde que no para de sentir ese dolor en mi pecho. La rabia no me dejaba dormir, la furia era mi acompañante en las veinticuatro horas del día y las ganas de ponerle las manos encima era mi motivación cada día.Laila, mi mate, la mujer destinada a mí me había traicionado y de la peor manera. La odia joder la odio por hacerme sentir tanto dolor y hacerle creer a mi lobo que ya nada tiene sentido.Quería asesinarla, quería asesinar al imbécil que se atrevió a ponerle las manos encima. Ella es mía y yo soy el único que tiene derecho de ponerle las manos encima.—Hunter, tu mano— la voz de mamá me hace mirar al lugar mencionado, el tenedor me ha cortado y la sangre derramada cae sobre la mesa.Me levanto tenso ante la mirada de los alfas. Maldita convención, me habían privado de poder ir al reino y verle la cara, por más que la odie necesitaba una explicación del porqué lo hizo.Me había dicho que la esperara, entonces ¿por qué me engaño?
KariaAvanzo entre los pasillos algo temerosa y ansiosa por ver a una persona; quiero agradecerle por mi libertad a pesar de que no es totalmente completa, la tengo gracias a ella.Suspiro mirando alrededor ocultando mis pasos y sin ganas de encontrarme a cierta persona, no quiero meterme en problemas en estos momentos, menos ahora que estoy bajo la voluntad de Casiel y todo daño que sufra Izel por mi culpa me lo cobrará.Había pasado un día desde que obtuve mi libertad y quería disfrutarla, pero primero quería encontrar a Fanni.El timbre sonó anunciando la hora de receso, trague grueso ocultándome en el baño cuando todos comienzan a salir, chicas entran y tengo que ponerme la capucha del suéter para evitar que me reconozcan. Salgo al patio trasero del colegio encontrándome a la persona que buscaba, está distraída buscando algo en su bolso así que me acerco en silencio tomándola por sorpresa.—Hola– cubro sus ojos con mis manos, esta se tensa e inmediatamente se aleja poniéndose
Narrador omnisciente En un mundo desconocido hay dos mujeres tomadas de las manos mientras recitan palabras en un idioma desconocido mientras rodean un cadáver de una mujer muy conocida y querida en el reino de los hombre lobos. Las cosas empiezan levitar mientras la pelirroja empieza a sangrar por la nariz y el cuerpo de la pelinegra cae al suelo inconsciente. Sin embargo está se levanta en un cuerpo que no es de ella.El cuerpo sin vida que había en medio de ambas y lleno de sangre empieza a levantarse cuando dos hombres entran en la habitación tomando el cuerpo de la pelinegra dejándolo en una cama.El alma de la pelinegra ahora yace en ese cuerpo ensangrentado y maltratado, sin embargo eso no es impedimento para que se levanté y mire a su amiga con cara de asco. Era una tortura para ella tener que seguirla, pero debía hacerlo si no quería morir. La pelirroja pasa su dedo por la herida sangrienta en el cuello de la mujer haciendo que comience a cerrarse.—El hechizo está completo—
Fanni—Despierta.—Hola, estamos aquí.—Despierta, por última vez te lo digo.Aclaró la vista encontrándome con dos sombras similares frente a mí observándome como si fuera un bicho raro. —¿Mori?— es lo primero que preguntó al ver como se dan una semana divertida.—No, solo nuestra pareja se encargó de liberarnos. Seremos invencibles— chilla la figura idéntica a mi, alzó una ceja y miró a la otra soltar un gruñido.—Jodida sean las Diosas, va a ser una tortura.—Déjenme adivinar, al final si termine siendo mitad loba y mitad demonio— ruedo los ojos, que equivocado estaba el hechicero del reino, nada puede contra la naturaleza. Ellos nunca habrían podido eliminar nuestra parte demoníaca.—Soy Liz– se presenta mi demonia.—Yo soy Fai– mi loba me lanza una piedra que no sé de donde rayos saco— la más bella y sexy de todas. ¡Tienes que decirle sus dones demonia!— chilla haciéndome reír.—Cállate canina, se lo diré cuando quiera.—No, lo harás ya mismo. Tengo que despertar — me levanto