Avani se levantó temprano, apenas los rayos de luz solar se dejaban ver, se tomó su tiempo para despedirse del bosque que tanto quería, desde que se le otorgó el don de manipular la tierra ella se sentía feliz y en armonía con todo a su alrededor y con sus amigas en aquel lugar, ayudando a la tierra a dar vida, es que le sobraban motivos para ser feliz, hoy cumplía 18 años, dos años más de los que tuvo en su vida pasada, lamentablemente ella era hoy por hoy una joven insociable, callada y pesimista, todo lo contrario a lo que una vez fue, cuando su nombre era Acacia Doxi.
Acacia vivió 16 años de pura felicidad, eso fue lo que la joven tuvo en su anterior vida, rodeada por sus amigos quienes la cuidaban y amaban por su forma de ser tan divertida y positiva, su hermano mayor era su tutor, ya que sus padres murieron en un accidente cuando era aún más pequeña, pero ella quería más, estaba enamorada de la idea del amor, buscaba al príncipe que la cuidara, protegiera y por supuesto la respetara, fue así que se había enamorado del amigo de su hermano, Cristopher Fotsis, un joven de 20 años. Comenzaron su romance en secreto, ya que sabía que su hermano se opondría a tal relación, siendo ella menor y Cristopher mayor, el joven de cabello negro y piel blanca la cautivó de inmediato, y a pesar de que siempre estaba rodeada de personas ya que era sumamente encantadora y amistosa, siempre encontraba tiempo para escabullirse y estar con el hombre que le hacía ver las estrellas con palabras lindas y detalles maravillosos, la trataba como una reina, pero no todo lo bueno dura para siempre y no todo lo que brilla es oro.
— Vamos, quiero mostrarte algo mi amor. — dijo Cristopher al tiempo que la tomaba de la mano y la jalaba suavemente para que lo siguiera.
— ¿Qué cosa? Mi hermano está comenzando a sospechar, cada vez que desaparezco tú también, un día nos va a atrapar y...
— No me importa, apenas cumplas 18 años nos casaremos y nadie podrá oponerse, ya lo verás, formaremos nuestra familia y a tu hermano no le quedará más que aceptarlo. — refuto sin darle tiempo a decir nada más.
La joven guardo silencio y lo siguió a un prado, donde Christopher había preparado un picnic, todo estaba bien, todo estaba de maravilla, hasta que él joven comenzó a pedir más.
— Vamos Acacia, no puedes negarte, yo no soy un niño, tengo mis necesidades y tú eres mi novia. — le exigía con molestia en la voz.
— No quiero, ¡no estoy lista! — grito molesta en un arrebato, ya que las manos de su novio se movían inquietas sobre sus pechos.
— ¡¿Que?! ¿Acaso piensas que alguien como yo se conformara con unos besos? ¡Me tienes cansado!, primero subes la temperatura y luego te arrepientes.
— No es mi intención, hacer eso, pero entiende no estoy lista, mejor me voy. — Acacia hizo el amague de regresar a su hogar, pero la gran mano de Cristopher se lo impidió.
— No, claro que no, hoy haremos el amor, ¿acaso no me amas?
— Por supuesto que te amo, pero...
— Pero nada. — sentencio callando las quejas de la pequeña con besos duros y exigentes.
El joven siguió besando los labios, cuello he inclusive los pechos de la pequeña Acacia con la intención de generar en ella el calor de su cuerpo y así, que se entregara a él de una vez por todas, Christopher estaba sediento por poseer el cuerpo de la joven virgen. Pero sucedió todo lo contrario, a medida que él más la tocaba, Acacia se sentía más incómoda, y cuando Cristopher introdujo un dedo en su vagina ella le dio una bofetada.
— ¡Te dije que no, ya no!
Sus ojos se llenaron de lágrimas, tenía miedo, y se sentía sucia, pero eso no detuvo a Christopher y le devolvió el golpe. Estaba furioso, seis meses de novios como si fuera un chiquillo, todo para probar el dulce néctar de esta joven virgen y ahora, ella se rehusaba, Cristopher solo explotó.
— Dices que me amas, ¡¿pero no puedes entregarte a mí?! ¡¿Ese es el amor que me tienes?!
El joven arremetió contra ella una vez más, sin ninguna necesidad, ya que Acacia era baja de estatura, y muy delgada, sin embargo, le propinó otro golpe, y luego otro, para cuando liberó su enfado, ella yacía tendida en el polvoriento suelo, creyó haberla matado, por lo que hizo un pozo en el mismo lugar donde minutos antes tuvieron el picnic y allí la enterró.
Lo que él nunca supo, es que ella aún estaba viva cuando cubrió su pequeño cuerpo con la tierra húmeda por las lluvias.
Todo el pueblo la busco por meses, años, pero Acacia, simplemente había desaparecido.
Acacia abrió sus ojos al tiempo que la oscuridad la encerraba, trato de arañar a la superficie cuando se dio cuenta que estaba bajo tierra, pero lo único que consiguió con su desesperación fue que sus pulmones se llenaran de polvo y así, poco a poco, murió enterrada viva, preguntándose cómo el amor podía matar. De repente ante sus ojos no solo apareció una luz, sino también una mujer, dándole un nuevo nombre, Avani Vlanchos.
— Te amaba tanto Cristopher, ¿¡por qué no pudiste detenerte?! — La tierra comenzó a sacudirse bajo sus pies a medida que las plantas morían a su alrededor, el hada de la tierra dejaba salir su dolor.
— Avani, es mejor guardar tú pena para el otoño y tú ira para el invierno, hoy es día de vida, no de muerte. — le dijo con calma su tutora.
— Perdón hermana Carol.
— Esta bien, ya pasó, mi pequeña, solo quería decirte que los señores Petrov ya están llegando.
— Hermana, ¿cree que todo estará bien? Ya sabe, no estoy acostumbrada a estar cerca de hombres. — era así, su anterior vida le había enseñado a no confiar en nadie. Ahora solo trataba de ser invisible para los demás.
— No te preocupes, no todos son iguales, aún existen personas buenas. ¿Quieres preguntarme algo más?
— Me gustaría saber, si yo lo amaba.... ¿por qué no pude entregarme a él? — dijo en un susurro, temerosa a escuchar la respuesta.
—... Eso es algo que no puedo contestar, en cambio te diré, que tú hermano te buscó hasta su último aliento, jamás dejo de buscarte.
— ¿Hasta su último aliento? Él...
— Lo siento, murió hace un año, en un accidente igual que tus padres, pero no estés triste, él al igual que tú tiene una nueva vida, claro que no se acuerda de su vida anterior como tú, pero en esta vida también cuidara a su pequeña hermana, como lo hacía contigo.
— ¿Y eso?
— Ustedes murieron de forma trágica, murieron injustamente, en manos de seres despreciables, fueron engañadas por lo que se les dio otra oportunidad para elegir sabiamente.
— ¿Elegir que hermana?
—... Vamos, ya pronto vendrán a buscarlas.
Lo que la hermana Carol no quería decir era que tendrían una oportunidad de amar y ser amadas, de una forma pura, o simplemente convertirse en hadas, la decisión era de ellas.
A la hermana Carol le hubiera gustado decirle a Avani que ella no se entregó a Cristopher porque en realidad no lo amaba a él, sino el romance que este generaba, pero eso la podía volver susceptible en su decisión, por lo que optó por revelar lo que había ocurrido con su hermano.
MILOS
El menor de los Petrov era el joven Milos de 19 años, un joven sumamente soberbio ansioso y rígido, encargado de la publicidad de varias áreas del gigante imperio familiar, ninguna mujer se le acercaba gracias a su forma de ser, pero además porque creían que era el menos interesante de los cuatro herederos.
El joven estaba discutiendo con uno de sus empleados, lo desesperaba que no lo obedecieran de inmediato, y es por eso por lo que discutía también con sus hermanos, él siempre creía tener la razón.
Apenas cortó la llamada vio la hora, y tomo la fotografía de la joven de ojos y cabello negro que se le fue asignada y supo de inmediato que no se llevarían bien.
"No, no, bajo ningún motivo nos llevaremos bien, yo necesito a alguien dócil a mi lado y tú no lo eres, solo con ver la foto lo sé. En fin, mis padres dijeron que podría cambiar, espero que alguno de mis hermanos no se lleve bien con su asistente y realizare el cambió."
“¡Maldición ya están por llegar!"
Este joven quería a alguien que pudiera manejar sin mayores problemas, que no le estorbar en sus actividades diarias, y con la foto de Kenna en sus manos, se dio cuenta que esa pelinegra era de todo menos dócil, y él necesitaba a alguien casi invisible, pero la tierra está en todos lados, a veces inclusive no eres consciente de que esta, pero aun así es sobre ella que te paras y puedes seguir adelante, es la base de todo y así era Avani, solo bastará con que la vea en persona para que Milos ya no vuelva a ser la misma persona.
Mientras todas sus amigas o hermanas como se llamaba entre ellas, estaban dando vueltas por los alrededores, despidiéndose de aquel lugar que por tantos años fue su hogar, Kenna Ahmed, estaba sentada en la sala del orfanato, se había convertido en una joven optimista, inquieta, pero también susceptible e impulsiva, observaba la chimenea que ahora estaba apagada porque la primavera estaba llegando a su fin para darle paso al verano, por lo que el fuego ya no era necesario y fue ese pensamiento el que la llevo a recordar aquello que tanto odiaba."Claro que el fuego no es necesario, ni ahora, ni hace 18 años atrás, pero sin embargo lo utilizaste, no te bastó con todo lo que me hiciste.”Kenna recordó una vez más lo que había sido su vida como Merary Mujtar, una joven de 19 años que había sido desposada en contra de su voluntad con Abasi Najnak, un hombre de 20 años c
Los señores Petrov cruzaron el umbral de su mansión, seguidos por las cuatro jóvenes, mientras sus hijos los esperaban sentados en los grandes sillones de cuero negros del salón.— No lo puedo creer, están en silencio y sin pelear, esto es algo nuevo. — La sorpresa era autentica en la voz de Victoria.— Que chistosa madre. — Respondió con molestia el mayor.— Igor, cuida tú tono de voz, que estás hablando con tu madre. Adelante niñas tomen asiento.— dijo el patriarca y ellas obedecieron, el señor Vladimir les agradaba.Los hermanos se encontraban sentados de una forma casual casi descuidada, de espalda a la entrada, mostrando de esta manera la molestia que le causaba las ordenes de sus padres, pero cuando las jóvenes desfilaron frente a ellos, automáticamente su postura cambió, miraban a esas mujeres vestidas tan difer
Una vez que las jóvenes se instalaron en sus habitaciones, se tomaron un momento para sacar las cartas que cada hermana les había entregado, para leer cuando llegaran a su destino.Querida Avani:Esta será la prueba más importante que deberán realizar para así poder recibir sus alas, debes tener en cuenta que este año podrán hacer lo que ustedes consideren necesario para ayudar o no a los hermanos Petrov, pero además podrás vivir como humana y hacer cosas que cualquier chica haría, recuerda como eras, trata de que Avani y Acacia coexistan, solo así podrás tomar una decisión, pero sobre todo se feliz, sal del caparazón donde decidiste estar, todo está permitido siempre que sea realizado con amor, eres tierra, llanuras, montañas, dadora de vida y sostén de todos, pero hasta la tierra necesita que la cuiden.Siempre estar&eacut
Milos no había comenzado bien el día, después de que despidieran a sus padres y regresarán a la mansión una llamada lo puso de mal humor, aunque claro que no se necesitaba de mucho para que él se enfadara.— ¿Qué es lo que no entiendes Erick? ¡No me interesa si no llegamos con el tiempo, no podemos presentar algo después que ellos! ¡Soluciónalo ya! — Corto la llamada y se dio la vuelta para encontrar a Avani quien lo veía con sorpresa.— ¿Siempre tienes ese humor en la mañana? — Pregunto la joven con voz suave.— ¡Si, ¿por qué?! — respondió aun en un grito, Milos no quería ser descortés con la joven, pero cuando se enfadaba le costaba guardar las apariencias, era alguien que no se preocupaba por el qué dirán y siempre hacia lo que a él le parec&ia
Milos la miro con asombro, jamás creyó que de esa hermosa boca salieran tales palabras, pero para cuando se recompuso Avani ya estaba rumbo a la oficina de donde Nasima había salido minutos antes, por lo que él la siguió.Cuando entraron a la oficina de Kilian se encontraron con el joven rubio sujetando a una morena bastante curvilínea y a Yara parada enfrente de ellos con los ojos cristalizados y una mano en su mejilla.— ¿Qué sucede? ¿Qué hace aquí teresa? — inquirido Milos entrando a la oficina.— Yara, ¿qué sucedió? — Antes que la mencionada pueda decir algo la morena habló.— Yo estoy aquí porque soy la novia de Kilian, la pregunta es ¿qué hace esta trepadora oportunista aquí?— ¡¿Cómo mierda llamaste a mi hermana?! — Kenna entr&oacut
HORAS ANTES KENNAKenna busco a Yara apenas se levantó y la encontró en la cocina.— Hola Ara.— Enna, buen día. ¿Estas preparada?— No claro que no, y es por eso por lo que te buscaba.— ¿Necesitas calma?— Necesito que me apagues por completo. — dijo la pelinegra con toda seguridad.— Pero Kenna, eso es peligroso.— No, no lo es, iré a buscar a Nasima para que se relaje, sabes que de una brisa hace un huracán. — Ambas rieron a su broma, pero sabían que era así.Yara abrazo a Kenna y comenzó a sentir calor, pero lo soporto, ella sabía lo que guardaba su hermana en el corazón, ese dolor era tan grande, clamaba por justicia y venganza con cada latido.— Si pudiera hacer más por ti. — Se lamentó la joven rubia.
Horas antes Yara.Yara había absorbido la energía de Kenna, se sentía un poco agitada, como el agua cuando hierve, trato de tranquilizarse, y cuando Kilian la encontró regando las plantas que su madre tenía en la cocina ya estaba fría y calma como siempre.— Hola. —dijo el rubio tratando de sonar normal, como si el hecho de tener a una hermosa joven en su cocina solo a su vista no fuera mayor problema.— Buenos días, Kilian. — La sonrisa de la joven lo llevó a imaginar un collar de perlas, blancas y brillantes, algo digno de ver.— ¿Sucede algo? —pregunto Indy, al darse cuenta de que Kilian tenía cara de idiota.— Tienes una sonrisa hermosa. — respondió viéndola un poco embobado.— Si, eso dicen.—sus hermanas siempre se lo decían.— Te
La semana pasó, entre trabajo, almuerzos y cenas, los hermanos Petrov, estaban un poco frustrados, las chicas eran muy buenas en ayudarlos, pero había algo que no les estaba gustado y que cada vez era más irritable para estos empresarios, y es que las chicas levantaban los suspiros de más de un hombre en la empresa, por lo que siempre debían estar atentos, además tenían cada vez más dudas con respecto a sus asistentes, les sorprendía el nivel de comunicación que tenían, entre ellas , como con simples miradas sabían lo que las demás querían o sentían, a diferencia de ellos que seguían sin ponerse de acuerdo en nada, sus discusiones eran cada vez más fuertes y la máscara de tranquilidad que se habían colocado cuando las jóvenes llegaron, poco a poco caía dejando ver cómo eran realmente, ellas se esforzaban en buscar la solució