Los señores Petrov cruzaron el umbral de su mansión, seguidos por las cuatro jóvenes, mientras sus hijos los esperaban sentados en los grandes sillones de cuero negros del salón.
— No lo puedo creer, están en silencio y sin pelear, esto es algo nuevo. — La sorpresa era autentica en la voz de Victoria.
— Que chistosa madre. — Respondió con molestia el mayor.
— Igor, cuida tú tono de voz, que estás hablando con tu madre. Adelante niñas tomen asiento. — dijo el patriarca y ellas obedecieron, el señor Vladimir les agradaba.
Los hermanos se encontraban sentados de una forma casual casi descuidada, de espalda a la entrada, mostrando de esta manera la molestia que le causaba las ordenes de sus padres, pero cuando las jóvenes desfilaron frente a ellos, automáticamente su postura cambió, miraban a esas mujeres vestidas tan difer
Una vez que las jóvenes se instalaron en sus habitaciones, se tomaron un momento para sacar las cartas que cada hermana les había entregado, para leer cuando llegaran a su destino.Querida Avani:Esta será la prueba más importante que deberán realizar para así poder recibir sus alas, debes tener en cuenta que este año podrán hacer lo que ustedes consideren necesario para ayudar o no a los hermanos Petrov, pero además podrás vivir como humana y hacer cosas que cualquier chica haría, recuerda como eras, trata de que Avani y Acacia coexistan, solo así podrás tomar una decisión, pero sobre todo se feliz, sal del caparazón donde decidiste estar, todo está permitido siempre que sea realizado con amor, eres tierra, llanuras, montañas, dadora de vida y sostén de todos, pero hasta la tierra necesita que la cuiden.Siempre estar&eacut
Milos no había comenzado bien el día, después de que despidieran a sus padres y regresarán a la mansión una llamada lo puso de mal humor, aunque claro que no se necesitaba de mucho para que él se enfadara.— ¿Qué es lo que no entiendes Erick? ¡No me interesa si no llegamos con el tiempo, no podemos presentar algo después que ellos! ¡Soluciónalo ya! — Corto la llamada y se dio la vuelta para encontrar a Avani quien lo veía con sorpresa.— ¿Siempre tienes ese humor en la mañana? — Pregunto la joven con voz suave.— ¡Si, ¿por qué?! — respondió aun en un grito, Milos no quería ser descortés con la joven, pero cuando se enfadaba le costaba guardar las apariencias, era alguien que no se preocupaba por el qué dirán y siempre hacia lo que a él le parec&ia
Milos la miro con asombro, jamás creyó que de esa hermosa boca salieran tales palabras, pero para cuando se recompuso Avani ya estaba rumbo a la oficina de donde Nasima había salido minutos antes, por lo que él la siguió.Cuando entraron a la oficina de Kilian se encontraron con el joven rubio sujetando a una morena bastante curvilínea y a Yara parada enfrente de ellos con los ojos cristalizados y una mano en su mejilla.— ¿Qué sucede? ¿Qué hace aquí teresa? — inquirido Milos entrando a la oficina.— Yara, ¿qué sucedió? — Antes que la mencionada pueda decir algo la morena habló.— Yo estoy aquí porque soy la novia de Kilian, la pregunta es ¿qué hace esta trepadora oportunista aquí?— ¡¿Cómo mierda llamaste a mi hermana?! — Kenna entr&oacut
HORAS ANTES KENNAKenna busco a Yara apenas se levantó y la encontró en la cocina.— Hola Ara.— Enna, buen día. ¿Estas preparada?— No claro que no, y es por eso por lo que te buscaba.— ¿Necesitas calma?— Necesito que me apagues por completo. — dijo la pelinegra con toda seguridad.— Pero Kenna, eso es peligroso.— No, no lo es, iré a buscar a Nasima para que se relaje, sabes que de una brisa hace un huracán. — Ambas rieron a su broma, pero sabían que era así.Yara abrazo a Kenna y comenzó a sentir calor, pero lo soporto, ella sabía lo que guardaba su hermana en el corazón, ese dolor era tan grande, clamaba por justicia y venganza con cada latido.— Si pudiera hacer más por ti. — Se lamentó la joven rubia.
Horas antes Yara.Yara había absorbido la energía de Kenna, se sentía un poco agitada, como el agua cuando hierve, trato de tranquilizarse, y cuando Kilian la encontró regando las plantas que su madre tenía en la cocina ya estaba fría y calma como siempre.— Hola. —dijo el rubio tratando de sonar normal, como si el hecho de tener a una hermosa joven en su cocina solo a su vista no fuera mayor problema.— Buenos días, Kilian. — La sonrisa de la joven lo llevó a imaginar un collar de perlas, blancas y brillantes, algo digno de ver.— ¿Sucede algo? —pregunto Indy, al darse cuenta de que Kilian tenía cara de idiota.— Tienes una sonrisa hermosa. — respondió viéndola un poco embobado.— Si, eso dicen.—sus hermanas siempre se lo decían.— Te
La semana pasó, entre trabajo, almuerzos y cenas, los hermanos Petrov, estaban un poco frustrados, las chicas eran muy buenas en ayudarlos, pero había algo que no les estaba gustado y que cada vez era más irritable para estos empresarios, y es que las chicas levantaban los suspiros de más de un hombre en la empresa, por lo que siempre debían estar atentos, además tenían cada vez más dudas con respecto a sus asistentes, les sorprendía el nivel de comunicación que tenían, entre ellas , como con simples miradas sabían lo que las demás querían o sentían, a diferencia de ellos que seguían sin ponerse de acuerdo en nada, sus discusiones eran cada vez más fuertes y la máscara de tranquilidad que se habían colocado cuando las jóvenes llegaron, poco a poco caía dejando ver cómo eran realmente, ellas se esforzaban en buscar la solució
Avani estaba entrando en ese momento a la sala, y sonrió al ver que, por primera vez, desde que ellas llegaron, estos hermanos estaban teniendo una plática cordial, claro que nos sabia de que estaban hablando.— Disculpen, pero la cena esta lista. —Los Petrov la miraron como queriendo ver más allá del tierno rostro de la joven, por un momento se sintió incómoda, Milos lo notó, en esta semana él había aprendido a leerla.— Enseguida vamos Ani. — Le dijo de forma tierna. La voz suave del joven le gustaba a la muchacha, por alguna extraña razón, la hacía sentir segura, era como si estando a su lado nada malo le pudiera pasar. Y por supuesto que Milos no dejaría que nada le pasara, este joven sentía la necesidad de protegerla, ni siquiera él entendía la razón.Tomaron lugar cada uno enfrente de sus asistentes, la mesa e
Nasima e Yara se llevaron a Kenna a su habitación, dejando atrás a Avani para despedirlas.— Creo que es mejor ir a descansar. Que pasen buena noche. — Avani camino detrás Nasima, dándoles así a estos hombres la libertad de hablar.— Kenna no puede estar aquí, debe irse. — Dijo con preocupación el menor.— ¡Con ella no te metas Milos! — exploto Igor con la misma o mayor fuerza que su diabla, si de él dependiera el elemento del fuego, todo estaría ardiendo.— ¿Acaso no viste que casi te incinera? — explico el menor, tratando de razonar con él, algo imposible.— ¿Y que pasara si Avani se enoja y causa un terremoto? — refuto, aferrándose su intuición, Milos sentía algo por Mel.— Ella es buena no haría eso.— ¡Mi Enna también