VILKANK
La llevaba en sus brazos, él llevaba a Alisa en sus brazos mientras reía divertida porque corrían a través de los pasillos de la nave hasta la habitación en la que se había quedado antes de bajar a la tierra. No le importaba a quien pudieran encontrarse, ni que obstáculos se presentaran, en su mente lo único que interesaba en ese momento era llegar a un espacio privado donde pudiera tener a Alisa desnuda para él. No comprendía como le encanaba tanto aquella hembra humana, pero así era, no quería negarlo y le gustaba que a ninguno de los dos les gustara estar lejos del otro.
Entre risas llegaron a la habitación y él los tumbó a ambos en el lecho, se besaron con deseo hasta que las carcajadas de Alisa los hicieron separarse. Ella se veía alegre, más calmada, como si un peso hubiera desaparecido de su cuerpo y entend&iacu
VILKANK-Eso fue dulce y maravilloso- dijo ella sin aliento y sus mejillas ruborizadas.-Todavía no termina- afirmó él con algo de vergüenza sabiendo que su cuerpo todavía seguía llenándola.-Puedo sentirlo- afirmó ella con simpleza apresándolo con sus piernas.-Supongo que es un efecto de la inyección- comentó él.Alisa solo lo besó antes de abrazarlo con suavidad. Se quedaron de ese modo hasta que sus cuerpos se separaron cansados y sin energía.-Creo que los hombres Prometius están hechos para los hijos- comentó ella con algo de risa -mucho más que los humanos.-¿No es normal para los machos humanos una mayor producción de semilla cuando desean tener hijos?- Preguntó él genuinamente curioso.-No, así no funciona- negó ella con una sonrisa -los
ALISALuego del desayuno tranquilo y divertido junto a su amiga y los demonios Prometius que las acompañaban era momento de comunicarse con la tierra. Ella deseaba hacerle un millón de preguntas a Tiana sobre su escape con Velkank del día anterior, no se le había pasado que su amiga se había ido con el hombre luego de la pequeña celebración que habían tenido, y aunque las dudas se arremolinaban en su mente curiosa no era el mejor momento para hacerlas. Dejaría que tuvieran un poco de privacidad antes de molestar a Tiana con un poco de venganza en sus venas. Además, bastantes cosas pasaban en su vida en ese momento, debían poder darle prioridad a las que eran novedad.Juntos decidieron que era momento para la llamada que habían dejado postergando desde el día anterior. Caminaron hasta el centro de la cabina de mando de la nave mientras Vilkank la sosten&i
ALISA-¿Dejaremos la tierra?- Preguntó ella sorprendida -pensé que habría muchos obstáculos para poder tomar una decisión definitiva.-Parece que las palabras de Virginia sobre los piratas, los secuestros y el hecho de que somos indefensos a fuerzas de las que desconocíamos- explicó el hombre -ha hecho que la decisión fuera mucho más sencilla. Además, se espera que estando en las galaxias centrales los derechos universales sean entregados a la humanidad con más rapidez.Ella reflexionó sobre las palabras del hombre con detenimiento.-Una vez que seamos imposibles de ignorar deberán entregarnos derechos gracias a la presión universal- afirmó ella -y entonces la posibilidad de regresar a la tierra ya no será tan peligrosa.-Es usted una mujer muy inteligente- le dijo Alexander con una sonrisa.Vilkank
ALISALa siguiente que se lanzó sobre ellos fue Tiana, Alisa no pudo dejar de reír cuando su amiga gritaba como loca abrazándolos al mismo tiempo. Ese era el tipo de emoción al que estaba acostumbrada y de la que no quería despedirse. Dejó que Tiana los abrazara uno por uno, antes de mirar el rostro confundido de Velkank a un lado de la cabina médica, todavía mantenía sus reservas sobre todo lo que estaba sucediendo y gracias a las explicaciones que ellos les habían dado, lo comprendía, pero eso no significaba que lo dejaría pasar debajo de la mesa. Ella era humana y celebraría la noticia como lo harían en la tierra.-Felicidades- le dijo ella a Velkank acercándose con una sonrisa.-¿No se supone que yo debería dar las felicitaciones?- Le preguntó él.-No necesariamente- negó ella con simplez
ALISAUnos minutos más tarde Velkank regresaba junto a la pulsera que ella reconocía en Vilkank y un extraño dispositivo cuadrado que se veía como un reloj de diseño gracioso. Primero se colocó la pulsera para que pudiera ser codificada en su modo seguridad, es decir, se activaría con cualquier signo real de peligro. Luego fue el turno del pequeño dispositivo negro que le había llamado la atención desde que Velkank había llegado con él.-Esto es un aturdidor- le explicó Velkank entregándole el diminuto aparato -envía una onda invisible hacia el lugar donde dirijas el aparato antes de activarlo para derrumbar a tu oponente. Puedes manejar el nivel de cada disparo, tiene treinta niveles, siendo el último letal. Usa un comando de voz que programaremos ahora, para que solo ustedes dos puedan usarlos.-¿Y qué su
VILKANK Ver a tantos humanos reunidos era un poco chocante para él, estar con el pequeño grupo de Alisa había sido bastante interesante para descubrir a pequeña escala como era que esta nueva especie se relacionaba y actuaba en su sociedad, pero no había estado preparado para la cantidad de humanos que habría allí a su regreso y sobre todo siendo machos. Sabía que era normal considerando que era la fuerza militar del planeta presentándose para el primer encuentro de gobiernos, pero eso no los hacía menos amenazantes para él y para Alisa, su hembra que llevaba a su hijo en ese momento. No podía arriesgarlos y en una situación como esa tenerlos cerca, era peligroso. Alisa apretó su mano con suavidad y sonrió cuando aquellas personas a las que conocía fueron a recibirlos frente a la lanzadera, estaba realmente alegre de poder verlos a pesar de la situación, que no estuvieran lastimados o contenidos en contra de su voluntad hablaba de ese cientí
VILKANKAlisa bostezó entonces y él la llevó al lecho con cuidado. La dejó acomodarse antes de acercarse a todas las esquinas de la tienda para poder estar seguro de que nadie estaba allí o que había un peligro inminente para su hembra. La verdad era que quedarse en aquella tienda solo le daba la sensación de inseguridad que no deseaba sentir mientras estaba con Alisa, sintió el deseo de reclamar aquello, pero sabía que ella no se merecía esas palabras de su parte. Sería injusto porque él también había aceptado.-Creo que estaremos seguros por esta noche- le dijo él con cuidado acomodándose en el lecho junto a ella.-Eso espero- afirmó Alisa con una sueva sonrisa -o aturdiré a quien sea que entre en esta tienda, lo juro.Eso los hizo reír a ambos. Se acomodaron con cuidado en el lecho que era peque&
ALISANo podía creer lo que veía, por un segundo se permitió pensar que nada de eso era real, que no podía estar pasando. Fue como un viaje a través de su comprensión hasta que la reacción natural fue defender a su amiga de los hombres que la atacaban. Mildred gritaba y golpeaba al mismo tiempo que Josep peleaba como un animal salvaje intentando llegar hasta su esposa. Molly lloraba desconsoladamente en los brazos de un extraño uniformado y la visión completa de esos hechos la hicieron sentir una ira volátil que respondió a sus pensamientos.-Nivel letal- ordenó con la misma furia -¡dispara!No le dio tiempo de pensar si lo que estaba haciendo era lo correcto antes de que el hombre que amenazaba a Mildred cayera al suelo sin moverse. Se volteó al hacia el hombre que cargaba a Molly con rapidez.-Nivel seis- ordenó intentando ev