—Todos han firmado los contratos.— me informó Duke, dejando un taco de ellos en mis manos.
—Duke, ¿está aquí el asesino de tu padre?— no se me ocurrió una manera menos dolorosa de preguntarlo, así que decidí hacerlo directamente sin alargar la situación tratando de endulzar algo tan duro, hubiese sido como echar montones de azúcar sobre un ladrillo y convencerle de tragarlo.
—No.— le tomé la mano porque vi sus ojos dirigiéndose al horizonte, aquella característica mirada de las 3000 yardas.—Yo me encargué de él.
En ese instante se formó una imagen vívida en mi cabeza, parecía ser mi propio recuerdo, sin embargo sabía que era de Duke.
Podía ver demasiado bien en la oscuridad de la noche cómo la manada de lobos blancos se enfrentaba a los franceses. Un aullido lleno de dol
Después de ver por mí misma lo que había vivido Duke no fui capaz de separarme de él. Supe que tenía que hacer lo posible para que la última voluntad de su padre se hiciese realidad, de hecho quería y necesitaba hacerlo.Me encargué de que algunos miembros de mi manada acompañasen a los franceses hasta la estación de autobuses de Lugo. Allí tomarían un bus hasta Ponferrada, donde (tras un transbordo) llegarían a la estación de autobuses de León, después subirían en otro bus hasta la estación de Burgos, y por último allí otro bus hasta Bayona. Les esperaba un trayecto de más de diez horas, lo cual parece menos tortura teniendo en cuenta que la otra opción era matarlos o esclavizarlos como había señalado Max.Por otro lado, confié en Tyson la tarea de llevar a la pareja hasta la casita en Navarrete
No tengo ni la menor idea de cómo lo lograron, pero de alguna manera hicieron una excepción para enterrar al padre de Duke falseando la hora y la causa de la muerte. Probablemente tenía que ver con el hecho de que los encargados del entierro fuesen parte de la manada de los lobos árticos. Fuera como fuese, la velocidad y la simplificación de los trámites, habían hecho que se sintiese mucho menos doloroso.—¿Estás listo?— pregunté agarrando su mano.—Creo que sí.— Duke colocó la mano sobre el ataúd cerrado donde descansaba el cuerpo de su padre. Observé su cara mientras cerraba los ojos lleno de dolor como tratando de despedirse mentalmente, empezaron a brotar sus lágrimas y yo me apresuré a darle un pañuelo.—Gracias.— comprendí que en aquella palabra había una emoción verdadera tan grande que no
—Y listo.— anuncié tras terminar mi increíble trabajo de meter cuatro bolsas de equipaje en el maletero de un jeep.Ayax me abrazó por la espalda.—Eres una genia.— dijo antes de besarme el cuello.—Eso ya lo sabíamos.— confirmó Duke, que ya se estaba sentando en el asiento del conductor, nadie se atrevió a discutirle el puesto teniendo en cuenta su situación.—He preparado una lista de lugares que visitar.— Max vino con una libreta en la mano. Había sido bastante rápido en planificar los siguientes tres días. Decidimos tomar unas pequeñas vacaciones para cambiar de aires, después de todo nos lo merecíamos.Max se plantó en el asiento del copiloto, ya estaba preparando el GPS y sabía que yo era una negada para orientarme y aún peor en carretera; de modo que tampoco le iba a discutir el pue
Hola a todes, quería agradeceros que nos hayáis acompañado hasta el final en esta novela, espero que hayáis podido disfrutarla al menos la mitad que yo creándola.También quería recordar que esto no tiene que ser una despedida permanente, tengo muchas otras novelas que estoy segura de que os encantarán tanto como "Reika" y están disponibles en otras aplicaciones (wattpad o dreame). Ya que os ha gustado esta obra os recomiendo especialmente "Vanhird" : Todo comienza con un cambio, en este caso una mudanza; era consciente de que eso incluía descubrir cosas nuevas, pero no tantas como las que le esperaban.Roxane logra llevar una vida relativamente normal (pese a una madre obsesionada con su seguridad), tiene una mejor amiga, algunas enemigas, profesores a los que odia o la inspiran, incluso tiene un crush.Todo parece ir bien, hasta que las leyendas que Roxane Storm había oído durante su infancia dejan de ser solo cuentos.Por último quería reiterar mi agradecimiento hacia les lectore
Mi nombre es Reika, soy una chica de 17 años que estudia para poder ser veterinaria, podría describirme como alguien corriente de no ser por mi extraña afición.Comenzó hace años, después del divorcio de mis padres, cuando mi madre decidió dejarme con la abuela (por supuesto importó poco mi opinión entonces, solo era una niña de ocho años con las mejillas pecosas y desdentada). La mejor opción para ellos fue dejarme en manos de una señora que comenzaba a sufrir alzheimer, y llamar muy de vez en cuando para comprobar cómo estaba.La mayoría de mis recuerdos son en la casa de mi abuela, en un pueblecito de Lugo, parecía el escenario de cualquier cuento de hadas.La primera semana allí, decidí ir a explorar el bosque motivada por el aburrimiento.Era aún más precioso desde dentro, a pesar de estar en marzo, todo estaba verde y florecido, un placer aún más disfrutable con la cercanía. Estaba demasiado concentrada en ver cómo las hormigas tra
Lo ocurrido con los lobos me hizo investigar más. A parte de volverme toda una experta en cannis lupus, encontré varias cosas que nos conectaban. Reika significa "el poder del lobo, el poder del hogar". Además nací el 24 de noviembre y eso hace que según el horóscopo celta (el de mis antepasados gallegos), mi signo zodiacal sea el lobo.Soy consciente de que a mis 17 años debería haber superado está paranoia infantil, pero todo cuadra; los adjetivos salvaje, profundo, impredecible, estratega, poderoso, expresivo, controlador, apasionado, imaginativo, complicado, etc. Se ajustan perfectamente a mi carácter.A pesar de todo esto, llevo un día a día bastante normal. De hecho, este sábado iré al cumpleaños de Bruno.Había quedado con Iris y Lúa en la plaza, así que besé la mejilla de mi abuela (que ya estaba dormida) y salí despedida hacia el sitio. Mis amigas ya estaban allí cuando llegué. Lúa llevaba un vestido suelto y un colla
A penas podía respirar, el calor era demasiado sofocante, me quité la parte de arriba del pijama quedando en camiseta interior. Seguía siendo imposible conciliar el sueño, ya era de madrugada, estaba condenada a pasar el sábado noche despierta.Comprobé si tenía fiebre, el termómetro marcaba 20° fuera y 36° en mi cuerpo. Sin duda, mi subconsciente trataba de enviarme un mensaje en forma de malestar.Lúa tenía razón, la luna estaba impresionante, salí al jardín motivada por su extraña atracción. No paraba de sudar, pero la sensación se volvió placentera. Es difícil explicar porqué me tumbé sobre el césped y dejé escapar una suave melodía (mayormente suspiros). Como si fuera una nana, me quedé en un estado entre la vigilia y el sueño, hipnotizada por la nada.No estaba segura de si soñaba o no, abrí los ojos debido a que sentí un roce suave. Piel de mamíferos. Respiraciones húmedas contra mi cuello. Era cómo si estuviese drogada, todo se tambale
—¡Adiós!— no es que me alegrase de despedirme de Lúa, pero después de toda la mañana en el instituto, quería volver a casa cuanto antes. Puede que solo fueran veinte minutos en bus, pero siempre me parecían eternos. Aún así, mi lunes podía empeorar más.—¿Hola?— pregunté a los tres chicos que esperaban sentados en la acera frente a la casa de mi abuela. No solía haber nadie por allí, como mucho algún vecino caminando, pero esto estaba totalmente fuera de lo normal.—Reika...— suspiró el rubio después de esnifar la fragancia del aire a mi alrededor, lo cual les hizo más sospechosos todavía.—¿Nos conocemos?— sin saber muy bien porqué, era cómodo estar con ellos. Lo cual era terriblemente confuso, mi cerebro y mi instinto gritaban cosas contradictorias.—Se parece a ella.— oí cómo murmuraba el que se había quedado más lejos.—Os lo dije.— cuando se acercó un poco más, reconocí al chico de la cic