Luna llena. La inconfundible etapa de la luna en que los hombres lobos ceden a sus instintos salvajes y su verdadera forma. Obligatoriamente toman el cuerpo de unos enormes lobos. Sin embargo, son en pocos aspectos, conscientes de las personas que conocen.
Esta es la primera luna llena que paso con la familia McHill y no solo eso, los Thorne estaban aquí también. ¿Acaso eso no era peligroso?
―A menos que hayan dividido la isla. ― Pensé. Corrí hacia el balcón y me di cuenta de que había un buen grupo de hombres a lo lejos transportando cajas enormes. Tragué nerviosa pensando en qué diablos llevaban ahí.
Debo admitir que sentí miedo. Quiero decir, es cierto que no todos en la isla eran lobos. Si hacia cuentas había por lo menos cinco lobos en la isla. De los que yo era consciente. Estaban Kael, Jimmy, Aldrec, el señor McHill y Lucian. El resto eran humanos. Bueno, esperaba q
Eran las doce de la noche. No noté en qué momento me quedé dormida con los audífonos puestos hasta que sentí que una parte de los aparatos me lastimaban el oído. Al levantarme, tenía los ojos entrecerrados y simplemente me quité los auriculares para dejarlos al lado de la mesa, ya más tarde los metería en su estuche. Sin embargo, en el momento en que mi cara tocó la almohada, escuché un aullido. Abrí los ojos de repente y me quedé paralizada, no por el sonido, sino desde dónde se escuchaba. Ese aullido se escuchaba cerca.Me levanté de la cama y caminé a la puerta del balcón. Pero me detuve ya que, si un lobo estaba fuera de la casa y me veía ahí parada, de seguro subiría sin mayores complicaciones. Retrocedí y entonces sentí algo viscoso bajo mis pies. Al ver al suelo ve un enorme charco de sangre que entraba desde l
Había una sombra frente a mí. De esta sombra resaltaban unos ojos blancos que me veían con atención. Me sentía aprisionada por esa mirada y no podía moverme.―¿Crees que tienes suerte? ―Una voz grave hizo eco en el sitio donde me encontraba, era como una habitación negra.―¿Quién eres?―No te importa, al menos no por ahora. Sin embargo, sé porque estás repitiendo tu vida. ―Fruncí mi entrecejo.―¿Cómo? ¿Dime por qué yo? ―Una voz que para mí fue completamente diabólica resonó en mis oídos.―¡Levántate! ―Fue lo único que respondió antes de que yo abriera los ojos.La luz del día se reflejaba desde la ventana de arriba de la puerta de la entrada. Ya no llovía y se escuchaban pájaros cantar. Al levantarme, sentí dolor en mi espalda, ya que me hab&i
El regreso fue estresante. Me dolía el cuerpo y parecía que me iba a dar gripe. Nos instalamos de nuevo en la casa. Los chicos dejaron que descansara lo que tuviera que descansar. Sin embargo, no podía dejar de pensar en que casi muero nuevamente. Debía de tener un plan de contingencia para la luna llena. Era claro que las cosas se les estaban saliendo de las manos, además de que alguien los estaba traicionando. ¿Pero quién?Otra cosa, mi sueño. ¿Quién rayos había sido esa persona que me hablo? Considerando lo que me dijo, era claro que había una razón por la que estaba este mundo. Pero cuál.No lo sabía.Todo eso me estresaba demasiado.―¿Esther? ―La voz de Kael hizo que me levantara de la cama.―Pasa. ―Abrió la puerta y me miró con una pequeña sonrisa.―Tiene visita. ―Parpadeé un par de veces sorprendi
¿Sí me sorprendía la actitud de los chicos? En realidad, no. De hecho, lo había pensado, especialmente por las cosas que le había dicho a Lucian. Sin embargo, no esperé que fuera así o que se sintiera de esa forma.―¿Ese es el tipo, verdad? ―Thara apareció de la nada a mi lado. La vi y asentí levemente. ―Y aun así se hace el presumido. Será mejor que lo evites. ―Decidí mirar hacia la ventanilla y realizar mis trámites. Estuvimos otra hora realizando lo que nos correspondía y luego le pregunté si podíamos dar una vuelta por la facultad. Necesitaba conocer el camino y el edificio y qué mejor forma que hacerlo sin levantar sospechas.Caminamos al menos unos quince minutos hasta llegar a la facultad. Era un edificio grande, con fachada gótica y por fuera tenía algunas esculturas. Se veía como una estructura resistente, honestamente era muy elegante digno de un edificio de arquitectura. Una fachada de vidrio permite que la luz natural inunde los espacios interiores, creando una sensación d
Las clases comenzaron. Dos semanas pasaron de como agua que corre por el rio. Honestamente era algo que no quería. No estaba lista para volver a la universidad luego de la clara de amenaza de Lucian. El simple hecho de saber que estaremos en el mismo lugar… era horrible. Aun así, debía volver, hacerle frente a la situación vivir la vida de una estudiante universitaria y buscar respuestas a mi situación. Si, no la tenía fácil.Mi primera clase era Historia de la arquitectura tres. Al menos era algo teórico, digamos un período de descanso porque el resto de los cursos, vaya que si eran demasiado cargados.―Así que nos vemos de nuevo linda. ―La sonrisa de Cardan hizo que lo viera con los ojos entrecerrados.―Ay no puede ser. ―Tomó asiento a mi lado mientras mi amiga fangirleaba en silencio. Recibí un par de golpes en el brazo debido a su emoción.―Carda
Me dolía la cabeza. Dos semanas habían pasado desde el inicio de clases y ya estaba más que estresada. Desde el primer día me habían asignado un proyecto y en un par de días debía entregar unos planos. Aun me encontraba construyendo algunas habitaciones para un complejo departamental en la computadora. La cuestión era que en decidí ahorrarme el regreso a casa. Era luna llena, los chicos se transformarían en lobos esa noche y honestamente no quería que me sucediera lo mismo que en la isla. Así que por esa misma razón me había quedado en la biblioteca de la universidad.Thara se encontraba haciéndome compañía. Cuando cerraran me iría a su casa, claro que con permiso de Aldrec, lo más gracioso es que no puso ningún pero a mi propuesta. Alcé la mirada y me di cuenta que mis guardaespaldas no estaban. Supuse que cambiarían de tur
Estaba aterrada. Ese monstruo había acabado con la vida de mis guardaespaldas.―¡Esther, tu celular no deja de sonar! ―Mi amiga venía corriendo hacia a mí sosteniendo mi celular que mantenía en su mano. Al ver la pantalla me di cuenta que se trataba de Aldrec.―¿Sí?―Dios mío Esther. ¿Por qué diablos no respondías el celular? Llevo toda la mañana intentando comunicarme contigo. ―Casi me deja sorda debido al alto tono de su voz. Alejé un poco el celular y asentí. ―¿Por qué no avisaste que tus guardaespaldas no llegaron? ¿Estás bien? ―Así que fingía hacerse el loco respecto a sus dos bajas.―Si, estoy bien. Me encuentro en casa de Thara. ¿Sucedió algo? ―Hubo un silencio prematuro por parte de él y luego escuché un suspiro.―No, es solo que vi las noticias. Hubo un ataque cerca de tu universidad.―Oh sí. Eso estoy viendo. Qué miedo. ― Mi tono no fue fingido. Recordar a esa criatura que me asfixiaba me puso los pelos de punta. No podía creer lo que estaba sucediendo. Nada de esto tenía se
Un beso. Un beso diferente al que había tenido con Lucian. Era feroz, lleno de deseo y parecía sediento de ese beso. Mi corazón latía con fuerza mientras sus labios besaban los míos. Lucian colocó su mano sobre mi nuca para atraer más mi cuerpo a él. Yo tuve que apoyar mis manos sobre su pecho. Quería alejarme. Lucian estaba ebrio y esto solo sería humillante mañana.Mordí el labio de Lucian y de esa forma me alejó. Me senté sobre su regazo respirando con dificultad. Su labio sangraba y parecía sorprendido por lo que había hecho. Sin embargo, no podía evitar verlo. Se veía muy atractivo ahí, sobre mi cama, con la respiración agitada, algo sudoroso y la sangre cayendo de su labio. No sé qué pasó por mi cabeza, pero quería seguir besándolo. No quería admitirlo, pero los labios de Lucian eran adictiv