CONTINUACIÓN.
MESES ATRÁS.
Uria corrió hacia donde yo me encontraba y observó el cadáver en descomposición.
—No está sola —murmuró Uria alzando la vista, observé lo que sus ojos veían y sentí como los vellos de mis brazos se erizaron de la impresión y todo mi cuerpo se estremeció, habían muchos cuerpos tirados en el suelo, todos parecían ser de mujeres.
¿Aquí estaba el cuerpo de Dayana?
Pesarlo me hizo acelerar el corazón más de lo que ya estaba, no quería ver que estuviera muerta.
—Uri...
Escuchamos, Uria volteó hacia mí, pero yo la miré a ella confundida.
—¿Qué? —dijo Uria.
—Yo no hablé —dije mirando alrededor.
Mis ojos se enfocaro
Sus manos bajaron de mi cintura hasta mi trasero apretujándome contra él antes de alzarme, envolví mis piernas a sus caderas por inercia, como si estuviera acostumbrada a hacerlo, y él me sentó sobre la encimera al lado del lavamanos, sus manos fueron al borde de mi camisa y comenzó a alzármela, yo me separé por un momento para terminar de sacármela y la eché a un lado, él sin perder tiempo desabrochó mi sostén y volvió a besarme antes de bajar a mis pechos y comenzar a besarlos, aferré mis dedos de su cabello echando mi cabeza hacia atrás, todo mi cuerpo se sentía caliente.Lo necesitaba ahora.Mis manos fueron al borde de su suéter y comencé a alzárselo, él se separó un poco terminando de sacárselo, me di un momento para observar su torso y pasé una mano por su pecho sin
—Cariño, ¿recordaste algo? —Murmuró mi madre—; ¿por qué te fuiste así?, July dijo que rompiste todo el techo de tu habitación.Ya llevábamos un momento en carretera, pero yo solo intentaba controlar mi ansiedad por saltar del auto y alejarme de ellos, eran demasiadas cosas.—Yo… —dije— creí que debía averiguar más de lo que fui, así que fui a la universidad, me encontré con la rectora y resultó que mi especialidad era en psiquiatría, solo me falta entregar la tesis…—Pero nos hubieras dicho, te hubiéramos acompañado –interrumpió mi madre y le siguió un sermón de que no podía irme así por mi cuenta, que no debía confiar en nadie y otras cosas que preferí ignorar.Que mi madre dijera que no podía confiar en nadie cuand
Apreté el gatillo. La bala atravesó su cuello a la corta distancia en la que nos encontrábamos. Lo miré cuando cubrió con ambas manos su cuello intentando detener la hemorragia, sus ojos fijos en mí cuando cayó de rodillas, antes de caer al suelo completamente muerto. Di un paso atrás quedándome sin aliento y solté el arma.Estaba muerto.-Abrí los ojos cuando vi a Tolmer sobre mí estremeciéndome por los hombros, fruncí el ceño y lo empujé alejándome de él chocando mi espalda contra la puerta del auto. —Lo siento —dijo Tolmer—, ¿Está bien? Te desmayaste.Afirmé con la cabeza, Tolmer se había volteado desde el asiento del copiloto mientras mi mamá me veía por el retrovisor.&mdash
Su cabello dorado y greñudo, piel tan pálida que llegaba a tocar el gris, bolsas negras tan grandes que casi absorbían sus ojos azules, labios resecos y rotos manchados con toques purpuras, su aspecto demacrado me hicieron preguntarme si los fantasmas existían. Me extendió una mano pero yo la rechacé arrastrándome hacia atrás, hasta que mi espalda chocó contra el tronco de un pino.Mierda.Cerré los ojos sintiendo que el corazón se saldría por mi boca, no podía ser real, todas mis investigaciones según lo que había logrado recordar era para saber por qué Abril había muerto, todas las dosis de medicina que ella consumió, incluso toda mi vida era por esa investigación.—Estas muerta —dije volviendo a verla—, todos saben que estas muerta.Ella sonrió, más que tranq
CONTINUACIÓN.3 MESES ANTES.Miré a mí alrededor, tardé un momento en enfocar mi mirada, todo lucía borroso, mi garganta tenía un extraño sabor ácido, y tenía demasiada sed. Estaba en un edificio, sabía que intentaba escapar, había bajado las escalera pero ni siquiera podía recordar en qué momento lo hice, solo seguía caminando con las pocas fuerzas que me quedaban y el sol comenzó a quemar mi piel cuando salí al estacionamiento.Me habían drogado, de eso estaba segura.Vi un auto acercarse, intenté correr pero mis pasos eran muy pesado y torpes, el auto se estacionó frente a mí impidiéndome el paso y la puerta del piloto se abrió, una sombra salió, entrecerré los ojos notando que de hecho era Denis Ronkine.Quise retroceder, pero de re
Su boca estaba sobre la mía pero apreté mis labios con fuerza, sus manos fueron a mis blue jeans abriendo la cremallera, su peso me comenzaba a asfixiar.—Señor Henks —la voz de July hizo que Tolmer se detuviera por un momento, me zafé de su agarre cayendo en el suelo y me levanté rápidamente para huir lejos de él, July sonrió satisfecha de habernos interrumpido y la vi volver a la cocina.Gracias July.Mi corazón estaba desenfrenado, las ganas de vomitar se mezclaban en mi estómago, disminuí mi paso cuando me percaté que Tolmer no me seguía, sin embargo noté que llegué a una sala que no había explorado antes, creo que era el estudio de mi padre.—Revisa esos archivadores —Abril apareció en una esquina oscura del estudio casi dándome un paro cardiaco, era horrorosa con ese aspecto demacrado y
Ahora todo encajaba en mi mente con claridad.Los pasaportes, el negocio ilegal, los secretos...Secuestraban mujeres y las obligaban a prostituirse, como hicieron conmigo.Di un paso atrás sintiendo un terrible vacío en el estómago, me mantenían siempre drogada, ahora entendía el temor y el asco que me causaba Tolmer cada vez que me tocaba, él fue uno de los que abusaba de mí casi todos los días que estuve en este lugar.De repente sentí asco de mí, asco de saber que no solo había estado con Zecus; mi primer y el que creí único hombre, sino con cualquiera que pagó por estar dentro de mí.Hubiera preferido no recordarlo, la verdad era cruel y dolorosa.—Si era un prostíbulo entonces debieron haberse mudado —dijo Zecus cuando nos montamos al auto luego de un prolongado silencio—, tal vez sabían que en
Salí de mi habitación, Zecus no tardaría en llegar, escuché las voces de mis padres desde la sala, me asomé por el pasamanos de la escalera y escuché con más atención su conversación, al parecer murmuraban cosas de economía o algo así mientras cenaban, me senté contra la pared a esperar a que terminaran de comer, después de todo ellos no dejarían que me fuera a esta hora.Luego de un rato, escuché los tacones de mi madre martillar el piso, mi padre hablaba de algo en tono muy bajo, ni siquiera pude entender, la puerta principal sonó y supe que ya se había ido.Bajé las escaleras y miré por la ventana, el auto comenzaba a alejarse, debía salir rápido con Zecus si quería lograr seguirlos.—Señorita Danna, ¿a donde cree que va? —dijo July, su voz me detuvo frente a la pu