Yo estuve en el suicidio de Abril, pero no parecía ser un suicidio, ella murió, parecía un derrame cerebral, ¿Por qué la habían dado a conocer por ahorcada?
Cada vez tenía más preguntas y menos respuestas.
—¿Estas bien? —Murmuró mi nueva amiga pelirroja Lia— Estás llorando…
Me llevé las manos a mi rostro y me limpié las gotas que se escurrían por mis mejillas. Yo escribí junto con Abril la nota suicida, habíamos planeado su suicidio, el
Decidí luego de unos minutos prender mi telefono y enviarle un mensaje a mi madre y a mi padre, no quería que alertaran a la policía o creyeran que había huido de ellos, aunque en realidad sí había huido de ellos. Esas letras que yo misma en algún momento de mi vida pinté en el techo de la habitación tenían un significado fuerte, un mensaje dirigido a ellos, no sabía por qué la antigua Danna los odiaba o si solo quería asustarlos con eso, pero sabía que mis padres me lo estaban ocultando, no querían que lo recordara.Danna: Perdón por irme, volveré en unos días, solamente necesitaba salir.Envié el mensaje sintiendo mis manos temblar, mi madre intentó volver a llamarme, pero al notar que no iba a contestarle, me respondió el mensaje:Mamá: ¿Pero d&oacu
10.—¿A dónde va señorita Danna? —preguntó July desde la sala donde ella veía la televisión cómodamente.Me detuve en la puerta intentando parecer casual con mi enorme mochila a mis espaldas.—A la casa de Tolmer, está afuera esperándome –mentí y me sorprendí por la manera en que la mentira había salido rápido de mis labios, puede que todo lo hubiera aprendido de mi familia, éramos mentirosos profesionales.July afirmó con la cabeza y me dijo que no llegara muy tarde como una buena nana, sonreí levemente y salí de la casa.Perdón July, pero debo conseguir respuestas. Caminé hasta la calle y luego seguí caminando sin saber exactamente donde quedaba la calle principal, solo tenía conocimiento de la ru
11.Me sobresalté cuando sentí que me agarraron el brazo, miré a mi alrededor, estaba en el avión, los altavoces decían que habíamos llegado a nuestro destino, tuve que acomodar mi asiento para poder recuperarme de la pesadilla, pero tenía el presentimiento de que había sido un recuerdo, uno completamente real.Yo estuve en el suicidio de Abril, pero no parecía ser un suicidio, ella murió, parecía un derrame cerebral, ¿Por qué la habían dado a conocer por ahorcada?Cada vez tenía más preguntas y menos respuestas.—¿Estas bien? —Murmuró mi nueva amiga pelirroja Lia— Estás llorando…Me llevé las manos a mi rostro y me limpié las gotas que se escurrían por mis mejillas. Yo escribí junto con Abril la nota suicida, hab&ia
Eres el chico de pelo blancoDecidí luego de unos minutos prender mi telefono y enviarle un mensaje a mi madre y a mi padre, no quería que alertaran a la policía o creyeran que había huido de ellos, aunque en realidad sí había huido de ellos. Esas letras que yo misma en algún momento de mi vida pinté en el techo de la habitación tenían un significado fuerte, un mensaje dirigido a ellos, no sabía por qué la antigua Danna los odiaba o si solo quería asustarlos con eso, pero sabía que mis padres me lo estaban ocultando, no querían que lo recordara.Danna: Perdón por irme, volveré en unos días, solamente necesitaba salir.Envié el mensaje sintiendo mis manos temblar, mi madre intentó volver a llamarme, pero al notar que no iba a contestarle, me respo
Te encontréHabía recordado que a Abril la habían asesinado y yo buscaba las pruebas, por eso rendía tanto en clases, por eso sentía tanta pasión, quería vengar su muerte.La rectora Adela me pidió mi nuevo número y se despidió porque debía atender unos cuantos asuntos, yo salí de la universidad hasta la avenida para tomar un taxi, sin embargo, algo llamó mi atención, era un edificio, el sol chocaba con la vidrieras y lo hacía resplandecer, se sentía tan familiar y a la vez tan conocido que comencé a caminar hasta allá, como si me llamara y me atrajera hacia él.Quedaba un poco distante, habían varios negocios de comida y tiendas alrededor, iba intentando caminar entre el mar de personas cuando de repente el leve toque de un piano me distrajo y me hizo detenerme, conocía ese sonido, yo era pi
Su mano se deslizó por mi cintura hasta aferrar sus dedos en mis caderas, mientras que la otra mano se adentraba dentro de mi cabello para mantener mi cabeza quieta, con su lengua me obligó a abrir mi boca, me estremecí un poco sintiendo como el ambiente comenzaba a volverse cada vez más intenso entre los dos. Pegué mi cuerpo al suyo necesitando sentirlo más cerca de mí y solté un gemido cuando mordió mi labio inferior dejándome deseosa cuando se separó un poco.—¿Recuerdas eso? —susurró sobre mis labios, todavía mis piernas se sentían temblorosas, no podía entender la emoción que recorría todo mi cuerpo.Mi mente no lo recordaba, pero al parecer mi cuerpo sí. Mis mejillas se sonrojaron con fuerza y tuve que dar un paso atrás para poder pensar correctamente porque lo único que quería era seguir bes&a
Intenté no mostrarme perturbada por lo que acaba de decirme, pero suponía que mi cara era todo un poema. Zecus alzó una ceja pareciendo entretenido y dijo:—Se llama CECMO —explicó—, es la clínica mental donde trabajabas.Mi mente me llevó a lo que había leído en mi computadora:CECMO: Centro Especializado Clínico Mental del Oriente.—¿Por qué mi tesis era sobre ti? —me forcé a preguntar, pero sabía que no iba a agradarme la respuesta, no me estaba agrando nada la dirección que estaban tomando las cosas.—Debías elegir un paciente loco, creo que fui el ganador —dijo—, tenía cuatro personalidades diferentes y una de ellas era bipolar.Abrí la boca sorprendida, yo debía elegir a alguien para trabajar en mi postgrado como psiquiat
Continuación...3 años atrás.Encendí la grabadora y la guardé dentro del bolsillo de mi bata blanca, entrelacé los dedos sobre la mesa esperando que una de las enfermeras lo trajera, había elegido el patio del instituto para hablar con él, el sol era tenue y la brisa fresca. El muchacho abrió la puerta pareciendo un poco nervioso, esta vez llevaba el uniforme; un suéter naranja que combinaba con su pantalón del mismo color, la enfermera lo guio hasta el asiento frente a mí, sin embargo él se quedó de piel, la enfermera salió cerrando la puerta dejándonos solos.—Hola. Por favor, siéntate —dije mostrándole una ligera sonrisa intentando crear confianza entre los dos—, no querrás estar parado toda nuestra conversación.Él caminaba desca